8. Notte di tensione.

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hk.

—Ah Taehyun-ssi no debiste. Pero te
agradezco infinitamente...—dije con pena mientras pasaba el algodón con alcohol por los pómulos de este.  Estaba muy herido.

—No fue nada, había querido hacer eso desde que vi como te trata ese imbécil—dijo sonriendo, bueno sonrisa que más bien terminó siendo una mueca, ya que le dolían los labios.

—¿Cómo puedo pagartelo?—pregunté a lo que el nego.

—Sólo mantente alejado de él está noche. Y debes ignorarlo si trata de hablarte. Mantente a mi lado—dijo con un tono entre suplicante y demandante.

Yo asentí, es lo único que podía hacer. Luego buscaría la mamera de recompesar lo que hizo por mí.

yj.

—Yoongi ha dicho que mañana volverá Jungkook—mencionó Seokjin a mi lado mientras se bebía una cerveza, otra vez. Había mencionado eso por toda la tarde.

Yo en cambio, le susurre a Namjoon de forma disimulada que le quitase la cerveza cuanto antes. Así es, el vocalista de 4to69 tenía serios problemas con la cerveza. La bebía sin escrúpulos y sin pausa.

Nuestro turno había acabado, y yo estaba nervioso y tenso, pero trataba de que no fuera tan obvio. Pero Namjoon menciono algo de que la meditación me haría bien. No podía parar de pensar en lo que pasaría, en esta noche. Se sentía la tensión y aún no había comenzado lo peor.

Lo que dijo el enano vagaba por mi mente cada tanto. Trataba como la mierda a Hueningkai. Pero es que yo, no me permitiría tratarlo bien. La verdad estaba algo avergonzado. Y ese tal Taehyun, definitivamente no me agradaba.

Luego de terminar, guardé mi vieja telecaster, me despedí de todos. Una vez afuera, en el horizonte se podía visualizar que la noche había ocurrido toda la ciudad.

Con cansados pasos me dispuse a ir a donde la facultad. Estaba pensando en que diría, que cara pondría. La verdad es que la imagen de Hueningkai en mi mente estaba en blanco, ¿Qué me pasaba con él? No lo odiaba, mi comportamiento no tenía justificación, y eso yo lo sabía, desde que era muy pequeño y simplemente me dedicaba a robarle sus bananas en el almuerzo.

¿Por qué soy así con él? El no me había hecho o dicho nada, de hecho en un comienzo simplemente él no notaba que yo estaba ahí, detrás de él, cerca, siempre estaba con una mirada agachada, temeroso de todo.

Y siempre me preguntaba ¿Por qué el dejaba que yo siempre me aprovechase de él? ¿Acaso es demasiado débil? ¿Muy patético? Sentí una rabia repentina y pateé el bote de basura más cercano a mi. Maldita sea.

Odiaba este sentimiento. Podría simplemente ignorar la presencia del castaño y pasar de él. Seguir con mi vida. Eso lo decía ahora, pero en cuánto yo lo viese, no podría simplemente ignorarlo. Y este sentimiento con los años fue creciendo, no es algo que me gustase sentir. Lo detestaba, necesitaba que él siempre supiera que yo estoy allí.

Y se convertía en un obsesivo sentimiento en mi pecho, quería golpearlo, gritarle para que viese que yo estoy ahí.

Cerré mis ojos, suspire. Tenía que calmarme.

Al abrir mis ojos, me encontré con el edificio de la Universidad. La directora, el enano y... Hueningkai ya estaban allí, esperándome. 

Suspiré, coloqué ambas manos en el bolsillo de mi saco, y fui acercándome. Y como suponía, había tensión, pero la directora ignoraba o parecía no notar eso, ya que estaba sonriendo.

—Al fin, Choi, ya pensábamos que no vendrías—dijo bromista la directora, mientras ignoraba la mirada asesina que tenía el enano en mi.

Yo le miré de la misma manera. Y de reojo vi a Hueningkai atropellar la entrada detrás de la directora. Sonreí.

—Te estaré vigilando —me amenazó el enano antes de entrar. Yo fui el último en entrar detrás de él.

Rodé los ojos.

—Bien, chicos, los dejo con el conserje, él les indicará lo que deben hacer.

Todos miramos al anciano que parecía ser extranjero. Este nos sonrió, genial le faltaban dos dientes.

Esta sería una terrible noche.

La directora se fue. El hombre empezó a darnos indicaciones con un coreano muy básico, en el que dejaba en evidencia su acento ruso.

A mi me ordenó limpiar los pizarrones y acomodar las tizas, mientras que al enano y a Kamal los envío a ordenar las sillas. Los escuchaba reír y bromear.

Me quedé estático al escuchar la voz de  Hueningkai riendo, era una risa que no se confundiría fácilmente con cualquiera, era estruendosa, eran contadas las veces en las que lo escuchaba reír así, estruje la esponja en mis manos, de pronto la sensación de vacío me inundó, su risa hacía eco en mi mente, el vacío que inicialmente sentí se dejó inundar por una extraña calidez.

Me asusté por ello y me obligue a mi mismo a borrar eso de mi mente, debo estar delirando.

'di nuovo tu?' ─yeonkai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora