'di nuovo tu?' ─yeonkai.

12. Distanza travolgente.

hk.

No procesaba con claridad lo que había hecho, tenía una estática en mi mente resonando desde que salí corriendo. Simplemente tomé mis cosas y salí corriendo, tantas eran mis prisas por dejar el lugar y abandonar el riesgo de encontrarme de nuevo con Yeonjun por los pasillos que me olvidé completamente de Taehyun. Razón por la cuál él se encontraba en la puerta de mi casa preocupado y molesto haciendo preguntas a las cuales no había respondido.

Le invité a pasar.

Con lágrimas de vergüenza y confusión hice que tomará haciendo en el sofá de la sala. Él, bastante preocupado, hacía muchas preguntas, luego me abrazó tratando de calmarme. Yo aprecie eso. Quizás él se merecía saber la verdad.

Secando mis lágrimas le confesé lo que había estado pasando desde aquel día en el castigo. Y sobre las nuevas costumbres que Yeonjun había estado teniendo. También le comenté, con mucha vergüenza, la razón por la cuál vine antes y corriendo que el.

Él estaba muy molesto con Yeonjun.

—... Él es un idiota sin escrúpulos —dijo alterado— Sigo insistiendo en que tenemos que quemar esa fea y vieja guitarra que tiene, denunciarlo... Tienes que hacer algo, no puede quedarse sin consecuencias.

Yo negué sonriendo algo decaído. Él bajo los hombros mirándome.

—Ahg... No me imagino lo desagradable que pudo haber sido pasar por eso—Susurró colocando su mano en mi hombro—Digo... estamos hablando de besar a Yeonjun, creo seriamente que debiste patearle en las bolas.

—No dejaba que me moviera.

—Que hijo de puta —gruño frustrado—No tenía idea que él era... gay—dijo un tanto más bajo, cuidando de sus palabras—... No es que tenga algo en contra, sólo que el tiene pinta de ser el típico estereotipo de imbécil casanova, hasta toca la guitarra y está en una banda.

—Él me dijo... que los chicos le dan asco— murmuré.

Taehyun quedó callado. Pensando.

—Entonces, él tiene algo así como... ¿Una fijación rara contigo?—él pronunció esas palabras con algo de asco.

—No, no, no...—respondí algo alterado, él me detestaba, no había posibilidad de que el tuviera algo raro conmigo—... de hecho él me dijo varias veces de que sólo lo hace para molestarme.

—¿Entonces besarte fue también para molestarte?—preguntó enarcando las cejas, mirándome demasiado fijo. Estaba nervioso, me sentía juzgado. Taehyun, con sus manos levantó mi mentón, inclinándolo un poco, dejando a su vista mi cuello— No puedo creerlo... ¿Él hizo esto también?.- dijo con algo de coraje.

Sentí mi rostro arder, asentí apenado.

Hablamos una hora entera de ese tema, luego él con la intención de animarme, prendió la televisión y puso "Piratas del Caribe" Sabía que esas películas me gustaban. Otra hora después recibió una llamada de su tío.

—Tío... ¿Qué sucede?—preguntó, con la vista clavada en la pantalla de la televisión, mientras se llevaba una papá frita a la boca—Ah... lo siento por eso ¿Qué...? Te he dicho que lo deje encima del refrigerador, ¿Cómo que no?. Ahg ok, ok ya voy— colgó molestó—Tengo que irme, Hueningie.

Asentí algo decaído, iba a estar sólo de nuevo.

Cuando quede solo, seguí viendo la película. Realmente me sentía algo mejor después de una tarde con Taehyun, él me dió un par de consejos, me dijo que ignorará a Yeonjun y que debía  evitarlo lo más que podía. Él prometió no volver a dejarme sólo. Él también me compro una pizza y una botella llena de jugo de uva.

Decidí que sería buena idea dejar el sofá para levantarme e ir al baño, al principio sólo iba a darme una ducha rápida, y luego cambie de opinión y empecé a llenar la bañera, tirando una de esas bombas con colores bonitos y ricos olores al agua. Eran de mis hermanas, pero a ellas no les importaría que yo las usará.

Cuando por fin la tina se llenó, quité mis prendas con apuro. Enserio necesitaba de un buen momento relajante para mí.

Una vez adentro, suspiré.

 El agua estaba tibia, sentí mis omoplatos destensarse. La bomba de baño que había puesto era de color rosa, y olía como era de esperarse a rosas, quizás con algo de frutillas.

Casualmente también recibí una llamada también esa noche, pensé en un primer instante que se trataría de mi madre, mi padre, quizás mis hermanas, o hasta consideré la opción de que fuera Taehyun, llamándome para avisarme que quizás que se había olvidado de algo. Pero era un número desconocido. Fruncí el ceño. 

Cuando atendí al llamado, distinguí una familiar risa del otro lado.
—¿Hola?— pregunté a la persona que seguía riendo del otro lado.

—¡Hola, hueningie! ¿Qué tal todo?—quedé estático en la tina, no puedo creerlo, aquella voz... ¿Podría ser?—¿Te acuerdas de mí? ¡Soy Christopher!.