37

1.3K 72 1
                                    

OLIVIA

Me dirijo hacia el estudio de Ridley Scott. El señor Walsh ha insistido mucho en ir cuanto antes, ya que, al parecer, Ridley está muy interesado en mí y quiere conocerme cuanto antes. Está claro que el sentimiento es mutuo, pero no creo que él esté a punto de sufrir un infarto a causa de los nervios.

Para colmo, no he conseguido hablar con Alex aún y ayer no pudimos hacer la videollamada porque llegó tarde de trabajar y para ese entonces, yo ya estaba dormida. No sé cómo reaccionar a eso, puesto que me preocupa que Alex no pueda concentrarse en su trabajo por mi culpa y temo que eso lo obligue a convivir con Abby en Seattle por varias semanas más.

–Es un placer conocerla al fin, señorita Williams –me saluda educadamente cuando entro en su despacho. La vergüenza es evidente en mi rostro, toda su atención está puesta en mí y eso me hace sonrojar.

–Llámeme Olivia, por favor. Es un honor poder conocerle.

–Como ya te habrá dicho tu jefe, tengo una gran admiración hacia ti. Eres una chica que hace menos de un año terminó su carrera en cinematografía, y que has conseguido sorprender a uno de los directores más reconocidos mundialmente con tus habilidades. Es increíble el buen trabajo que has hecho en ese trailer, estoy bastante impresionado –el orgullo crece en mi pecho ante sus palabras, dejando a un lado la timidez y los nervios.

–Bueno, para hacerlo, tuve que investigar mucho para poder elaborarlo, tomé como ejemplo los trailers sobre las películas de acción, entre ellas, algunas de las suyas –le explico. Él asiente, interesado en mis palabras.

–Supongo que el señor Walsh ya te ha hablado de lo que tengo pensado hacer. Me gustaría ver hasta dónde puedes llegar, quiero aprovechar todo tu potencial. Esa es la noticia que le dije a tu jefe que quería dártela yo mismo, por supuesto que esta decisión no influirá en la opinión que tengo sobre ti, dejaré que te lo pienses y si rechazas mi oferta, aún podrás ver mi estudio para enseñarte todo el proceso de la elaboración de trailers, y por supuesto, también enseñarte el set de grabación de la película.

–Está bien –mi pie golpea repetidamente el suelo, un signo de nerviosismo. Scott sonríe, atento a mi reacción, cuando me suelta como si nada la noticia que para mí es como una bomba al explotar.

–Quiero que trabajes para mí –dice sin rodeos. Mi corazón se detiene por un segundo, y tengo que golpearme el pecho con disimulo para reaccionar.

–¿Trabajar? –repito como una idiota, provocando su risa.

–Sí, trabajar. Ya sé que tienes un buen trabajo en la empresa del señor Walsh, pero conmigo podrás dar un paso más para poder conseguir el empleo que tanto estás buscando. Si trabajas para mí, podrás iniciarte en todo el proceso de creación de mis películas, podrás hacerte conocida, mejorar aún más tus habilidades con la producción y quién sabe, tal vez algún día se te brinde una oportunidad que cambie tu vida laboral a mejor.

–Me encantaría trabajar para usted, señor Scott, pero tengo que comunicar mi dimisión con el señor Walsh.

–Está todo hablado, ha sido el primero en saber acerca de mi oferta, así que no tendrás ningún problema a la hora de presentar tu dimisión.

–¿Cuál sería mi trabajo?

–Serás ayudante de producción. Estarás a las órdenes del equipo de producción. Suelen ser trabajos de mantenimiento del set, y cobrarás cuatrocientos dólares a la semana.

No es esta la forma en la que pensaba empezar a trabajar, pero supongo que al principio todo es más complicado. He cambiado un trabajo como editora a uno como ayudante de producción, pero aún así, no tengo ninguna queja.

Como Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora