7. Amaro o sobrio.

970 145 68
                                    

yj.

Me sentía tan vívido estos días, tan desestresado, feliz y flotando en aguas cristalinas, casi como un niño de nuevo. Y todo se debía a que tenía a mi querido Huening de vuelta para mi uso personal. Se que estaba mal molestarle y llevarlo a la quiebra sólo para descargar mi estrés.

Pero era tan gratificante.

Llevaba molestando al chico desde que comenzaron las clases, chocando con el apropósito en los pasillos, haciéndole zancadillas, tomándome su almuerzo, encerrándolo en el baño, cada vez que participaba en clases yo alzaba la mano para contradecir lo que decía, sin importar si lo que decía estaba bien, tal y como antes lo hacía.

Era simplemente cómico.

Y el día de hoy, estaba emocionado por ver que travesuras hacerle a mi nuevo-viejo amigo. Ayer le advertí que debía traerme dinero, ni siquiera necesitaba dinero. Simplemente me gustaba verlo alterado y con miedo de mí.

Supongo que eso no es sano para ambos lados, pero era irresistible.

—Amigo, creo seriamente que deberías dejar en paz al chico—Sugirió Soobin con cautela—Lo estas atormentado, ayer cuando te fuiste, lo dejaste llorando en el suelo.

—Y déjame adivinar... Tú fuiste corriendo a socorrerlo, ¿No es así?—Respondí con sorna. Él cree que no me he dado cuenta de lo que le pasaba con el rarito—No te estarás preocupando demasiado por un desconocido ¿Soobin-ssi?.

—No, es sólo que creo que deberás parar antes de que te metas en problemas por algo.

—Eso es muy incoherente, ¿Soobin eres tú últimamente? A ti nunca te importa meterte en problemas.

Dejé a Soobin en silencio, me miro con ironía. No me detuve a escuchar que respondía. Y me dirigí a mi siguiente clase.

****

Observé a Hueningkai dirigirse con rapidez hacía la parte desierta de la universidad con su bandeja de comida en manos. Yo obviamente empecé a seguirlo, ya que tenía algunos asuntos pendientes con él, sonreí al ver como aumentaba la velocidad de sus pasos, pero a la vez también cuidaba de no tirar ni derramar nada de lo que tenía en la bandeja. Era tan patético.

Él sabía que yo venía detrás, y sabiendo que correr no lo salvaría de nada, aún así corría, arriesgando a tirar todo.

Simplemente patético.

Mi situación con Kamal siempre había sido bastante rara, no sentía lo que llamaríamos "odio" hacía su persona. Pero a la vez se me era imposible tratarlo bien, era irresistible para mi atormentarlo cada vez que se me daba la oportunidad. Y joder, estaba consiente de que eso estaba mal, pero cuando él se cruzaba en mi camino, parecía que la poca decencia y la escasa cordura que tenía se rompía.

Luego me encontraba apretando su cuello, su rostro en mis manos, sintiéndome con todo el poder y derecho sobre él.

Observé como Kamal comía sólo en el piso, como todo un fracasado y perdedor. Sus movimientos eran cautelosos y discretos, como esperando cualquier movimiento de mi, no me miraba directamente, pero él sabía que yo estaba ahí.

—Buenos días, Kai—Dije con sorna. Él se paralizó, alzó la vista. Yo fije mi vista en su cuello, las marcas de mis dedos en su piel habían dejado huellas. Sonreí de lado—Espero que tengas lo que te pedí ayer, rarito.

Él no respondió, ni siquiera me miro por más de dos segundos. Mantenía la vista pegada hacía un punto, fruncí el ceño ¿Qué se supone se creía para ignorarme de esa manera?. Me puse a su altura, doblando las rodillas, le arrebate la bandeja de manos para colocarlo al lado algo brusco, le agarré de la camisa y lo levanté. El muy desgraciado había crecido bastante estos años, se había vuelto más "varonil", reí con burla al recordar lo delgaducho que era en secundaria.

