•𝑃𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜• #1

~43~

Toc.Toc

— Déjenme solo.

— Soy yo Vitto.

— Liz... estoy ocupado.

La joven no le hizo caso y abrió la puerta, entró y volvió a cerrar, tomó de las manos a Vittorio y lo obligó a ponerse de pie, le acarició la frente quitándole el cabello revelde que caía por su frente.
Le dio una gran sonrisa y movió sus manos unidas como si estuvieran bailando.

— Sonríe cariño, adoro verte sonreír y te ayuda a pensar mejor. ¿Dime, que te angustia?

— Si fuera tan fácil —El le dio un besó en la frente y se separó para volver a sentarse detrás del escritorio.

Elizabeth frunció ligeramente el ceño, no le iba a dejar solo, no le gustaba verlo preocupado, siempre que lo estaba se encerraba ahí hasta que resolviera el problema..

La muchacha solo suspiró y volvió a sonreír

— Dans sa love story... prends ma main

Ella se acercó a él y volvió a tomarlo de la mano, ella siguió cantando y lo obligó a bailar con ella.
Al principio él quería apartarse pero al ver la hermosa mirada de la joven intentado hacerlo sentir mejor y su dulce voz alentadora hicieron que él la siguiera en su pequeña danza.

— Serre-moi fort. Près de toi je révé encore

Elizabeth apoyó su cabeza en el hombro del hombre que tenía enfrente y lo tomó con una mano del mismo hombro y con la otra lo tomó de la mano, mientras que él hacía lo mismo con una mano tomándola de la cintura y con otra de la mano, ella siguió cantándole y guiándolo en el tierno baile hasta la canción se acabó.
Ella le miró con una sonrisa y le acarició la mejilla y él besó su frente.

— Es una hermosa canción.

— la aprendí cuando viaje a parís en un teatro.

— Eres la mujer más hermosa que conozco.

Elizabeth solo río y le dio un besó esta vez en sus labios, no separaron sus manos por lo que ella lo obligó a salir de ahí.

— Sabes que puedes contarme todo, y yo puedo ayudarte.

Vittorio le sonrió con cariño y le asintió, se sentó junto a ella en la cama, apoyó su cabeza en el vientre de la mujer y cerró sus ojos...

Desde aquel día Vittorio busco el disco de aquella canción, ya que le recordaba a Elizabeth. La misma mujer que no veía y sabía nada de ella hace más de un mes.

La misma mujer que esperaba a cada segundo.

Después de la carta que recibió no se preocupó tanto confiaba en su palabra, pero aún así ansiaba volver a verla, cuando terminaba con su trabajo todas las noches visitaba el puerto, con la esperanza de verla bajarse de algún barco.

Él vivía pero apenas hablaba. El la espera frente aquella foto de tiempo atrás, él no está loco, sabe que volverá.
El la ve en todos lados, recuerdos de ella no salen de su cabeza.
Aparte de ella él no espera nada.
Nada a su alrededor tiene sentido, el aire es pesado, la mirada ausente en su rostro preocupaba a los demás, una vez más se sentía solo, él no está loco él la ama, él la espera de pie frente aquel ventanal donde miraba con ella el atardecer.
La carta en su mano, nada lo iba a detener... En su historia de amor, es su historia de amor.