Oliver
— Yo creo que debemos ir preparandos, puede que nos echen una maldición —señala Angie.
La miro incrédulo.
— Sí, y te van a convertir en una gallina —dice Phil—. Deberás cuidarte, querida amiga.
Ella rueda los ojos.
Todos estamos yendo hacia la casa de las brujas, y Phil es insoportable.
— ¿Cuanto falta? —pregunta Norman—. Quiero ir al baño.
— Norman, hemos salido hace una hora —replica Jaida.
— ¿Quieres una botella? —inquiere Phil, y todos lo miramos con asco.
El viaje a las afueras de Edimburgo, hacia la casa de las brujas, es rápido. Aunque los comentarios de Phil me den ganas de golpearlo y también los ronquidos de Rosse.
— ¿Será esta casa? —pregunta Jaida, estacionando en una casa abandonada.
— Santo Dios —dice Angie—. Es la casa del terror.
Phil suelta una carcajada.
— Dicen que te pueden echar una maldición —señala él.
¿Cómo es que Aylia no lo mató cuando era reina de Ishland? Es insufrible.
— Según la foto de internet es aquí —dice Angie.
Todos nos bajamos de la camioneta y nos acercamos a la casa.
Es de dos pisos y las paredes, siendo de madera, están desmejoras, teniendo un color grisáceo y viejo.
De tan solo mirarla me da escalofríos.
— Vamos, ¿o se quedarán aquí? Les crecerán playas como a la casa —dice Phil.
¿Alguien se enterará si lo mato y lo tiro al río?
Todos caminamos hacia la edificación y llegamos a la puerta, que extrañamente esta abierta.
— Esto es como las películas de terror —comenta Angie.
— Sí, y aparecerá un fantasma que te poseerá. —Ríe con burla Phil.
Jaida es la primera en entrar y seguimos todos detrás de ella.
El interior es terrorífico. Apenas entra la luz del sol, es amplia y sin muebles, haciendo que los pasos que damos se escuchen por toda la casa.
— ¿Señora Guinea? —pregunta Phil—. ¿Está usted aquí?
Un viento corre por la sala y se escuchan pasos.
— Esto me da miedo —dice Jim.
Dean le codea a su hermano.
— No seas infantil.
De repente, se oye una risa.
— ¿Quién irrumpe en la sagrada casa de las brujas de Edimburgo? —dice una voz femenina sin cuerpo.
— Son vampiros. — Ríe otra.
Doy un paso adelante.
— Hola..., señoras —hablo, intentando no sonar temeroso—. Necesitamos su ayuda... ¿Conocen a Aylia Leigthon?
Por varios momentos no se escucha nada más que nuestras respiraciones, pero después oigo un suspiro.
— Sí... La reina Leigthon —dice la mujer. Parece de edad por su tono de voz—. Una muchacha con un don increíble. ¿Qué sucede con ella, vampiro?
ESTÁS LEYENDO
El reino olvidado ✔️
JugendliteraturHISTORIA COMPLETA. Aylia Leigthon, es una chica que cargó desde su nacimiento una leyenda que puede costarle la vida: el que la asesine, obtendrá su don. Ella, hace cinco siglos, fue reina de Ishland, un pequeño reino de Londres, Inglaterra. Pero...