19. Semplicemente non può essere!

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—Eh... Señora, Kim, no creo que sea buena idea poner a estos dos juntos por más de un minuto. ¿Es que no se acuerda de la vez pasada? —Observé a Taehyun rascarse la sien con frustración. Llevaba discutiendo con la directora del tema por dos o tres minutos, yo no me había involucrado en la conversación aún, a pesar de que el tema si me involucraba a mí.

Si, lo sé, soy un cobarde.

—Pero dígame usted... ¿Qué debería hacer yo? Él fue el que se presentó aquí, exclusivamente  para pedir un tutor, no estoy en posición de negarme, Kang—respondió la directora mientras se acercaba a la puerta, para proceder a abrirla—Ya no quiero seguir discutiendo del tema, tengo trabajos y reuniones que atender, agradecería que se marcharán ya.

—Pero... —Taehyun no pudo continuar con lo que iba a decir, debido a que yo le tome del brazo y lo mire, rogándole, intentando darle a entender que ya dejase el tema por la paz. Él soltó un bufido, pero al final de cuentas, se calló.

—Gracias de todos modos por avisarme, Señorita Kim—hablé por fin, la atención de la mujer se centró en mí y ablando el semblante, asintió sonriendo vagamente y señaló hacía la puerta, yo fui el que asentí está vez. Miré hacía mi amigo, y aferrándome a su brazo, tire suavemente de este—Vamos, Taehyun—Susurre.

Él empezó a caminar, y al salir, fui yo el único que se despidió de la directora, Taehyun se encontraba serio, mirando sus pies al caminar, yo seguí aferrado a su brazo con mi derecha, mientras sujetaba la tira de mi bolso con la izquierda.

—Hueningkai... —dijo Taehyun, en un tono apagado, le miré, preocupado, su rojo cabello cubría parte de su cara, en especial sus ojos, él seguía mirando hacía el suelo. Yo hice un sonido con la garganta, haciéndole entender que le escuchaba—... Si llega a intentar algo... por favor, golpéalo, no tengas ningún tipo de piedad y llámame ¿Sí?.

Escuché su voz quebrarse por un momento, sentí mi pecho doler al oírlo de esa manera. A veces me preguntaba si yo merecía algo como la amistad de Taehyun, él era sin dudas el mejor amigo que podría haber tenido. Sonreí lo más que pude y solté su brazo, para darle un abrazo, él no dijo ni hizo nada.

—Gracias por preocuparte por mi Taehyun—susurre en medio del abrazo, con la cara enterrada en su hombro.

—Odio preocuparme tan seguido ¿Sabes?—me reí por lo que dijo.

A lo que él, para nada divertido, dijo;
—Lo digo en serio —me dio un golpecito en el hombro y yo volví a reír.

Al separarme del abrazo, le di unas palmaditas en la espalda, intentando animarle.

—Te prometo que sobreviviré —Siempre lograba sobrevivir y superar todo con respecto a Yeonjun, por lo que unos meses más no eran la gran cosa.

—Eso espero.

Y sin más, ambos empezamos a caminar, charlando y riendo, con dirección a mi casa, donde veríamos unas películas y comeríamos algo, para que luego, él se despidiera para irse a su casa, la rutina de siempre.

Amaba esa rutina. Él siempre me dejaba elegir las películas.

***

yj.

—Apestas, de nuevo —escuché decir a Nayeon, levanté la cabeza para mirarle sin ganas—Deberías hacer algo con eso —dijo apuntando a las copas que había echado al suelo por accidente debido a la borrachera—Yo no pienso recogerlo, ya tuve suficiente de tu estupidez.

—No quiero otra de tus charlas, Nayeon —volví a recostar mi cabeza por mi ante brazo en la barra del bar—Además... Yoongi y Jin están aquí al lado de mí y no les dices nada —mencioné apuntando al par de hombres ebrios que reían y berreaban cosas sin sentido.

—Sólo te digo esto a ti, por que tu aún eres joven -respondió ella, mientras limpiaba algunas copas—Ellos... —se les quedo mirando, soltó un chasquido—... Ellos ya no tienen caso.

—¿Y yo no estoy metido en mierda suficiente o que? —ella negó.

—Aún eres joven —Volvió a repetir, siguió con su charla, deje de escucharla. Era la misma de siempre en realidad. Siempre me decía algo por el estilo, "Eres muy joven para desperdiciar tu vida en un bar" "Aún estas a tiempo" " Ponte a estudiar" y mierda exageradas como esa. Digo, tampoco era de emborracharme todo los días, como Seokjin, día de por medio, quizás sí, pero nunca pasaba esa línea—...Y por eso creo que deberías dejar de tomar.

Iba a responderle que no me importaba y que dejará de mencionarlo, pero las puertas del bar se abrieron con brusquedad, en la entrada estaba un muy agresivo y molesto Jeon Jungkook, ebrio, por sobre todo. Nayeon y yo, quienes teníamos un vago conocimiento de la situación, ya sabíamos de ante mano que habría una pelea. Ya que Seokjin y Yoongi estaban en la barra, de buen rollo, y demasiados felices para que le agradará a cierto castaño.

Me acomode para ver el espectáculo, Nayeon se encontraba preocupada, pero tampoco hizo nada, ya que sería inútil, así que sólo dejo de que las cosas acabarán por si solas.

Y vaya que todo acabo mal, que la verdad hubiera sido mejor que Nayeon, hubiese interferido.

—¡Con que aquí estabas!—dijo en un grito, dirigiéndose a Yoongi, quien rodó los ojos, y descaradamente decidió ignorarlo, continuando con su trago, Seokjin por otro lado, fingió no haber escuchado nada y también siguió tomando sin siquiera ver a los ojos al guitarrista—Y con este imbécil...

Yoongi continuó ignorándolo, cosa que parecía molestar de sobre manera al chico, yo sonreí. Era divertido hasta cierto punto, vamos, todos estaban todos ebrios, uno reclamaba gritando con cólera, mientras los otros dos lo ignoraban cruelmente, como si no estuviera ahí realmente.

—¡Hazme caso, Yoongi! —Jungkook empezó a sacudir de los hombros al pálido, quien indignado por esa acción, lanzó lo que quedaba en su botella al rostro del guitarrista.

Lo que empeoró todo, fue que, Seokjin empezó a reírse de Jungkook muy descaradamente y sin vergüenza, digo, él era él que se estaba metiendo en la relación sin reparos, y encima se reía de la situación. Yo también hubiera hecho lo que hizo el castaño, yo también me hubiera lanzado como un toro por el imbécil, y así empezó una larga, larga pelea a base de golpes. Donde Yoongi gritaba tratando de separarlos, y la otra gentuza ebria del bar aplaudían y abucheaban a la vez, rodé los ojos. Nayeon estaba comiéndose las uñas del estrés y yo, ya harto de la situación me bebí lo último que quedaba en la botella y me levanté, dispuesto a irme.

Hasta que, sucedió.

—¡Ya déjalo en paz, Jungkook! ¿¡Te cuesta entender que ya no quiero estar contigo!? —Yoongi había logrado separarlos. Estaba rojo de la ira, y tenía los nudillos lastimados, y al ser baterista, eso eran muy malas noticias.

—¡Estás mintiendo! Tu sólo sigues molesto por lo de Jimin, ¿no es así? —dijo desesperado, y necesitado de aire, su nariz estaba sangrando, al igual que sus nudillos, cayó de rodillas al suelo—¿¡Cuantas veces tengo que disculparme!?.

—¡Jamás pedí que te disculparás! —Reprochó el pálido, poniéndose de pie, observando con una mirada asesina al castaño quien derramaba lágrimas arrodillado en el suelo—¡Sólo déjame en paz, maldita sea! —los murmuros de las personas ebrias de ese lugar se hicieron escuchar. Yoongi tomó de la muñeca a Seokjin, para arrastrarlo hacía la puerta y salir, dejando al castaño, quien se veía miserable, tirado en el suelo.

Mirándolo con lástima, me acerqué a él, lloraba y se lamentaba en el suelo, estaba ebrio hasta las cejas, tenía heridas de la reciente pelea sangrando en la cara y manos, miserable.

Doble mis rodillas para quedar a la altura del castaño, y aplicando todas mis fuerzas, logré levantarlo, rodeando su brazo menos herido por mis hombros, sujetando. El a duras penas logró ponerse de pie, y eso que yo le tenía sujetado.

Murmuraba cosas sin sentido.

Como pude, me despedí de Nayeon, quien me miraba como si estuviese haciendo un milagro.

—Vamos, perdedor...—dije, arrastrándolo.

Sentía que sería una larga noche.


'di nuovo tu?' ─yeonkai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora