Sin palabras te diré "Te Amo" (Gay)✔️

25. Quiebre (sin editar)

Kaled

Era la primera semana de regreso a clases, y al ser considerada la semana de chocolate debido a que los profesores solo se presentan así mismos y el plan de estudios de la materia que darán en el semestre o no van porque pidieron días libres o simplemente porque no dejan tarea; por lo que soy libre de estrés por el momento.

Por eso mismo había quedado ir con Quim al cine, ya que había salido una nueva película acción que a ambos nos interesó y también porque queríamos para pasar tiempo juntos.

Ya me había arreglado, y Quim ya me había mandado un mensaje diciéndome que llegaba en 30 minutos, esperando que mis padres regresaran a mi casa antes de que llegara puesto que habían ido al supermercado a comprar algunas cosas, y yo no podía irme sin que ellos no estuvieran en la casa primero.

Me seguían tratando como un niño, pero al menos ya habíamos avanzado en que me dejaran salir con mi novio frecuentemente.

Como faltaba mucho tiempo para que Quim o mis padres llegaran a la casa, decidí subir al ático ya que necesitaba buscar un libro que me habían pedido leer y que mi papá tenía guardado en algún lugar de arriba en un estante.

Una vez arriba, a pesar del polvo y de que  había varias cajas encimadas aquí y por allá que se habían traído de mi antigua casa en Owski, no fue difícil encontrar el estante con todos los libros de mi padre.

Con la mirada, empecé a buscar el título de ese libro hasta que lo encontré. El problema fue que se encontraba muy arriba, y yo al no ser muy alto, tuve que ponerme de puntitas para alcanzarlo; no obstante, perdí el equilibrio cuando tenia el libro en la mano, ocasionando que lo soltara cuando sentí que me iba a caer de sentón.

El libro cayó en una de las cajas que había cerca, alzando el polvo de ella al chocar con lo que sea que había ahí dentro. Tosí y con mi mano traté de alejar el polvo de mi. Después de eso, abrí las tapas de la caja, y saqué el libro de ahí. Fue eso, que me sorprendió ver un portarretrato debajo de él.

Con curiosidad, lo tomé ya que en él, había una foto mía cuando tenía unos 5 años, pero eso no era lo que se me hacía raro, sino que al lado mío, había otro niño de la misma edad que yo.

Era moreno, de cabello negro corto y ojos cafés. A diferencia de mí quien estaba cruzado de brazos, haciendo pucheros mientras veía a la cámara sin lentes (ya que en ese tiempo no los necesitaba, sino hasta el primer año de secundaria ). Él se mantenía con una sonrisa en el rostro, mientras ponía un brazo alrededor de mí, como si fuéramos grandes amigos.

¿Quién eres?— pensé, y buscando más cosas adentro de la caja, encontré más fotos, solo que sin portarretratos.

En ellas, seguía teniendo 5 años, y ya sea que estaba saludando desde la ventana de lo que era una casa de árbol, jugando con unos carritos de juguete o haciendo un muñeco de nieve; el mismo niño salía junto a mí.

En cada foto, ambos parecíamos disfrutar la compañía del otro, riéndonos y divirtiéndonos juntos. Ver eso, provocó que sintiera un dolor en el pecho, pero por más que hacía memoria, no podía recordar quien era.

Al pasar las fotos una por una, en ellas se notaba nuestro crecimiento, teniendo 7,9, 11,  13, y 15 años...

Desde mi infancia, ese niño estaba conmigo. Siempre, ya que incluso en la escuela (en el kinder, primaria y secundaria), él salía en la misma foto grupal en la que yo estaba.

Fue entonces que vi en la caja una playera del uniforme de educación física con el logo de la secundaria a la que fui, la cual solo tenía 5 mensajes escritos con plumón en ella. Además de eso, había un anuario escolar de la secundaria.