27. El infierno (Parte 1) (sin editar)

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⚠️Advertencia ⚠️Este capítulo contiene escenas de agresión sexual (violaciones), agresión verbal y física. Muertes, asesinatos y mucha sangre. Así como actos de pedofilia y necrofilia.

La forma en que yo narro este capítulo puede tener un nivel grotesco o leve dependiendo de su perspectiva. Yo sólo les estoy avisando qué es lo que leerán a continuación.

Pueden no leerlo si quieren. No altera el hilo de la historia en realidad.

Espero tener la segunda parte pronto.

Gracias por leer.

***
Kaled

Abrí los ojos lentamente, viendo como todo me daba vueltas mientras luchaba para que no volviera a cerrar los ojos. Aun si los sentía demasiado pesados.

Mi garganta estaba seca y me dolían los brazos.

—Kaled— escuché a alguien decir mi nombre. — Kaled, despierta.

Como pude, abrí bien mis ojos; y al hacerlo, me percaté que todo estaba oscuro a excepción de un tragaluz que iluminaba un poco la habitación en la que estaba. Mis brazos estaban arriba de mi cabeza, siendo mis muñecas las que estaban siendo presionadas por unos grilletes con cadenas.

Mi respiración se empezó a acelerar.

¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

—Kaled... —Al escuchar esa voz, volteé a ver al lado izquierdo, para que mi mirada se topara con la Miles quien también estaba encadenado como yo.

—Miles...— Mi voz tembló. — ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos?

Abrió la boca para responderme, pero en eso, una chica de cabello corto y negro, con ropa deportiva quien estaba al lado de él respondió. — No sabe, nadie lo sabe. En una mansión alejada de la civilización, en alguna parte del país.

—¿Qué? — pronuncié, sintiendo latir mi corazón más fuerte.

—Shhh... No hables Susan. Sabes que no les gusta que hablemos. — La regañó un chico de unos 15 años (de hecho tenía el uniforme de su escuela) de cabello negro que estaba cerca de mí del lado derecho.

En ese momento, mis sentidos estaban más despiertos, por lo que me di cuenta que en la habitación había 5 chicas y 5 chicos (incluyéndonos a Miles y a mí) entre 13 y 18 años que estaban encadenados igual que nosotros.

—Nos secuestraron... ¿Por qué? — le preguntó Miles a la pelinegra de nombre Susan, haciendo caso omiso a lo que dijo el otro chico. — ¿Dinero? Porque no soy rico. Mi madre y yo apenas si podemos pagar las deudas que tenemos.

La chica soltó una risa. — La mayoría de los que estábamos aquí (si no es que todos), no somos de familias adineradas. Por lo que está claro que a ellos no les interesa eso.

—¿Quiénes son ellos?

—No lo sé. Sólo sabemos que son tres.

—Torturarnos y luego matarnos. — Dijo seriamente otra chica que estaba cerca de la puerta. —Hubo un silencio. — Siempre dan a entender eso cuando hablan del juego que realizarán con nosotros.

Tragué saliva.

—¿Diversión? ¿Es por eso que nos secuestraron? — Pronunció mi amigo. —¡Pero, nosotros no hemos hecho nada! — gritó con enojo.

—Nadie de nosotros. — Respondió Susan. — Así que tranquilízate y acepta la realidad.  No saldremos de aquí.

—Lo dices tan normal...

Sin palabras te diré "Te Amo" (Gay)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora