50. Una superstar nascente.

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Yj.

Un viernes muy temprano, casi justo después de que mi papá fuera al trabajo, alguien tocó a la puerta de la casa, yo lo oí porque de milagro me encontraba orinando, al terminar, después remojarme las manos, camine medio dormido hasta la puerta que seguía siendo tocada con insistencia, esos toques tan insistentes que se mi hicieron familiares, y por supuesto, justo por eso no me sorprendió ver a Soobin parado en la puerta sonriente y demasiado despierto a comparación de mi.

—¿Qué mierdas haces aquí a esta hora? Es una jodida broma ¿Verdad? ¿Por qué estás tan sonriente, eh? —ok, eso había sido un poco brusco de mi parte, pero es que enserio no era un buen momento para visitas.

—¿Por qué mejor no preguntas por esto? —y seguidamente levantó una caja rectangular y muy angosta del suelo, fruncí el ceño.

—¿Qué es eso?.

Él sonrió satisfecho—Eso es —me dio un par de palmadas y un empujoncito para hacerse un lugar y pasar—Y esto —señaló la larga caja en sus manos—Esto es una pequeña sorpresa—me la tendió, yo dispuesto a tomarla extendí los brazos, pero la aparto al instante—Te la daré, si me dices ¿Qué fue lo que pasó entre tú y Hueningkai?

Fruncí el ceño nuevamente—¿Qué tiene que ver en todo esto? ¿Y que se supone que habría pasado?.

—A mí no me engañas, algo pasó, estoy seguro de eso—se sentó en el sofá —Así que dímelo.

—No, no lo haré —sentencié.

—¿Entonces no quieres la sorpresa?

—Mejor respóndeme tú ¿De donde carajos sacaste eso?

Soltó una risita—No te lo puedo decir, Choi —fingió revisarse las uñas, rodé los ojos, realmente no disfrutaba el secretismo—Pero quizás lo considere si me dices lo que sucedió.

Solté un resoplido, camine hasta el sofá y me senté también—¿Realmente quieres saberlo?

Soobin dejo de mirar sus uñas, y en cambio me observó a mi, atento y demasiado serio de repente.

¿Debería hacerlo?.

Cuando iba a empezar a hablar, mi celular empezo a vibrar encima del sofá, rodé los ojos, con enojo, descolgue la llamada sin fijarme en quien era.

—¿Quién molesta tan temprano?—enserio era molesto, ¿Por qué todos de repente eran tan odiosos más de lo acostumbrado?.

—Park Sungjin habla ¿Choi Yeonjun?.

Me puse serio, y recompuse mi postura, Soobin noto este cambio y trato de escuchar la conversación también.

Me rasque la garganta para generar una voz menos ronca y mañanera—El mismo, dígame ¿Qué se le ofrece?.

—Soy yo el que llama para ofrecer muchas cosas, joven ¿Tienes tiempo hoy? —sentí mi corazón acelerarse de la emoción, mis manos temblequear por la esta misma—Quiero convertirte en una superestrella en ascenso.

Una oleada de placer y felicidad entremezcladas surco mi estómago y prosiguió arrasando con mi garganta hasta llegar a escocer en mis ojos y salir en forma de lágrimas, me lleve la mano que no utilizaba a la boca. Soobin se colocó más cerca de mi para poder escuchar mejor.

—Ehh ¿Joven? —Sacudí la cabeza al caer en cuenta de me había quedado demasiado tiempo clavado en silencio.

—Si, si, por supuesto que tengo tiempo hoy ¿Adónde?.

—En el bar Starry Moon, como no, te esperaré aquí a las nueve —y colgó.

Despegue el celular de mi rostro, quedé mirando en el suelo decorado por cajillas de cigarro y latas de cerveza a semi acabar, Soobin a mi lado empezó a sacudirme al ver qué yo le ignoraba, por supuesto que no lo hacía apropósito, pero es que no me lo podía creer. Si todo salía bien, podría dejar la universidad y dedicarme a lo que tanto soñé.

Me iría lejos y no volvería nunca.

Posiblemente me unidiria en fracaso y vicios, terminaría en banca rota, y luego regresaría junto a mi padre. O quizás me quedé por allá lejos, fingiendo nunca haber existido.

Era una posibilidad, pero no tendría que ser tan pesimista.

—¡Yeonjun! —me exalte debido al grito que pegó el pelimorado justo en mi oído

—¡Ya, ya no me grites en la cara, idiota!

—Bueno no respondías, creí que tendría que golpearte para que reaccionarás... En fin, cuéntame qué pasó ¿Quién era es hombre?.

—¡No me lo vas a creer! Era Park Sungjin, uno de los sujetos importantes de los que mencioné que irían al evento que Brian organizó. Llamo para hablar, me dijo que debería ir hoy para las nueve en el bar de siempre ¿Entiendes esto, Choi?

—Es algo bueno ¿Verdad?

Rodé los ojos, ahora el que sacudía al otro por los hombros era yo—¡Por supuesto! Es la oportunidad de mi vida...

Soobin sonrió, y zafandose de mi agarre, se giró para tomar en sus manos la caja de hace rato y me la tendió en las manos, le mire sin comprender.

—Supongo que lo vas a necesitar —fruncí el ceño y sin esperar a nada, abrí a caja haciendo la suficiente fuerza como para arrancar un trozo del cartón sin quitar la cinta rosa que le cubría.

Adentro había un estuche rectangular, guiado por mi curiosidad la saqué de la caja y la abrí.

Quedé con la boca abierta al visualizar lo que había adentro, mire a Soobin con los ojos abiertos, como diciendo "¿Es una broma?" Él negó y me animo a continuar, metí mi mano en el estuche para pillar el mastil, y la saqué, y jodida mierda, que guitarra más hermosa. A diferencia de la que yo tenía, esta no era una Telecaster, esta era una Stratocaster roja, era completamente nueva, el aroma a nuevo que desprendía de sus cuerdas envío un cosquilleo por mi estómago, sin ser consciente me encontraba sonriendo de oreja a oreja después de mucho tiempo.

—¿La compraste tú? —le pregunté con un tono reprendiente. Él negó con una sonrisilla traviesa—¿Quién fue sino?

—No te lo voy a decir —se cruzó de brazos y continuó con esa sonrisa.

Rodé los ojos. Más secretismo.

—Como sea, ya conseguiré sacarte algo —le reste importancia y continúe admirando la preciosidad en mis manos.










Por si les cuesta ubicar una imagen para las guitarras acá dejo unas fotos (´-﹏-';)

Telecaster

Stratocaster

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Stratocaster

Stratocaster

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'di nuovo tu?' ─yeonkai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora