ni-ki.

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Ni-ki caminaba tranquilo hacia la escuela, era lunes de nuevo

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Ni-ki caminaba tranquilo hacia la escuela, era lunes de nuevo. Suspiro pesado pensando en que los exámenes finales se acercaban y que él odiaba esa época.

Aunque en su mente, iba pensando en que al menos iba a verla a ella - algo que nunca admitiría en voz alta-. No había tenido noticias de ella en toda el fin de semana. Normalmente solían verse e iban a hacer cosas juntos, como todas las parejas de su edad. Pero aquel fin de semana no. Ni siquiera había contestado sus mensajes.

Al llegar a la entrada se apoyó en la pared rocosa para esperarla, mientras que todos los alumnos entraban. Miró su reloj, al ver que los alumnos que entraban iban desvaneciendo, y vió que se estaba haciendo tarde.

Frunció el ceño y buscó con la mirada a su novia. No la vió. Siguió esperando hasta que tan solo quedaban unos pocos minutos para que las clases comenzaran.

Sacó su teléfono decidido a llamarla, comenzaba a preocuparse. Marcó el número y llevó el aparato a su oreja, volvió a buscar con la mirada y entonces la vió. Cabizbaja, caminando lentamente y pateando todo lo que tenía a su alcance.

Frunció el ceño extrañado y colgó la llamada. Guardó su teléfono y se encaminó hacia ella, ya que se dio cuenta de que si dejaba que ella llegará a él estarían allí años.

Al llegar a ella, la contraria subió la mirada. Se sorprendió de ver a Ni-ki ahí y dio un paso hacia atrás, poniendo una mano sobre su boca y la otra la extendió hacia Ni-ki para que no se acercara.

- ¿Qué haces? - preguntó ignorando que el timbre de la primera clase, acababa de sonar.

- Nada. - dijo la contraria sin apartar la mano de sus labios.

El rubio volvió a fruncir el ceño.

- ¿Y por qué tapas tu boca? - preguntó entonces, agarrando su muñeca para intentar ver que pasaba.

- ¡Por nada! - forcejeó aunque sabía que el contrario tenía más fuerza.

Viendo como perdía la batalla, la chica, dio un paso hacia atrás alejándose de él.

- Vamos, ¿qué te pasa? ¿te hice enfadar por algo? Perdón, no sabía que te había hecho enfadar.

- No es eso. - contestó ella.

- ¿Y entonces? ¿Quieres que terminemos?

- ¡No!

- Ah... - murmuró algo aliviado el rubio, sin dejar de mirarla. - ¿Entonces? ¿No confías en mí?

- Es que... - murmuró la contraria, desviando la mirada.

- Agh, ¿que le pasa a tus labios? - preguntó viéndola.

Después de unos segundos, dejó ir un suspiro y por fin separó la mano de su boca.

A Ni-ki no le pareció ver nada extraño en la bonita cara de su amada, hasta que esta mostro sus dientes.

Soltó una risa al darse cuenta del problema.

A la menor la habían implantado brackets. De hecho la hacia ver mucho más tierna que antes.

- ¿De qué te ríes? - lloriqueó ella.

- ¿Por qué no querías enseñarme eso? - preguntó el rubio, sin poder dejar de reír.

- Tal vez porque te estas burlando de mí, uh. - dijo, dándole una mala mirada.

- Ya, ya... - relajó su risa, mirándola. Volvió a observar los aparatos y se dio cuenta de que eran de colores y le dio aún más ternura. - No, de verdad, ¿por qué no querías enseñarmelo? - dijo, tornándose más serio, pues esperaba no escuchar la respuesta qué estaba esperando.

- Es que... Bueno... - la contraria, desvío la mirada una vez más, pareciendo nerviosa, mientras que Ni-Ki esperaba una respuesta. - Yo pensaba que... Bueno, ya sabes... Que no te gustaría.

Ni-ki suspiró al oír lo único que no quería. No sabía que había hecho mal para que ella pensara de esa forma.

- Tssk. - dijo Ni-ki, desviando también la mirada hacia otro lugar, con un leve sonrojo. - Me gustas, da igual si te ponen brackets, si decides cortar tu cabello o si comienzas a maquillarte, me gustas por como eres y quién eres. - dijo sin siquiera mirarla.

La contraria devolvió la mirada al chico y se dio cuenta de su sonrojo. Sonrió feliz, mostrando tranquilamente sus aparatos. Cuando Ni-ki volvió a mirarla vió la viva imagen de un cachorrito y no pudo evitar sonrojarse aún más.

- Te quiero, Ni-ki~~ - canturreo la pelinegra, abalazandose sobre él, por lo que Ni-ki la envolvió correspondiendo a su abrazo con una pequeña sonrisa.

- Sí... Yo también.. - murmuró bajito, cosa que hizo sonreír a la chica. - Pero se nos hizo tarde.

- ¡Oh, no! La señorita Moon va a matarnos.

[ . . . ]

Para que no se quejen de que no actualice en mucho tiempo les traje tres actualizaciones seguidas, no se quejen ok 😾
bue venía a avisar de q subí una historia con sunghoon así q si quieren leerla vayan a mi perfil 🏃‍♀️
NataSalazar4 espero haber cumplido con tus expectativas y q te haya gustado <3333
después de esto subiré la segunda parte del capítulo de Jay huérfano 😩👍, y después el de HeeSeung mago q se roba tu corazón 🤝

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