Kamal seguía sin mirarme, incluso cerró los ojos. Ya estaba empezando a frustrarme.

Cálmate Choi, no eres un animal salvaje-Escuché en mi interior. Respire para tratar de calmarme. Le sacudí un poco para atraer su atención

—Dame el dinero, sé que lo trajiste. Dámelo—Amenazar de esta manera quizás no sea correcto, pero hoy no pensaba golpearlo, así que no creía que fuera a salirse a mayores—No quiero volver a pedírtelo, Kamal, así que ya sabes que hacer...

De pronto, fui empujado bruscamente por alguien a mis espaldas. Volteé a verlo y me encontré a un pelirrojo el cual me parecía demasiado conocido, el se encontraba observándome con desprecio. Yo sonreí, ¿Qué es esto y porque es una situación tan ridícula?.

—Déjalo en paz, Choi—Soltó repentinamente el enano. Yo me encontraba riendo incrédulo ¿De dónde había salido este?

—No te metas en los asuntos de los demás, idiota—Dije empujándole y volviendo mi atención a Kai. Quien se hallaba escondido detrás del enano, la imagen era tan graciosa porque Hueningkai era más alto que el pelirrojo. Era patético.

—No quiero problemas, así que mejor déjanos en paz—Dijo empujándome.

No podía creer que esto estuviera pasándome.

—¿"Déjanos"? ¿Quién eres tú? Simplemente decidiste meterte, no tienes nada que ver, sal de aquí, tengo asuntos que resolver con tu querido amigo.

—Soy Kang Taehyun-respondió con el mismo tono que yo utilicé—No necesitas saber detalles, simplemente entérate de que no dejaré que vuelvas a tratarlo de esa manera.

Yo reí, eso era lo más ridículo que había escuchado.

─Disculpa si sueno repetitivo pero ¿Quién eres tú como para decir eso?

El idiota esbozo una sonrisa─¿Yo? Digamos que mi apellido no es coincidencia Choi, así que te recomiendo que si no quieres quedarte desempleado obedezcas esta primera advertencia. Puedo hacer que tú y tu blandita de pacotilla pierda su puesto seguro con un chasquido de dedos.

Sentí mi pecho arder en cólera, maldito patán arrogante. Con que por eso me parecía familiar, lo había visto un par de veces merodeando en el bar detrás de las faldas de su tío.

Luego de eso, fue como si empezará a ver en rojo. Empezaron los golpes, y el tan patético de Hueningkai simplemente se aferró a la cintura del enano para que se detuviera también, sollozando como nenaza. Yo no paraba de reír mientras molía a golpes al enano. Debía admitirlo. El enano si sabía cómo dar buenos golpes.

Pero de todas maneras no era suficiente para poder conmigo.

Paramos cuando alguien del personal se interpuso, los tres fuimos a parar en la oficina.

—¡Ya no son críos! Santo cielo, los tres están en graves problemas—La directora suspiro. Sobándose la sien empezó a dictar cual era el castigo para cada uno.

Maldita mierda, lo que me faltaba.

—¡Eh..-alcé la mano—... Señorita yo tengo trabajo! ¿No podría darme otro horario que no sea después de las clases?

—Entonces los tres vendrán por la noche. Y más les vale venir a tiempo para las nueve, por que si no serán suspendidos y su graduación será atrasada o de paso suspendida también.

Jodida mierda. Fui el primero en salir, tenía el labio inferior sangrando. No fui a la enfermería como indicó en un comienzo la directora, sino que simplemente me marché y mande a la mierda todo. Llegué una hora antes al trabajo. Pero aproveché para prepararme para esa tarde y desestresarme tocando la guitarra.

Nadie se atrevió a consultarme por qué había llegado temprano. Y mejor así, porque esa tarde no mencioné ninguna palabra.

Tendría una larga noche.

'di nuovo tu?' ─yeonkai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora