15

1.5K 85 3
                                    

ALEXANDER

Odio que Olivia tenga que trabajar, estaría más calmado si ella estuviese a mi lado. Cuando está conmigo, cuando me dedica una de sus tímidas sonrisas o el simple sonido de escucharla reír ya hace que mi cuerpo se relaje, y consigue que una sensación muy agradable se extienda por mi pecho. Ese es el efecto que ella tiene en mí, y después de mucho tiempo, es la única que consigue relajarme, antes de conocerla, la mayor parte del tiempo estaba furioso, tenso, la única forma de calmarme era bebiendo alcohol, y claro, mi estado de ebriedad era tan alto que al día siguiente amanecía en casas ajenas, desnudo y sin acordarme de una mierda.

Por algún jodido motivo, cuando ella llegó al apartamento, no quise que viera esa faceta de mí mismo, no la del chico borracho y enfadado con el mundo, sin embargo, sí la del capullo sin sentimientos. Todo eso hasta que me di cuenta de que mis comentarios eran más hirientes de lo que pretendía y me arrepentí. Gracias a eso ahora somos amigos, aunque no estoy seguro de haber hecho lo correcto, ya que sucedió lo que menos quería que pasara.

Le gusto. 

Yo no puedo corresponderla, por varias razones, la primera, porque no siento nada por Olivia que vaya más de la amistad, y la segunda y más importante, es que ya me enamoré una vez y no terminó nada bien, es más, el único perjudicado fui yo, y no solo salí afectado por ella, sino también por mi mejor amigo, el que aprovechó la situación para burlarse de mí, y no contento con eso, hacer que el resto de la universidad me viesen como un completo idiota.

No quiero cometer el mismo error dos veces, no quiero caer en la misma piedra por segunda vez. Ya fui bastante idiota la primera y no pienso consentir que pase de nuevo.

En mi vida siempre he estado rodeado de personas que tarde o temprano me acaban fallando, algunos me traicionan con más intensidad que otros, pero el sentimiento de dolor y de traición es el mismo si la persona que lo hace es alguien a quien yo quiero.

Primero fue mi padre, que me abandonó, aunque de eso no fui consciente hasta los dieciocho, cuando en una estúpida pelea, escuché a mi supuesto padre y a mi madre hablando sobre eso, escuché al idiota de Jacob decir que no tenía por qué hacerse cargo de un capullo como yo. Ese día vi al mundo arder.

Aunque entendí el motivo de las tantas palizas que mi padre me había dado, de los insultos y de sus llegadas a casa estando totalmente borracho. El motivo era porque supo que mi madre lo engañó, y no suficiente con eso, ella trató de huir con mi verdadero padre, pero éste se negó y la abandonó, así que a ella no le quedó otra que quedarse con Jacob, que sorprendentemente, la perdonó. Para esos entonces, ella no tenía dinero, ni trabajo, ni siquiera una familia con la que poder quedarse para vivir, así que su última opción fue él.

El dolor de la traición me nubló por completo, y nada más enterarme cogí mis cosas y me marché, por suerte, gracias a apuestas en peleas y partidas ganadas al poker, tenía suficiente dinero como para poder mantenerme. Vine a San Francisco y me estuve quedando dos semanas en un hotel, hasta que pude encontrar un apartamento, en el que actualmente vivo, así que, como Olivia dijo alguna vez, yo sí sé lo que se siente al mudarse a la otra punta de la ciudad, sin el apoyo de nadie, aunque al contrario que ella, yo sí estaba solo, y lo sigo estando.

Salí adelante trabajando de camarero durante tres años, y busqué un hobby para poder distraerme y así no pensar tanto en mis padres, ya que cada vez que pensaba en ellos, destrozaba todo lo que veía, y no podía permitirme renovar todo el mobiliario que rompiera. Puede que mi comportamiento en esos entonces no tengan justificación, que lo que me hicieron no era tan grave, pero yo no sabía de qué otra forma comportarme.

Mi primer hobby fueron las peleas, pero en una de las tantas que hice, rompí en varias piezas el hueso que conecta el dedo meñique con la muñeca al golpear con demasiada intensidad, provocando lo que el médico llamó fractura de boxeador. Tuvieron que realizarme una cirugía para volver a unir esas partes, y después de eso, el médico me prohibió seguir con las peleas, así que tuve que buscarme otro hobby. Beber y fumar no cuenta como uno, así que directamente lo descarto. Al no encontrar nada que hacer en mi tiempo libre, me pasaba el día bebiendo. En uno de esos días, conocí a Zach y a mi antiguo grupo de amigos, y me salvaron de un coma etílico. Sí, porque para esos entonces era mucho más inconsciente que ahora, y mucho más estúpido.

Al final, gracias a la ahora ex novia de uno de ellos, la fotografía y el dibujo se convirtieron en mi nuevo hobby.

Empecé con fotos horribles en un móvil antiguo y sin calidad y cuando conseguí la suficiente cantidad de dinero me compré una cámara de fotos, de una marca que estaba de moda en esos tiempos y vendiendolas pude conseguir más dinero. Con mis dibujos igual, empecé con materiales cutres y nada resistentes, y poco a poco fui aumentando mi arte y calidad.

Una vez, dibujé una obra que trataba de un paisaje oscuro y sombrío, con un niño parado solo bajo la lluvia, cabizbajo, mirando un gran acantilado. Estaba situado justo al borde, debatiéndose entre saltar y acabar con su vida, o continuar y tratar de olvidar el pasado.

Esa fue la obra que mejor pudo representarme. No tenía nada, no tenía familia, no tenía amigos de verdad, ni siquiera quería vivir aquí y gran parte de mi sueldo era gastado en botellas de alcohol. El día que dibujé eso, mi alma se liberó y sentí que pude sacar gran parte de la presión que sentía, del estrés y el sufrimiento, y pude olvidar por un segundo que mi vida era una completa basura.

No sé cómo, pero esa obra fue vista por uno de los críticos de arte más famoso de la ciudad, quiso ver mi dibujo y yo acepté. Hizo muy buenos comentarios de ello e incluso se ofreció a pagarme lo que fuese con tal de que se la vendiera.

Me negué, puesto que en esa obra estaba representada mi alma, y eso no tiene precio.

Ese señor pareció entender mi situación respecto a mi dibujo y lo dejó pasar, sin embargo, sí que permití que comprara otros dibujos que previamente había realizado y que no tenían tanto significado como el primero.

El hombre quedó fascinado con mis dibujos y me propuso asistir a una de sus exposiciones, poco a poco fui entrando en el mundo del arte, y gracias a eso es de lo que ahora vivo. Conseguí una representante, que es la que negocia el precio de mis obras y la que se encarga de que sean expuestas y tengan el valor que se merecen.

Ahora, gano bastante dinero, ya que únicamente vendiendo dos obras, puedo decir que soy capaz de vivir por un mes completo sin mover ni un dedo, aunque no es algo que me pueda permitir, siempre tengo que innovar y seguir creando. Mis fotografías también tienen bastante importancia, ya que de vez en cuando, me llaman para exponerlas en una galería de arte.

El arte que suelo reflejar en mis fotografías es bastante diverso, dependiendo de mis estados de ánimos. A veces suelo fotografiar paisajes, cuando me encuentro melancólico o triste y simplemente quiero desconectar, y otras veces, trato de mejorar mi fotomacrografía, un tipo de foto que consiste en tomar fotos de los objetos acercándome tanto que el tamaño sea igual o superior al que tenga en la vida real, aunque últimamente tengo deseos incontrolables por empezar con retratos, pero solo hacia una persona.

Eran hobbies, hasta que empecé a ganarme la vida con ellos, y me enorgullece ver que mis obras les gusta a la gente, me gusta ver cómo se sienten identificados cuando ven un paisaje alegre y conmovedor, pero lo que más me gusta es cuando la gente empatiza con los paisajes más tristes y apagados, porque es entonces cuando sé que he hecho un buen trabajo, y porque sé que yo no soy el único que a veces tiene recaídas.

Tiempo después, conocí a Taylor, la chica de la que me enamoré, la misma que me hizo creer que me quería por cómo era, y no por el dinero que tenía. Fingió estar enamorada para poder aprovecharse de mi fama, cosa de la que yo no era consciente, porque la quería y me negaba escuchar los malos comentarios dirigidos hacia ella, tal y como ahora está haciendo Liv con Zach. Se hacía la víctima, y yo como un idiota le consentía todo lo que ella quería.

Tiempo después descubrí todo lo que estaba haciendo a mis espaldas, y no contenta con eso, también tuvo que engañarme con otro. Yo quedé destrozado, y para desahogarme, le conté todo lo ocurrido a Zach y a mi grupo de amigos de ese entonces, pensando que iban a apoyarme, pero lo único que hicieron fue publicar un vídeo mío, en el que confesaba todo lo que Taylor me hizo y otro de ella follando con el que me engañó, con el mismo que tanto daño me hizo, con Zach.

Gracias a eso, fui el hazme reír de toda la universidad durante un año entero. Mi reputación se fue a la mierda, y mi representante pensó que lo mejor era que me retirara temporalmente, hasta que la gente se olvidase de mí y de lo que pasó.

Un año después, mi vida volvió a ser la misma, pero yo no. Después de todo lo que pasó, me prometí no volver a confiar en nadie, por eso tengo tanto miedo de contarle a Olivia cosas acerca de mi vida, por eso no quiero volver a enamorarme.

Porque no quiero que mi debilidad me vuelva a perjudicar.

Como Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora