1. Primo giorno e riunione.

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Comenzando un nuevo año en la Universidad, una maldita mierda, hacía un calor digno del mismísimo infierno, y realmente no tenía ganas de soportar el tedioso discurso de bienvenida que siempre hacían en el primer día, por eso es que hoy voy sin prisas de camino a la universidad, era el inicio de un semestre más de torturas.

Estaba a una cuadra de llegar a la Universidad cuando un viejo amigo me atropella desde atrás, colgándose de mis hombros con camaradería, le dejo caer al suelo mientras ríe como idiota.

—Eso fue muy brusco, cabron —Ese es Choi Soobin, un carismático jugador apasionado de hockey y estudiante de economía, nos conocimos cuando ambos éramos aún novatos, y tuvimos que soportar las pruebas pesadas de los seniors. Nos volvimos cercanos desde entonces.

—¿Con qué derecho dices eso? Tú me atropellaste desde atrás como si pesaras lo mismo que una almohada —Él soltó una carcajada ligera, mientras se volvía a colgar la mochila al hombro.

—Que sensible estas, Yeonjun. Apuesto a que será muy fácil ganarte una ronda de pulseadas —Esta vez el que se carcajeo fui yo. Eso era casi imposible, yo era básicamente un profesional en las luchitas y pulseadas, nadie a la fecha me ha ganado. Ni siquiera Beomgyu, quien estaba bastante en forma podía ganarme.

—No me digan que están llegando tarde a propósito—Hablando del Rey de Roma, llegó junto a nosotros por detrás y nos dio a ambos una palmada en el hombro.

—¿Donde quedaron tus modales? —Respondió Soobin, frunciendo el ceño indignado.

—¿Desde cuándo te importan las formalidades? —Escuchamos a alguien decir desde atrás, los tres giramos y nos encontramos con Lee Jihoon, o mejor conocido por nosotros como... Woozi. Un chico que iba en la misma carrera que yo.

—¡Oh, miren! El gran Woozi, iluminando con su imponente presencia —dijo Beomgyu queriendo acariciarle el pelo como si de un perro se tratase, recibió un empujón que lo hizo caer al suelo, éste desde el suelo, empezó a carcajearse.

Sí, este trío de tontos eran mis amigos, se veían como unos idiotas, de esos llevaditos que molestan en los pasillos y que cuando se juntaban nadie los aguantaba, quizás lo eran, quizás tampoco sean inteligentes, pero al menos son divertidos, es la masa de conocidos cercanos que pude lograr en mis tres años en esta universidad, y tampoco me quejaba, no necesitaba más realmente.

Llegamos a la Universidad con una amena conversación, poniéndonos al día sobre nuestras vacaciones, haciéndonos bromas entre nosotros, llegamos felices y como era de esperarse, llegamos tarde, pero felices de habernos perdido el discurso eterno de bienvenida, con astucia, nos dirigimos por la entrada trasera del edificio, que daba con un vacío pasillo donde se encontraban los salones de química, los directores aún no se habían percatado que la entrada exclusiva "para empleados" tenía un cerradura rota, y gracias a eso entramos y nos ahorramos mucho más tiempo y estres.

Descubrimos esa entrada cuando en los exámenes recuperatorios, Soobin, Beomgyu y yo, tuvimos que ayudar a Woozi a cruzar porque había llegado tarde y necesitaba rendir con urgencia.

Nos despedimos de los demás, el resto fueron a sus respectivas clases, mientras que yo y Woozi, nos dirigimos sin prisa a nuestro salón, acordamos que nos reuniriamos más tarde en la cafetería, para charlar y pasar el rato.

De camino Woozi me comentaba lo difícil que era tratar con su nueva madrastra, y que su padre le obligaba a convivir "en familia" todos los días, mencionó que era una tortura. Él dijo todo eso con la esperanza de que yo le diera algún consejo, yo en cambio, terminé soltando unas buenas carcajadas, riéndome al menos, por que soltar un par de consejos astutos sobre problemas familiares no iban conmigo.

Cuando llegamos a la entrada de nuestro salón, nos encontramos con una muy grata sorpresa.

Resulta que no fuimos los únicos en llegar tarde esa vez.

—¡Lo siento tanto! Juro que no volverá a pasar, mi padre manejaba con prisa y se le descompuso una rueda... —Suplicaba el sujeto de cabellera castaña de manera algo desesperada, escuché a Woozi reírse de la situación y mencionando algo; algo que no escuché. En cambio; observaba el rostro del castaño. Su perfil me resulta familiar, trayendo miles de recuerdos a mi mente.

Pero que graciosa es la vida...

'di nuovo tu?' ─yeonkai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora