24

1.7K 99 4
                                    

ALEXANDRE

Me toma más de media hora conseguir la maldita botella de agua. He tenido que pasar entre la gente a base de empujones e insultos, pero por fin he conseguido comprar la botella, espero que para cuando vuelva con Olivia, quiera marcharse. No aguanto un minuto más aquí.

Estoy cansado y quiero dormir, y sé que si la dejo con Joseph y Danna, por mucho que ella les importe, no le van a traer nada bueno.

–Tienes que estar con él porque es un chico increíble, es atento, es amable y muy divertido. Joey, eres como un hermano para mí –dice Olivia. Tiene una voz extraña.

–Tú también eres como una hermana para mí, bonita –Joseph pasa su brazo por sus hombros, abrazándola con fuerza, lo que provoca la risa de Olivia.

–Liv –la llamo. No parece haber notado mi presencia.

–Alex, has vuelto –se abalanza sobre mí, abrazándome por el cuello.

Parece un pequeño koala ebrio.

El tenerla tan cerca provoca una agradable reacción en mí, que desaparece cuando huelo algo en su aliento que me es extrañamente familiar. Cuando caigo en la cuenta, la separo bruscamente, agarrando su rostro y fijando mis ojos en los suyos.

–Has fumado María –una risita tonta escapa de sus labios, que me confirma lo que me temo.

Odio tener razón en estos momentos.

–¿Cómo lo has sabido?

–No, esa no es la pregunta, la pregunta es, ¿cómo coño se te ocurre fumar esa mierda? –estoy extremadamente molesto con ella ahora mismo.

A esto me refería cuando decía que Joseph no era una buena influencia, lo sé, porque yo tampoco lo fui en su momento, y me arrepiento mucho de haberlo sido, por eso dejé de tomar malas decisiones.

–Bueno, es que si no me dejas beber... –pone una excusa estúpida.

–Joder Olivia, ¿sabes lo malo que es mezclar alcohol con droga? ¿Sabes los efectos secundarios que tiene? –sus pupilas están dilatadas, su pelo se pega a su frente a causa del sudor –Nos vamos a casa, ahora mismo.

–No. Quiero divertirme. ¿Por qué no te vas tú? Estaba muy bien hasta que has llegado, no has dejado de prohibirme hacer cosas desde que me has encontrado. Eres un aguafiestas.

–Está claro que no eres consciente de lo que haces, da gracias a que mañana no tienes que trabajar, porque vas a querer morirte, si ya es mala una resaca por alcohol, imagínate por las drogas.

–Deja de comportarte como mi padre, ¿quieres? Pobre de tus hijos cuando los tengas.

–Mis hijos no van a ser tan irresponsables como tú.

–¿Por qué no te vas con la zorra con la que has estado todo el día? –exclama molesta. Sus palabras me sorprenden.

¿De quién demonios está hablando ahora? Miro a Joseph, que se encoge de hombros, es entonces cuando recuerdo donde he estado.

–Abby no es ninguna zorra.

–Me importa una mierda, vete con ella y deja de joder.

–Olivia...

–¿Por qué te importa tanto que beba? ¿O que fume? ¿Por qué no dejas que me divierta?

–Porque ese tipo de diversión no trae nada bueno, joder. Créeme cuando te lo digo, yo también sentía lo mismo que tú, yo también pensaba que necesitaba drogarme para divertirme, pero eso no es así, tú no eres así. ¿Por qué lo has hecho?

Como Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora