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Último Capítulo ✨

OLIVIA

Si Alex me lleva al hospital, sabrá que estoy embarazada, y aún no sé si quiero que lo sepa. Sé que es el padre y que tiene todo el derecho de saber que va a tener un hijo, porque desde luego pienso tenerlo, lo quiera o no, el bebé no tiene la culpa de que sus padres no se hayan cuidado, pero no estoy segura, no sé si contárselo puede ser la mejor opción en este momento.

Temo que la primera reacción de Alex cuando lo sepa sea enfadarse. Temo que vuelva a irse como lo hizo el otro día y que vuelva a hacer lo mismo con otra chica, aunque... Joseph me ha dicho que no ha hecho nada.

No sé si creerme su palabra. Alex se veía arrepentido cuando descubrí lo de su infidelidad, me pidió disculpas en varias ocasiones, pero yo no veía más allá de mi furia. ¿Cómo se supone que debo reaccionar cuando descubro que me han engañado? Esa es la reacción natural de cualquier persona.

–¿Vas a perdonarme? –me pregunta Alex en una súplica.

Nos hemos quedado solos en la habitación, ya que Joseph ha decidido marcharse para darnos intimidad, aunque no ha ido muy lejos. Probablemente esté detrás de la puerta, escuchando la conversación, o se haya ido a la cafetería de la esquina. Yo me decanto por la primera opción.

–No lo sé –murmuro.

Está bien si Alex no me ha engañado, pero lo que hizo antes de marcharse del apartamento me dolió. Las cosas que me dijo y que estoy segura de que a día de hoy sigue pensando me afectaron. Y aunque no haya hecho nada, el recuerdo de pensar en Alex y Taylor... Me mata.

–¿Por qué? No hice nada, Liv, Joseph te lo ha dicho. Perdóname, por favor –lo miro directamente a los ojos, comprobando el nivel de arrepentimiento que muestra.

–Tengo que pensarlo –digo finalmente, dejando escapar un suspiro de alivio por su parte.

–Me puedo conformar con eso.

Pone su mano sobre la mía, que está apoyada en el colchón de la cama, y le da un leve apretón.

Mis ojos se llenan de lágrimas con su gesto y siento que está mal lo que estoy haciendo cuando apoyo mi cabeza en su hombro, buscando su cariño. Rodea mi cuerpo con sus brazos, infundándome la seguridad y el amor que tanto he necesitado. Por primera vez, después de una semana, siento que puedo respirar otra vez.

–Tienes fiebre, deja que te lleve al hospital –murmura sobre mi pelo.

–Solo es un simple resfriado.

–Has vomitado y estás mareada. La semana pasada también te sentías así. Vamos a ir, quieras o no.

Al final desisto y me dejo de resistir. Alex se iba a enterar de una forma u otra, antes o después. Acepto ir al hospital porque no es muy normal enfermarse con fiebre en el mes de mayo, normalmente no suelo enfermarme, alguna que otra vez en invierno, por eso me resulta tan raro tener fiebre en una época tan calurosa como esta.

–Tengo que decirte algo –le informo a Alex cuando entramos en el hospital.

–¿Qué?

–Pero no sé cómo será tu reacción. Espero que no sea mala, que te lo tomes bien, porque como no sea así no sé qué vamos a hacer.

Alex quiere estar conmigo, quiere volver y quiere que le perdone. No sé cómo le sentará saber que estoy embarazada, ya he tenido suficientes peleas con él, no estoy segura de poder soportar una más, ni siquiera aún hemos podido resistir a esta.

–Olivia Williams –me llama el médico, saliendo de la consulta.

Alex y yo nos levantamos y lo acompañamos a la sala. No deja de atiborrarme a preguntas sobre mi estado, sobre cómo me siento y sobre la última vez que tuve mi periodo.

Como Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora