Luego de años, Yeonjun vuelve a encontrarse con aquel chico al cual molestaba en primaria, pero esta vez en cuerpo de estudiante universitario. Choi no pierde el tiempo y decide avivar viejas costumbres, y comienza a molestar de nuevo al chico.
Pero...
—Al fin, vamos, hay que evitar llegar tarde, suele ir mucha gente el primer día.—dijo Taehyun al verme bajar.
—Ya pero... por lo menos deja que me ponga protector solar...—murmuré molesto, no me gustaba mucho usar camisetas de manga corta, pero sabía que me haría bien salir un poco al sol, aunque no sea de mi agrado.
—¿Protector?.—Frunció el seño y soltó un gruñido, empezando a dar saltitos en su lugar, desesperado, yo sonreí—Apúrate.
—Ahora iré más lento, gracias por la idea.—bromeé a lo que él se puso serio, sonreí cuando me quito el tubo de bloqueador de las manos para empezar a colocarlo él, de forma apresurada, pero lo hizo mucho más rápido de lo que yo lo hubiera hecho.
—Listo, ahora vamos.—me tomó del brazo para tirar de mí hacía afuera, yo como pude agarre las llaves de la casa y mi celular en el camino a la puerta.
—¿Qué vamos a hacer en la feria?.—pregunté una vez estuvimos afuera, y yo me encontraba cerrando con seguro la puerta principal.
—A mí normalmente me gusta empezar por los juegos más extremos, para luego ir a comer lo que sea, pero ahora que estas, me gustaría ir a las atracciones para dos personas, como la montaña rusa. —sonreí mientras caminaba siendo guiado por Taehyun.
—¿Por qué antes no ibas acompañando por alguien? Ya sabes... para los juegos de a dos.
—¿Acompañado de quién? Mi mamá está en Japón, mi padre sigue en New Orleans, no tengo hermanos, y mi tío es un tacaño que trabajo todo el día en el bar, y mi abuelo y, bueno, él apenas y puede pararse de una silla por su cuenta.
—¿No tienes amigos?.
—Aquí no, aparte de ti.—observé como me miro de reojo.—La gente no suele acercarse, piensan que los voy a matar o algo así.
Hasta cierto punto, entendí lo que el decía, él no era muy amable a primera vistas, pero luego, si lo conocías mas, era un ser de azúcar y luz, bueno, no a ese punto, pero sí, Taehyun es como de las mejores personas que conocí.
—Pero tu eres muy adorable ¿Por qué pensarían algo así?.—bromeé haciendo expresiones exageradas. Él me miro serio.
—Oh... cállate.
Yo simplemente reí, continuamos el camino, conversando, y bromeando entre nosotros. Dando empujones con la cadera al otro de manera constante, hasta que me caí y el después de reírse y burlarse de mí, me ayudo a levantarme.
yj.
—Te digo lo enserio, Yeonjun.—rodé los ojos por milésima vez en todo el día.—No es sano que persigas tanto al pobre chico, es acoso totalmente.
—¿Pedir tutoría es acosar, Soobin? No me cansaré de decir que últimamente estas demasiado sensible.—llegamos al puesto absurdo de lanzar dardos y explotar globos para ganarte un peluche mal cosido que tanto le gustaba a Soobin. Fui el primero en pedir un turno al llegar, mientras Soobin seguía con sus balbuceos detrás de mí.—¿A cuál crees que debería darle?.—pregunté hacía el pelimorado desteñido refiriéndome a los globos, él me miro indignado, era obvio, ya que yo lo estaba ignorando deliberadamente.
—¿No estabas escuchado?.—yo negué, y de manera despreocupada, tome uno de los dardos para empezar a calcular a cual globo darle, cerrando el ojo izquierdo y apuntando bien.—Eres todo un capullo.
A continuación yo lancé el mini-dardo, dándole a la primera a uno de los globos, ganándole un pingüino de felpa, Soobin me miro con desprecio.
—¿Jugarás todos los juegos del lugar y luego vas a obsequiar todo lo que te ganes a chicas al azar por toda la tarde?.—yo analice lo que dijo, era lo que estaba haciendo desde que llegamos aquí después de todo, y sólo para ir a la contraria de lo que el dijo, negué.
—Voy a quedarme con el pato.—Sonreí alzando alto el peluche.
Soobin me dedico una mirada escéptica.—Es un pingüino. —yo mire al objeto en mis manos, claro, era un pingüino.
—En fin... iré al siguiente juego, no te tardes en este.—me gire, dejando a Soobin en su juego, pero al girarme divise algo que a mis ojos le interesaron al momento.
Hueningkai y el enano pelirrojo, sonreí, era fantástico.
—¿Qué sucede?.—Soobin dijo cuando se colocó a mi lado, sosteniendo contento un peluche de un panda, él miro hacía donde yo, y la sonrisa se le borro de inmediato.—Ohh no...
perdón por no actualizar seguido está semana, me dieron unos cólicos horribles, no podía ni levantarme de la cama, pero ahora ya estoy bien.
Hoy es el segundo aniversario de los niños :3
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