Banda sonora del capítulo: Enchanted, de Taylor Swift.
Me puse de puntillas e intenté localizar a April entre la multitud. Las piernas aún me temblaban. No me podía creer el hecho de que acababa de mantener una conversación con Marc Petterson.
Cogí aire en un intento de tranquilizarme y seguí recorriendo la pista de baile con los ojos. Al cabo de unos minutos, opté por subir a la terraza desde la que gran parte de los asistentes veríamos los fuegos artificiales.
Cuando llegué, ya estaba prácticamente abarrotada. Desde allí se podía ver la figura del London Eye a lo lejos. Ya estaba todo a punto para que la celebración comenzara. Se había habilitado una pantalla enorme, desde la cual se podía ver la retransmisión del espectáculo de luces en directo por la BBC.
Me paseé entre la gente intentando identificar una cara conocida sin éxito. Saqué el móvil de mi bolso y suspiré con exasperación al ver que faltaban menos de diez minutos para las doce. Intenté llamar a April de nuevo, pero no recibí respuesta alguna.
—Parece que estamos destinados a encontrarnos una y otra vez—. Me sobresalté y me giré en dirección a la voz que había interrumpido mis pensamientos. Marc Petternos dibujó una mueca divertida en su semblante y reprimió una sonrisa —. ¿Te he asustado?
—Me has sorprendido— dije, posando una mano en mi pecho.
Lo miré fijamente, advirtiendo los hoyuelos que se habían formado en la comisura de sus labios.
—Te pongo nerviosa — bromeó, entrecerrado aquellos impresionantes ojos. Desde cerca se podía apreciar que eran entre grises y azules.
—En absoluto— repliqué, avergonzada y divertida a la vez—. Pero seguro que te han dicho lo contrario muchas veces— comenté sin pensar.
Mierda. ¿Por qué hablaba sin filtros?
La sonrisa se instaló finalmente en sus labios y entrecerró los ojos. No llevaba la barba extremadamente larga, pero su espesor era suficiente como para cubrir parte de su mandíbula, dándole un aire irresistible.
—Puede que me lo hayan dicho alguna que otra vez— admitió.
—No me pones nerviosa— dije sin pestañear y tomando un sorbo de mi copa, con la finalidad de ignorar las mariposas en mi estómago.
—¿Ni en el buen sentido de la palabra? — insistió, y me quedé sin aire en los pulmones al ver cómo me estudiaba de arriba a abajo con descaro.
Nos contemplamos durante unos segundos y mis piernas temblaron. ¿Estaba flirteando conmigo? Podía sentir sus ardientes ojos fijos en los míos, el efecto calor que estos provocaban esparciéndose por todo mi cuerpo. Mi corazón se aceleró de nuevo.
—¿Como se puede estar nervioso en el buen sentido de la palabra? — me obligué a decir, percibiendo las chispas flotando a nuestro alrededor.
—Se llama atracción—. Lo observé relamerse el labio inferior mientras intentaba recordar cómo se respiraba—. Soy Marc, por cierto.
—Sí, lo sé. Es un placer conocerte. Me llamo Summer— logré contestar, agarrando su mano.
Sentí un delicioso hormigueo en la base de mi vientre cuando mis dedos acariciaron los suyos.
—No eres una fan, ¿verdad?
—¿De Labor? — titubeé, golpeándome mentalmente justo después. ¿De qué iba a ser sino? — En realidad, sí. Me encanta vuestra música.
—No lo pareces.
—¿Por qué no me he puesto a chillar cuando te he visto? — Negué con la cabeza y sonreí entre dientes. Yo era la primera que estaba gratamente sorprendida ante mi actitud, pero no se lo pensaba decir por razones obvias—. Creo que abalanzarme sobre alguien que acabo de conocer sería de mala educación.
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Efecto calor [1]
RomanceSummer se cuela en ese club porque quiere conocer a Marc. Él es famoso y no sospecha que ella es menor de edad. No se imaginan los problemas que acarreará para ambos esa situación. ****** Esta historia tiene un spin off titulado "Efecto Hardwicke". ...