'di nuovo tu?' ─yeonkai.

3. Un dolce bacio.

Esta noche tiene que ser especial.

No me cansaré de decir que será especial, estaba emocionado, y por primera vez asistiría a un baile sin la compañía de mis padres, pero en su lugar ¡Si que tendría compañía! de una hermosa y encantadora chica, la chica que me gustaba desde que era pequeño.

Estoy hablando de Yuna, una compañera de clases, ella se me había acercado bastante nerviosa para pedirme ser su acompañante en el baile que organizó la escuela por año nuevo, acepte sin dudarlo, y no he parado de pensar sobre ello toda la semana. Semana en la cual Yuna, se me había acercado bastante, almorzamos juntos, ella me acompaño a casa ¡Y me compro un helado en el parque! ¡Hasta nos tomamos una foto!.

¿Será este el comienzo de mi primer gran amor de secundaria?.

Mientas me preparaba frente al espejo, oí a mi papá entrar al cuarto, él había estado aconsejándome y se le notaba igual de emocionado que yo está noche.

—¡Mi hijo es todo un galán!—exclamó mientras me acomodaba él mismo la corbata con la que yo luchaba—Al fin eres todo un hombre, te has ligado a una muchacha encantadora, ¿eh?.

—Oh vamos... si la chica se lo ha ligado a él. Kai no hizo más que decir que sí—Menciono mi hermana Lea asomándose por la puerta, yo me sonroje y le saque la lengua, ella hizo lo mismo y se fue.

—¡Eso no importa!—Dijo mi papá, tomando la cámara instantánea que tenía colgando de su cuello, procedió  a sacarme una foto, la cual de inmediato salió por la parte de abajo—Esta será tu noche, cualquier cosa, no dudes en llamarnos, ¿Está bien?

Yo asentí con felicidad, agradecía que al menos mi padre y una de mis hermanas estuvieran para este momento. Ya que normalmente no encontrarías a nadie más a que a mí y a las señoras de la limpieza en esta casa.

Pero al parecer, mi padre se había hecho un hueco libre para esta tarde, solamente para acompañar a su "muchacho" en su gran noche. Y mi hermana también se hizo un hueco, pero exclusivamente para burlarse de mí. Nada nuevo, tampoco me molestaba, así nos llevábamos entre hermanos, o al menos entre mis hermanas y yo.

Yo estaba contento de todas maneras.

Luego de unas seiscientas mil fotos, sin exagerar, mi padre ya conforme se ofreció a darme un aventón, yo acepté y en unos treinta minutos ya estábamos estacionando en frente de la escuela, se despidió sacándome una foto más y junto con mi hermana, volvieron a arrancar el auto entre risas, mientras mi hermana Lea, me filmaba mientras se alejaban.

Negué con la cabeza y me dispuse a adentrarme, como habían mencionado en clases, la fiesta se realizaría en el patio trasero de la institución, es una enorme carpa alquilada. En la entrada estaban vendiendo rosas, a los chicos se les hacía obligación tener una rosa en mano para las acompañantes, yo lo aproveché y compre unas ya que se me había olvidado el regalo de tan emocionado que estaba. Era una bonita rosa blanca.

Después de unos cuarenta minutos, empecé a preguntarme ¿De verdad Yuna sería capaz de ilusionarme de esa manera, para luego dejarme plantado?.

¿Qué voy a hacer si Yuna no aparecía? ¿Llamarla? ¿Eso me haría ver desesperado?.

Lo único bueno era que no veía a Yeonjun por ningún lado, gracias al cielo.

Cuando ya estaba por llorar de la angustia, con un grito de susto horrible Yuna se apareció detrás de mí, ella estaba riendo, yo tenía el corazón en la mano, y los ojos abiertos y del susto.

—¡Yuna! ¡No me asustes así!—dije tratando de sonreír—¡Casi te quedas sin cita!

Ella sonrió, yo me sonroje, estaba muy apenado, ¿Qué se supone que diga ahora? ¡Oh, papá me había dicho que debía darle halagos por lo que traía puesto!.