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Uno de los muchos subordinado de  Juliano entró a la sala para llevarse a Elizabeth a la sala del Gorrión.

~Un mes después~

A Elizabeth le sonreí la fortuna, nunca había tenido tanta suerte.
Después de la noche de hace un mes, Juliano estaba más interesado en Elizabeth, pasaba todas las noches del Gorrión junto a él, por su petición.
Aquel hombre se había vuelto muy posesivo con ella.
No dejaba que ni un solo hombre se acercara a ella.
Una noche mientras estaban juntos y se besuqueaban, una vez más la joven pudo salvarse
Se separaron por culpa de una voz, pero ella no lo reconocía.

— Don Lomardi! ¿Acetti la proposta? — El se puso de pie y saludó al otro hombre de la mano.

Elizabeth se alejó a un poco pero se quedó cerca escuchando lo que decían los hombres, los cuales hablaban confiados de que nadie entendería por qué hablaban en Italiano.

— Allora... ¿perché vuoi uccidere quell'uomo?

— Con il sostengno dell'Consejal Harris, Ottorrò il sostegno della maggioranza dell'assemblea, ma non di Don Puzo. L'ho provato diverse volte, ma ho sentito dire che ha un uomo nuovo che la salva sempre — Elizabeth abrió los ojos un momento impresionada, ese hombre era ella, y una vez más querían matar a Vittorio.

— Bene, lo porterò in un ristorante chiamato Colores, uno dei tuoi uomini lo farà. — Don Lorenzo se puso de pie y se marchó sin decir nada más.

Juliano se puso de pie y se llevó a Elizabeth con una sonrisa de lado a lado.

— ¿A donde vamos Frankie?

— A mi casa, quiero celebrar contigo. — Aquel hombre le dio una macabra sonrisa, ella intentó hacer lo mismo pero sentía una gran presión encima, esta vez no podía hacer nada para evitarlo.

Al llegar al hogar de ese hombre, cenaron y luego él la obligó a sentarse encima de él en el sofá. La tomó con fuerza de la cintura y la obligó a moverse encima de él.
Él solamente iba quitándole la vestimenta lentamente sin decir nada más.
Ella se sentía avergonzada, en esos momentos se daba asco así misma por prestarse para ese tipo de cosas.

De un momento a otro el ya estaba sin ropa, volvió a tomarla con fuerza moviéndola encima de él, mientras que ella solo jadeaba de dolor.
Pero no tenía opción, debía terminar con esto.

Se harto, le empujo contra el sofá soltándose del agarre de ese hombre que tanto odiaba, se apresuró a buscar el arma que tenía en su bolso y le apuntó, siquiera dudo para disparar.

Lamentablemente eso era solamente producto de su imaginación.

— ¿En que piensas madre? —preguntó mirando a su madre la cual está perdida en sus pensamientos.

— Nada cariño, solo imaginaba algo. — La joven miró a su madre con una sonrisa y volvió a mirar el paisaje.

Empujó ligeramente a Juliano para soltarse de su agarré, comenzó a moverse más rápido dándole más placer a ese hombre para que llegara al final y acabará con eso de una vez.

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•𝑃𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜• #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora