62. Possiamo stare sempre insieme?.

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Hk.

No pude explicar lo que esa noche sentí, pero recuerdo cada emoción tan fuertemente, no entendía que era lo que en mi interior ocurría, eran tantas cosas a la vez, que no procesaba la mayor parte de estas. Luego de ese beso, vinieron cosas, y pese al alcohol ingerido, las recordaba tan bien. En este momento eran las seis de la mañana, era el día siguiente. Estaba tumbado boca a arriba mirando al techo, en compañía de un dormido Yeonjun, estábamos en su habitación.

Me giré a un lado para observar con detenimiento al chico tumbado a mi lado, aprovechando que estaba dormido. Tenia la piel brillante, pese a no ser tan lisa e inmaculada ya que vamos, ¿quién tenía la piel perfectamente lisa y tersa? Pero la de él era brillante, la luz que se colaba por la ventana se reflejaba en sus pómulos, sus labios tenían una forma tan bonita y particular, siendo rojizos naturalmente, sus mechas caían en la curvatura de su cuello, creando un lindo contraste entre su piel acaramelada. Sus párpados descansaban plácidamente, haciéndolo lucir casi angelical.

Yeonjun era lindo, eso era indiscutible.

Pero... Mirándole directamente se me escapo una pregunta en voz alta "¿Que es lo que siento por ti?" Definitivamente no estaba enamorado ni nada por el estilo. Pero estaba seguro de que si me sentía atraído por él. Pero nuevamente  ¿Que era exactamente lo que me atraía, incluso después de todo lo que me hizo?
Se supone que debería estar rencoroso y enojado. En lugar de eso, sólo me sentía triste e impotente. Maldiciendo la forma en la que se dieron las cosas.

Suspiré, agobiado ante la presión en mi pecho, producto de la impotencia, y seguidamente pase mi vista a la ventana, la luz que entraba me indicaba un día nublado y de ventiscas interesantes, advirtiendo de un día lluvioso por toda la frente. Volví a suspirar, me reincorpore, quedando sentado sobre el mullido colchón.

No puedo creer que esté en la mismísima habitación de Yeonjun, aquel chico que tanto me atormentaba en la secundaria por verte tu a saber que razones tenía para llevar las burlas y bromas tan lejos. Di una repasada general al panorama.  Era una habitación de tamaño normal, rozando lo poco espaciosa, pero más bien se debía al desorden, había pósters de bandas de rock, resople por lo cliché, pese a que no reconocía ni la mitad, deduje que eran bandas de rock. Había un tablón de corcho en donde yacían fotos de él y su banda, él de pequeño, una con sus amigos, cuando se graduó, su padre, una foto en un muy mal estado de una mujer, quien supuse que sería su madre, fotos en general, era como tablero de recuerdos.

Luego mi visión fue capturada por la guitarra encima de un puff en la esquina del cuarto. La reconocí de inmediato. Sonreí. Ya estaban varios stickers pegados a este. Terminando la inspección del lugar, decidí que ya era hora de levantarme y ver que tenía este en la cocina, ya que me estaba muriendo por comer algo.

Me sorprendió lo bien cuidada que estaba la cocina, y más lo llena que estaban los almacenes. Sin darle más rodeos, me puse a preparar unos huevos con arroz blanco. En lo que se cocina el arroz encendí el celular, esperando una trillón de mensajes de Taehyun, pero para mi sorpresa, no había más un audio. En donde recalca que tuvo que dejar el lugar por un asunto, eso lo envió antes de que saliéramos de la fiesta. Preocupado, le envié un mensaje, en donde preguntaba si todo estaba bien. Y sin esperanzas de una respuesta inmediata respondí al mensaje de mi madre en donde me preguntaba que iba a comer, le contesté con una selfie en la que se notara que estaba cocinada algo.

Un ruido me sobresaltó, una de las habitaciones contiguas se abrió, dejando ver a un hombre mayor, lo reconocí por las fotos que vi anteriormente en la habitación de Yeonjun. Él me miró curioso y yo le sonreí, y di una reverencia.

—Buenos días, Don, quiere algo de comer, estoy haciendo unos huevos con arroz—Él sonrió y asintió.

****

Yj.

Eventualmente desperté cuando la luz de la ventana me daba directo en la cara. Busque a mi acompañante en la cama y al no encontrarlo supuse que se había ido, sintiéndome un poco dolido y sin ganas, me levanté y fui al baño, me di una ducha rápida y al salir al pasillo me llamó la atención un par de voces. Nada más y nada menos que Hueningkai comiéndose unos huevos y conversando animadamente con mi padre.

Con algo de pánico me acerqué a ellos en unos shorts y y con la toalla colgando sobre los hombros.

—Buenos días, Yeonjun—Saludo mi padre quien me vio de primero ya que Hueningkai estaba de espaldas, este al oír eso se tenso un poco pero aún así se dio la vuelta y con una sonrisa cerrada me saludó. Les sonreí a ambos, saludando de igual forma.

—Veo que ya se conocieron.

—Así es, tuve el honor de conocer a este simpático amigo tuyo. No lo conocía ¿Se conocen de hace poco?–Soltó mi padre, bebiendo un sorbo de lo que sea que tenga en esa taza.

—No, es un viejo conocido, pero sí,  hablamos desde hace poco —Me tensé al sentir la mirada de Hueningkai sobre mi, le miré de reojo, viéndole disimular una sonrisa.

—Así es, por cierto... Aún no me creo que este hombre tan agradable y simpático sea tu padre, es tan opuesto a ti–Ante esto, mi padre en cuestión, soltó una ligera carcajada,  yo le dediqué una mirada de pocos amigos al castaño.

Él era portador de una pícara sonrisa, quise reírme también pero me mantuve serio y en su lugar respondí.

—Cuidado con lo que dices, estás en mi casa, podría echarte a la calle tirado del copete–Hueningkai se carcajeo, en cambio mi padre solo bufo  una sonrisa, pero pareció advertir algo de que cuidara mis palabras con la mirada, yo me encogí de hombros, y me serví una taza del que me padre estaba ofreciéndome, que resultó ser café.

—Aprovechando el lindo ambiente, hoy tengo el día libre–Entre en pánico al recordar que él generalmente cuando mi padre tenía días libres regresaba del trabajo a la noche.

—¿Qué hora regresaste ayer? –Pregunté rezando para no verme tan obvaimente nervioso.

Escuche a mi padre reir—No te preocupes por eso, el punto es que tenía planeado pasar el día contigo hoy—Levante la vista para observar la expresión que cargaba el hombre, algo en su sonrisa me causó un escalofrío—Quería ir a pescar, como en los viejos tiempos en la vieja cabaña del abuelo, ¿Que te parece la idea de acompañarnos, Hueningkai?.

Abrí los ojos de par en par.

—Un momento... ¿Cuando acordé esto? ¿Y te haz molestado en preguntarle siquiera si tenía el día libre?.

—Oh vamos, Yeonjun, no seas aburrido,  por supuesto que me encantaría ir a pescar con ustedes–Su sonrisa lo delataba, era obvio que tenía toda la intención de fastidiarme, y lo confirme cuando me miro.

—Ya esta entonces–Se puso de pie dando un ultomo sorbo a su taza de café–Empiecen a alistarse, iré a comprobar si esta todo en orden con el auto, partiremos a las tres.

Y así, salió de la casa, dejándonos solos en la cocina.

—¿Por que mierda dijiste que sí?

Hueningkai me miro como si no supiera nada y fuese de lo más inocente —¿Que hice? ¿Acaso no quieres que me vaya a divertir?—Frunci el ceño.

—¿Conmigo?.

Él simplemente sonrió abiertamente, sentí un ardor en mi pecho, o quizás fue un cosquilleo, no sé, pero si sabía que era por esa sonrisa, esa maldita sonrisa.

'di nuovo tu?' ─yeonkai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora