jay.

3.8K 254 9
                                    

Te levantaste una vez más del sofá, mientras frotabas tus manos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Te levantaste una vez más del sofá, mientras frotabas tus manos. Comenzaste a dar vueltas por la habitación, intentando calmarte.

Después de unos segundos, paraste en seco. Cerraste los ojos y soltaste un pesado suspiro, dejando - o intentando - soltar todos los nervios que sentias.

Recién habías llegado de trabajar. Eras inspectora de policía, al igual que tu marido. Los dos estaban en una buena posición, por lo que no solían coincidir en casos ya que cada uno solía estar a cargo de uno diferente.

Aunque cuando se conocieron todavía eran nuevos en la comisaría y de hecho, coincidan en todos los casos.

El caso es que aquel día habías salido antes, como de costumbre. Seguramente Jay, osea tu marido, seguiría trabajando en algún caso. Todavía recuerdas vuestra boda, todos los veteranos en la comisaría asistieron. Fue gracioso verlos borrachos, aunque no cambiaron mucho su forma de ser. En la comisaría siempre había buen ambiente.

Revisaste la hora y te diste cuenta de que Jay ya debería de estar por llegar. Mordiste tus uñas, para después correr rápidamente hacia la mesita de noche que daba a tu lado de la cama. Ahí solías guardar tus cosas, mientras que Jay guardaba las suyas en el otro mueble.

Abriste el cajón y buscaste la prueba rápidamente. Cuando lo sacaste, lo revistaste una vez más. Habían dos rayas, no habían fallas.

Entonces escuchaste la puerta y escuchaste la voz de Jay despidiéndose de alguien, seguramente algún vecino. Cerraste de un golpe tosco el cajón, tal vez demasiado fuerte.

- ¿Cariño? - escuchaste como llamaba, seguramente preocupado por el golpe.

- ¡Estoy bien! - lo calmaste, levantandote del suelo para luego guardar la prueba en tu bolsillo. Luego fuiste rápidamente hacia la puerta y la abriste.

Cuando la abriste te encontraste con un Jay apunto de hacer lo mismo que tú. Te sonrió y sonreíste también, olvidandote de tus nervios.

Rápidamente dejó un beso sobre tus labios y caminó hacia la cama. Sacó su chaqueta y la colgó en el armario para después mirarte.

- ¿Estás bien? - preguntó, mirándote.

- Sí, claro. - sonreíste. - ¿Podemos hablar? - preguntaste y el asintió, extendiendo su mano hacia ti.

Tomaste su mano y él las entrelazó para después acercarte a él. Se sentó en la cama y a ti sobre su regazo.

- Dime, ¿qué pasa? - musitó contra tu cuello, cerrando los ojos, aspirando tu aroma. - Te extrañe...

Sonreíste ante su confesión, para después jugar con tus manos, buscando las palabras.

- Yo también... Y bueno.. - cuando el contrario se percató del movimiento de tus manos nerviosas, tomó una de ellas, intentando calmarte. - Hay algo que tengo que mostrarte. - dijiste al fin, algo más firme.

- Claro, inspectora. Dime. - burló él, al ver que habías usado un tono rudo como el que usabas en tus interrogatorios.

Ignoraste su broma y te levantaste de su regazo. Rebuscaste en el bolsillo trasero de tus pantalones y después de unos segundos sacaste la prueba mostrándosela a Jay.

La cara de este cambió totalmente.

- Esto... Seremos padres, Jay... - murmuraste, señalando las dos rayas que se veían en la prueba de embarazo.

Jay se levantó de la cama y tomó la prueba de embarazado entre sus propias manos. Como si no se esperará eso o si quiera se lo creyera.

Después pasó a mirarte, llevando una de sus manos a su boca sorprendido. Se notaba sin palabras.

Rápidamente te envolvió entre sus brazos sin soltar la prueba de sus manos. Tus ojos se aguaron levemente al sentir los brazos contrarios abrazarte con cariño.

- Yo.. - dijo, con la voz algo quebrada, separandote de él.

Bajó lentamente una mano hasta tu panza, reíste enternecida, aunque lágrimas caían de tus mejillas.

Jay dejó leves caricias sobre tu vientre, con una sonrisa, mientras reprimía las lágrimas.

- Te quiero. - dijo, por fin, volviendo a mirarte. - Y a ti también... - dijo volviendo a tu panza y no pudiste evitar reír de nuevo.

- También te queremos. - lo abrazaste y después de unos segundos correspondió a tu abrazo.

- No sabes las ganas que tengo de decirles a todos que seremos padres. - lo notaste sonreír y por ende tu también lo hiciste.

Sin duda serían una familia muy feliz.

[ . . . ]

Perdón por la tardanza ho_min_seok, tmb perdón si le di mi toque y no quedó bien bien como esperabas JALDHAKA
igual espero que te haya gustado síp.

› ENHYPEN CONTENT. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora