Por fin después de nueve horas llegamos a Nueva York... Por suerte nadie alcanzó a seguirnos y además Nino tomó un camino lleno de otros coches y así sería más difícil atraparnos.
Nino da un par de vueltas a la manzana confirmando que nadie nos seguía y luego se alejo un poco del centro de Nueva York para entrar una propiedad grande la cual estaba repleta de hombres en la entrada y todo el lugar. Al principio no nos dejaron entrar al verme, pero en cuanto notaron la presencia de Nino nos dieron permiso, el lugar era enorme y sin mencionar la preciosa casa.
Uno de los hombres de la puerta de la casa iba a cachearme, pero una voz familiar para mí no lo permitió.
— No hará falta.
Lo tomó del brazo apartándolo de mí.
La felicidad que sentía por ver al Sr. Puzo era única, nunca me había alegrado tanto de ver a alguien... supongo que por la seguridad que sentía estando cerca de él.
— ¡Vittorio!
Me acerqué más a él para rodear su cuello con mis brazos y apoyar mi cabeza en su pecho abrazándolo, supongo que por la sorpresa al principio no acepto, y tampoco después... De repente la felicidad que sentía se desvaneció al recordar los días tan horribles y un pequeño sollozo se me escapó y me separé para apartar la vista de él.
— ¡pase unos días horribles! ¡Y además hoy fue peor casi nos matan y Nino mato a un hombre inocente!
Puzo y yo miramos a Nino y el solo se encogió de hombros y chasqueo la lengua
— ¡che Stronzo, iba a entregarnos!
— Nino tiene razón... Tienes que entender que este negocio, a veces algunas personas salen sacrificadas.
Me mira con una expresión seria, es claro que no es la primera persona que asesina y tampoco la última. Suspiro y le doy un último abrazo a Vittorio para separarme en poco tiempo y sonreírle con sinceridad.
— Vittorio yo...
— ¡figlia!
— ¡Mamma!
Antes de que pueda terminar de hablar con él, mi madre aparece y no puedo evitar separarme para abrazarle y darle un beso en la frente.
— Yo...Grazie di tutto Vitto.
El solo asiente y uno de sus subordinados me lleva a una habitación para que pueda hablar con más privacidad con mi madre.
— ¿È l'uomo di cui mi hai parlato?
— ¡Mamma!
Ella solo me chasque la lengua y me insiste con una sonrisa y yo la imito y ruedo los ojos.
—Si es él.
— ¡lo sabía!
— Es solo un amigo madre, uno que admiro mucho.
— ¿Que dices? Como tú lo miras y él a ti, eso no es simple admiración mi ragazza.
Madre pasa un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
— Sé que es el hijo del Jefe de tu padre, y es peligroso, pero...
— Mamma, ni aún que sintiera algo por él, él no lo haría. Es demasiado reservado y apenas demuestra lo que siente, soy como una socia o algo así para el
— hay personas frías con el alma y sentimientos más hermosos.
— deja de confundirme madre, apenas y le conozco.
Me pongo de pie y le doy la espalda.
— Señora y señorita Vitale. —Él toca la puerta y entra dando una leve inclinación con la cabeza.
— Don Puzo, quiero agradecerle lo que hizo por mi hija.
•••
Cuándo Elizabeth se marchó con su madre a otra habitación.
Por alguna razón que ni él mismo comprendía, Don Vittorio no podía entender cómo con un simple abrazo esa señorita había logrado no salir de su mente.
Ella se marchó, pero él parecía inmóvil mirando las escaleras.
Y es que no solo ese abrazo, al parecer su pensamiento favorito era ella, solo hacía falta una pequeña mirada de ella para que él sonriera en su interior, pues por alguna razón el Don le tenía un gran aprecio a la Señorita, o así lo llamaba él.
Salió de sus pensamientos cuando su segundo, Nino Ricci le llamó por su nombre, él movió su cabeza hacía su segundo.
— ¿hm?
Su segundo Nino Ricci compartió mirada con algunos de sus compañeros capos los cuales eran Filippo, Georgio y Adriano ellos cuatro eran la mayor confianza de Vittorio incluso tal vez sus amigos. Ellos se miraron entre sí y soltaron una pequeña risa discreta. Es claro que algo tramaban.
— Di cosa stanno ridendo?
Contesto molesto el Don y rodó los ojos, el mismo sabía que hasta sus subordinados habían notado que últimamente estaba muy distraído o bueno no siempre. Con la presencia de la Señorita Elisabetta Vitale. Pues bien, como dijo la madre De Elisabetta la Señora Vitale.
hay personas frías con el alma y sentimientos más hermosos
Puede que él sea un ejemplo de esto, a pesar de sus negocios y facilidad para matar, es un ser humano con sentimientos hermosos.
Si bien a lo largo de la historia se ha escuchado qué el amor es algo difícil de llevar, y para todos es diferente.
Sus trabajadores seguían con las miradas discretas y pequeñas risas, al parecer se les hacía gracioso ver a su Jefe desconcentrado por primera vez.
Esté, harto del cuchicheo aclaró su garganta para alzar ligeramente su barbilla y así acomodar con facilidad su corbata. Inmediatamente sus subordinados cambiaron su expresión a una seria, sabían bien que eso significaría que comenzaba a molestarse.
Nino agacho la cabeza al igual que los otros tres dando a entender su perdón.
— Jefe. ¿ya habló con la Señorita Elizabeth sobre su idea?
El Don solo lo miró fulminándolo con la mirada de pies a cabeza, sin duda alguna eso era un "no" por respuesta. Suspiro y subió las escaleras buscando la habitación donde se encontraban las Vitale. Antes de tocar escucho a ese par hablando, bien sabía que era de mala educación escuchar conversaciones, pero esta vez le interesaba escuchar ya que era un asunto en que le involucraban.
— Como tú lo miras y él a ti, eso no es simple admiración mi ragazza... Sé que es el hijo del Jefe de tu padre, y es peligroso, pero...
— Mamma, ni aún que sintiera algo por él, él no lo haría. Es demasiado reservado y apenas demuestra lo que siente, soy como una socia o algo así para el
— hay personas frías con el alma y sentimientos hermosos.
— deja de confundirme madre, apenas y le conozco.
El Don guardó silencio unos segundos analizando estas palabras. Puede que la Señorita sintiera lo mismo que él, pero ambos solamente estaban confundidos y cegados por su orgullo. Vittorio rodó los ojos y decidió no darle importancia a ese asunto. Puede que fuera una persona "callada" y fingía no tener sentimientos, pero en realidad estaba lleno de ellos. Y el más complicado de ellos no le encontraba forma de entenderlo. Como su padre bien decía
— ¿Vives con tu familia? Bien, por qué un hombre que no vive con su familia no puede ser hombre.
Pero su tío y hermano siempre le aconsejan lo contrario.
— En este negocio no te enamores, tu familia puede llegar a ser afectada y te distrae de él.
Entonces. ¿Qué consejo era el correcto?
Mejor ignoraría ambos y seguiría su negocio como siempre. Tocó un par de veces la puerta y abrió está encontrándose con la Señora y Señorita Vitale.
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•𝑃𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜• #1
Fiksi PenggemarEn 1920 una joven intenta olvidar su pasado volviendo a la ciudad de los hechos esta vez para estudiar en una Universidad importante y dedicarse a una carrera digna de ella. Pero no cuenta con que su pasado es su destino y su amor del presente y eso...
