12

54 8 29
                                    

Oliver

La fiesta ha comenzado hace menos de media hora y hay más de la mitad del instituto en mi casa. Mañana esto ser un desastre, pero la gente parece divertirse.

Salgo al jardín para tomar aire, dentro hay demaciado humo de cigarro y música que retumba.

Veo una cara conocida entre la gente. Una muchacha rubia de esbelta figura: Angie.

— ¡Has venido! —exclamo a la chica, caminando a paso rápido hacia ella y abrazarla.

— ¿Cómo me podría perder tus fiestas? —inquiere abrazándome con más fuerza.

Suelto una carcajada.

— Sigues igual, con tú mismo corte de pelo. —Ríe Angie.

— Y tú con tus rizos dorados  al viento —respondo.

Angie fue mi mejor compañía desde que la conocí. Fue una de las damas de compañía de Aylia, y su mejor compañera desde pequeñas y, al empezar a salir con Aylia, nos hicimos amigos.

Angie es el tipo de muchacha que siempre te sacará una sonrisa con todas sus bromas y cariño que emana.

— ¿Dónde está Phil? —pregunta.

— Está dentro con Aylia.

Angie abrió los ojos tal y como si le hubiera dicho que Beyonce viene a Londres.

— ¿Aylia, Aylia? —No se lo puede creer—. ¿Nuestra Aylia?

Asiento con una risa. Ella suelta un chillido y corre dentro.

Me acerco con Angus y Mike, con otros chicos que conozco que fuman marihuana, no me niego; una sola calada me hace volver el alma al cuerpo. No soy de fumar ese tipo de sustancia pero unas caladas no hace ningún daño.

Entre tantos temas que platicamos uno me llamó la atención:

— ¿Han visto a Kiara? —pregunta Marcus—. Está algo extraña.

Lo miro con extrañeza.

— Sí. —Le da la razón Maxwell, un integrante del grupo de bascketball y amigo de Mike—. Hoy no expuso su trabajo y sus padres no estaban. Dicen que la vieron llorar en el baño, pero al acercarse les gritó que la dejaran tranquila.

Aquí hay algo raro.

Entro de nuevo a la sala y busco a Phil.

— ¿Dónde está Aylia? —inquiero con preocupación.

— Se ha ido con Kiara —responde Phil, señalando con el dedo donde fue que la última vez que la vio—. ¿Sucede algo?

Arqueo la ceja.

— Vamos a verla —digo—. Hay algo raro en ella.

Phil se para de la banqueta de la barra y me sigue. Me encuentro a Angie que también busca a alguien.

— ¿Han visto a Aylia? —averigua—. Dijo que me traería una  bebida, pero han pasado quince minutos y no la veo por ningún lado.

Nos empezamos a hacer paso entre la gente y nos dirigimos al baño, donde un grupo de chicas nos indica dónde fue la última vez que la vieron: el baño del piso de arriba.

Al llegar, intento abrir la puerta, pero está cerrada con llave. Phil toca la puerta varias veces, pero nadie salió.

— Deberé tirar la puerta abajo —señala Phil.

Luego de pensarlo unos segundos suspiro y acepto. Si fuera otra cosa, ya hubieran abierto la puerta.

Phil toma aire y empuja la puerta con el hombro con golpes secos. La cerradura es buena, pero la fuerza que él usa no puede aguantar tanto.

El reino olvidado ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora