8

1.7K 90 8
                                    

OLIVIA

Cuando llegamos al apartamento, después de un trayecto de lo más incómodo y silencioso, siento que la tensión puede cortarse con un cuchillo. Connor nos mira desde el sofá cuando entramos y al instante se percata del cabreo de mi acompañante, que ni siquiera se ha molestado en ocultarlo.

–Aunque sé que no es una novedad que Alex esté enfadado, voy a preguntar. ¿Qué ha pasado? –pregunta con un suspiro cansado, como si no fuese la primera vez que tuviera que lidiar con uno de sus enfados.

–Taylor –sus ojos brillan con ira al pronunciar su nombre, una prueba más que me indica el odio que debe sentir por esa chica.

Alex puede resultar bastante intimidante cuando está cabreado. Parece más alto, mucho más fuerte. Tiene la respiración acelerada y sé que es por el esfuerzo que está haciendo para no terminar de explotar. Está claro que necesita desahogarse de alguna forma, y me temo que, como no exprese su cabreo cuanto antes, tanto Connor como yo seremos quien tengamos que soportarlo. Ahora mismo Alex es como una bomba con cuenta atrás.

–Oh –me siento junto a Connor y suelto un suspiro.

–¿Quién es esa chica? –le susurro, con la intención de que Alex no se entere, pero fallo con mi propósito cuando lo veo dedicarme una mirada que hasta podría haber intimidado al presidente de Estados Unidos. Me encojo en mi sitio y noto cómo Connor pasa su brazo por mis hombros.

–¿Y a ti que coño te importa? ¿Crees que puedes entrar en mi apartamento y creer que tienes el poder de conocer el pasado de las personas que conoces hace dos días? –abro la boca, mirándolo incrédula y conteniéndome para no mandarlo a la puñetera mierda.

–No le gusta que mencionen a su exnovia. Esa chica está muerta para él, y haberla visto después de todo lo que pasó ha causado esa reacción. Se suponía que se había mudado a Italia, pero al parecer ha vuelto.

–Oh... –miro a Alex caminar furioso hacia su habitación y cerrar la puerta de golpe– ¿Esa chica es de la que me hablaste? Que lo cambió o algo así, ¿no?

–Exacto –asiente dándome la razón. Eso despierta mi curiosidad.

–¿Y qué le hizo?

–Eso es un tema que a mí no me incumbe, ¿no crees? Creo que es algo que te debería de contar Alex.

–Entonces jamás me lo contará –me encojo de hombros y suspiro–. ¿Qué pasa con la fiesta, Alex? –grito para que me escuche, girándome para mirar la puerta cerrada de su habitación.

–No quiero ir a ninguna maldita fiesta –grita en respuesta y escucho algo caerse al suelo para después romperse.

–¿Una fiesta por qué? ¿Qué me he perdido?

–He tenido una entrevista de trabajo y me han contratado, Alex dijo que podíamos celebrarlo, pero ahora que no quiere venir... Supongo que llamaré a Danna y lo celebraremos las dos solas.

–Yo me quiero apuntar, ¿puedo?

–Claro. 

– Ni de coña– Alex sale de la habitación y coge mi bolso con todo el descaro y la poca vergüenza del mundo para empezar a hurgar dentro de él.

–¿Qué crees que haces? –me levanto del sofá para darle un manotazo y coger mi bolso, pero consigue sacar mi móvil antes de darme tiempo de llegar a él.

–No conozco a tu amiga, pero sabiendo el mal gusto que tiene eligiendo a sus amistades, estoy seguro de que tampoco sabrá elegir dónde se celebran las mejores fiestas – enarco las cejas, mirándolo perpleja.

Como Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora