Como Una Estrella

12

ALEXANDRE

Olivia se muerde el labio con fuerza, mirándome con una culpabilidad que en cierta parte me reconforta. Ni siquiera sé qué debo sentir con lo que me ha dicho, Zach es un idiota y doy por seguro que si empieza a salir con ella, va a destrozarla, y antes de que lo haga prefiero advertirla, aunque no sirve de nada, ya que la veo con ganas de que le rompan el corazón.

–No quería decir eso –se disculpa, jugando con sus manos, nerviosa.

–Tú puedes hacer lo que te dé la gana, pero luego no te atrevas a venir llorando como te haga daño, porque ya te lo he advertido –mi tono de voz es duro, pero no puedo evitar enfadarme.

Si piensa que puede ponerme celoso solo con mencionar a ese idiota, lo lleva claro. Ella puede hacer con su vida lo que quiera, al igual que yo con la mía.

–Alex... –la interrumpo, dispuesto a acabar con la conversación.

–Está bien, déjalo, ¿vale? Está todo bien, cada uno hace lo que quiera. Ahora voy a intentar dormir un poco.

Voy a mi habitación, escuchando a Olivia maldecir en voz alta desde el salón. Espero que sea consciente de la estupidez que ha dicho solo para provocarme. No tiene ninguna posibilidad de ponerme celoso, pero, si quiere jugar a ese juego, primero tendría que haberse asegurado de poder ganar.

La chica con la que me acosté ayer, ahora está despierta y vestida sobre mi cama, en cuanto me ve sonríe, y al instante me arrepiento de haberla traído aquí. Tendríamos que haber ido a su apartamento, así me podría haber ahorrado el enfado de Olivia y podría haberme ido nada más despertar, sin tener que dar explicaciones. Sé que eso suena cruel, pero no tengo ni idea de lo que debo decir el día de después.

–Hola –contesta, al ver que yo no tengo intención de hacerlo.

–Ya puedes marcharte –la sonrisa de su rostro se borra y la sustituye una mueca de confusión.

–¿Por qué? ¿Es que no te ha gustado cómo lo hemos hecho?

–No, ahora márchate. Quiero estar solo.

–¿Me vas a llamar? –niego con la cabeza, evitando poner los ojos en blanco al escuchar ese tono de esperanza con el que ha preguntado.

Se levanta lentamente de la cama, esperando a que trate de detenerla, pero al ver que no hago más que mirarla con los brazos cruzados, se va, con la dignidad por los suelos. Estoy harto de decir las cosas y que nadie me escuche.

Me dejo caer en la cama, tapando mis ojos con mi brazo y suspiro cuando mi mente empieza a reproducir imágenes de Olivia y Zach inconscientemente. Él tocándola, besándola y haciendo todo lo que yo no debería de haber hecho ayer. Haberme besado con Olivia me excita demasiado y solo recordar cómo me sentí me hace temblar. Necesitaba sacarla de mi cabeza, a ella y a mis padres, la única forma de hacerlo era... Irme con otra chica, pero al ver que no era capaz de sacar a Olivia de mi cabeza, decidí recurrir al alcohol, también como excusa para beber, extrañaba la sensación de estar borracho.

Todos estos años de evitar tomar de nuevo, para poder ser una persona diferente, se han ido a la mierda, todo por un jodido calentón que ha terminado en una pelea con Olivia.

Estoy seguro de que mi enfado se debe al odio que siento por ese capullo. Zach y yo éramos amigos antes de que él decidiera difundir la noticia de mi ruptura con Taylor, contando con todo detalle lo que había pasado entre los dos, y convirtiéndome en el hazme reír de toda la puta universidad durante un jodido año, lo que también consiguió aumentar mi furia hacia esa zorra.

Conozco bien a Zach, y sí, ambos tenemos personalidades parecidas y somos unos capullos que buscan a chicas para follar y luego desecharlas como si no valieran nada, pero la gran diferencia entre él y yo, es que yo les dejo claro lo que busco, son ellas las que prefieren perder su dignidad intentando algo más, Zach no, él las ilusiona con palabras bonitas, con regalos caros y cuando por fin consigue lo que quiere, se aleja sin decir nada, simplemente desaparece. Por no hablar de que más de una vez se ha grabado teniendo relaciones y ha difundido los vídeos, acabando con la reputación de la chica en concreto.