•𝑃𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜• #1

VII

¡No podría estar más emocionada! Sé que el Sr. Puzo y yo quedamos en un par de horas antes pero ya estoy lista... Escucho el motor de un coche llegar y me asomo por el balcón...Es Nino Ricci, me apresuro a mi tocador para asegurarme una última vez que todo está perfecto, para cuando toca la puerta de mi habitación estoy más que lista. Me saluda con una sonrisa de lado a lado y yo hago lo mismo. Después de subirme en la parte trasera del coche, enciende el motor y me lleva a un restaurante el cual no conozco por nombre. Al llegar veo que el lugar está completamente vacío solo hay tres cocineras y en otros meses están algunos hombres de Vittorio al igual que en la salida hay otros subordinados asegurándose que nadie entre... ¿es necesario tanta seguridad?

— Señorita Vitale.

Vittorio se pone de pie y se quita su sombrero, me saluda con una leve sonrisa y asiente, me saca la silla con elegancia.

—Sr. Puzo —Le digo con una sonrisa.

—Bien... Iré al grano. —Me dice al tomar asiento.

— Se lo que quiere preguntar. Aunque posiblemente ya lo sabe... Llegue América cuando tenía... alrededor de cinco, junto con mis padres. Mi padre era uno de los subordinados de confianza de Don Puzo por lo que cuando él emigró nosotros con el... Cuando cumplí catorce el murió, mi madre y yo nos mudamos a Kentucky buscando una vida diferente, pero al cumplir dieciocho Don Puzo apareció en mi casa y dijo que para agradecer los años de servicio de mi padre pagaría mi Universidad. Mi madre no estaba de acuerdo, pero yo acepté, vine de nuevo a vivir a Nueva York para estudiar, nunca lo veía a él solo recibía el dinero por medio de su consigliere, pero cuando me faltaba un año para terminar la carrera, me dio el dinero para el último año y sobrevivir unos meses después. Don Puzo había muerto y me dijeron que el nuevo jefe me daba este dinero para poder vivir y que por favor me alejara de la familia Puzo... Lo intente, pero mira... aquí estamos. No hace falta que te pregunte como sabes que me llamo Elisabetta Vitale. ¿No me conociste al principio?

— Solo sé que eras la hija de Cesar Vitale, y cuando mi padre murió tenía apenas veinticinco...Yo... No quería que más personas pagaran por mis actos.

— Y te agradezco por eso, Vittorio. —Tomé sus manos con las mías y sonreí.

— Dime, ¿por qué necesitas mi ayuda? —Apartó sus manos.

— Solo quiero encontrar a Amy, se lo prometí a Jessica.

— Bene... dime todo lo que lograste investigar.

Le cuento todo lo de mi investigación a Puzo, desde el primero al último y mínimo detalle.

— Creo que Rossi está lo suficientemente involucrado y podía jurar que Juliano también... yo, creo que le estoy pidiendo demasiado. —niego con la cabeza.

— No se lo piense mucho, Señorita Elizabeth, enviaré alguien para investigar mejor a Rocci

— ¿De verdad? ¡muchas gracias! Si necesita algo en el futuro ¡allí estaré!

— No será necesario... le tengo una promesa, un que se merece.

Guardo silencio y él también, nos sirven la comida.

— Si realmente Juliano tiene algo que ver con todo esto... No podrá manejarlo usted sola.

— Si es así, tengo más razones para investigar, no solo recuperaría a Amy si no que podría entregar a la familia Juliano

— Ni, aunque encuentre algo, la familia Juliano es intocable, las autoridades se hacen de la vista gorda por dinero.

— Ahora que lo dice... debo admitir que la curiosidad me gana. ¿Usted también le paga a la policía?

Suelta una pequeña risa y duda si responder

— No hace falta, cada uno de mis negocios tiene una fachada completamente legal, así nadie sospecha, pero siempre puede salir algo mal. Sobre todo, con cierta fiscal.

— ¿Habla de Dianne Boseman?

— ¿La conoce?

— Estuvimos en la misma Universidad, se podría decir que fue mi amiga y me ayuda si tengo problemas con la policía y mis investigaciones... Gracias por la advertencia tendré más cuidado

—Ya que está tan decidida, no tengo más que decir, Señorita Vitale.

— Por favor, sin formalidades, estamos en confianza—Le guiñe un ojo.

— Muy bien Srta. Elisabetta

Luego de eso seguimos con la comida hablando de temas variados apenas con importancia, entre risas y sonrisas terminamos con la velada... Vittorio es un hombre muy reservado apenas habla de él, pero no puedo negar que el tiempo junto a él pasa volando.

— Sin duda eres una mujer única Liz... Elisabetta.

— Igual que tú Vitto, eres un hombre único.

Le sonrió y él se pone de pie para acercarse a mí y darme su brazo para salir del lugar. Vittorio no le dice a Nino que me lleve a casa, en su lugar, se pone él al volante.

Miró atrás por medio del espejo del coche y captó la sonrisa de Nino que me dedica, debe de tener una idea equivocada de mí y Vittorio... El coche se llena de Silencio tranquilo en todo el camino, me bajo del coche cuando llegamos a mi casa, antes de irme el Sr.Puzo me dice que se comunicará conmigo de nuevo en tres días y por último se va.

Dos días después de mi encuentro con Vittorio estoy tranquilamente trabajando cuando de repente recibo una llamada, justo uno de mis compañeros me entrega un sobre que viene de Kentucky.

—¡¿Elisabetta!? ¡Elisabetta aiutami!

— ¡¿Mamma, que te pasa!?

Es mi madre, no entiendo que le pasa, alguien toma el teléfono y lo aleja de ella, solo escucho sus sollozos de fondo.

— Señorita Colvin, volvemos a encontrarnos ¿o debería decirle... Vitale? Sabe usted no es muy buena con esto de cambiarse la identidad. —Soltó una burlona risa, casi sin darme cuenta me pongo de pie y golpeo la mano contra la mesa.

— ¡Rossie! ¡Aléjese de mi madre!

— Ven a Kentucky, y ni se te ocurra hablar con la policía y menos con tu novio de la mafia.

— ¡Eres un...!

Me cuelga la llamada sin dejarme terminar... No sé qué hacer debería decirle a la policía, pero si se enteran que no soy americana... Vittorio... debería decirle... Pero es mi madre no puedo arriesgarme

Le pido permiso al Sr. Kane para estar ausente al menos tres días por un asunto urgente de mi familia, al principio no está muy feliz, pero Davis se acerca y escucha y convence al Sr. Kane de darme permiso. Salgo rápido a casa para cambiarme y buscar entre mi ropa un arma... algo pequeño solo por seguridad...