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Aylia

Es otro día, con el sol resplandeciendo y mi alarma sonando. Odio madrugar, es lo que más detesto, ademas de que siempre pospongo la alarma y termino llegando tarde. 

Anoche decidí dormirme mas temprano, si puede llamarse ''temprano'' a las tres de la madrugada. Tengo insomnio la mayoría de las noches, y eso lo tapo con vídeos de caídas graciosas y maquillaje.

Ayer, cuando Oliver y Phil vinieron a mi casa, se despidieron prometiendo esperarme en la puerta de la preparatoria para hacerme sentir más cómoda. Su grupo de amigos se me acerco muy amablemente para integrarme, y toda la semana estuve con ellos, pero no puedo dejar pasar el que la novia de Phil me repele y odia.

Phil me dijo que hoy terminaría con ella. Según él, la rubia empezó a crear rumores sobre mí para que nadie se me acercara. Al él saber que provenía de ella, decidió decírselo, y no se lo tomó para nada bien.

Anoche me llamó, contándome lo sucedido, y me juro que acabaría su relación, ya que su actual comportamiento no le caía para nada bien.

Debí hacer el mismo recorrido de mi casa a la preparatoria; minutos caminando por puro bosque y luego llegar al pueblo, para recorrer el centro y al fin llegar al establecimiento.

Diviso a los dos a lo lejos. Oliver con una sonrisa y Phil con cara de aburrimiento, lo típico de ellos.

— Te dije que llegaría tarde —escucho decir a Phil, algo que hizo que Oliver soltara una risa.

Le echo una mirada asesina aún caminando, y saco mi celular del bolso que llevo. Lo enciendo y noto que llegue relativamente  temprano a comparación de la mayoría de las veces.

— No soy sorda. —Ruedo los ojos al llegar a ellos—, ademas, solo fueron diez minutos.

— Diez minutos que podría estar disfrutando viendo el cielo —responde Phil con un resoplido.

Oliver es de intermediario al ver mi intención de querer pegarle con el bolso.

— ¿Lo harás? —inquiere él, dando referencia sobre Amberly y terminar con ella.

Phil se toma unos segundos para contestar, mira hacia el cielo y suspira.

 — Me matará  —replica—, pero es inaguantable. No puedo seguir con sus estupideces y manías.

Le doy todo mi apoyo, solo estuve con ella un minuto y me pareció una persona muy infantil y controladora.

— Te apoyaremos. —Le da ánimos Oliver con palmadas en el hombro. Gira su cabeza para mirarme y pone cara divertida—, sino Aylia se convertirá en su peor pesadilla, ¿no es así?

Suelto una carcajada.

— Me puedo convertir en la anciana de blancanieves.  —Doy la idea—. ¿Qué les parece?

Phil frunce el entrecejo y niega con la cabeza.

 — Seria mucho. La matarías, Aylia.

Me encogo de hombros.

— Lo haré si hace algo en tu contra —contesto—, sabes que adoro hacer ese tipo de bromas.

La campana suena, dando comienzos a la clase.

— Los veo en la cafetería para hacer mi gran acto. —Alza una ceja con arrogancia, y saluda con su mano, dándose la vuelta y perdiéndose entre los alumnos.

— ¿Que clase tienes? —me pregunta Oliver.

— Literatura —digo—, ¿y tú?

— La misma —contesta él—, vamos antes que se ocupen los asientos.

El reino olvidado ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora