II

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Hola bomboncitos floriles, ya estoy de regreso a full y con energía!!!!
¡Que comience el juego!
¿Quien creéis que caerá rendido de quien?

Conseguir que mi padre me dejara a abandonar Dubái no fue fácil, pero el hecho de que Hasán viniera conmigo y voláramos en un jet privado le hizo aceptarlo

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Conseguir que mi padre me dejara a abandonar Dubái no fue fácil, pero el hecho de que Hasán viniera conmigo y voláramos en un jet privado le hizo aceptarlo. Además, tal como estaba la situación casi era mejor estar lejos de allí y la excusa de acudir a Londres con motivo de mi ingreso en la facultad próximamente hizo que no levantasen sospechas.

Mientras sobrevolábamos Europa, mi mente no dejaba de pensar en como había cambiado la situación en solo unas semanas. Hasta ahora había sido una chica despreocupada viviendo sus últimos días de colegio, pensando en que tendría que hacer amigos nuevos y sobre todo, conocería a chicos, algo que en mi institución había estado completamente vetado.

Mi relación con los hombres se reducía básicamente a los miembros de mi familia. La cultura árabe era bastante arcaica y ser la menor de cuatro hermanos siendo todos hombres no ayudaba, por suerte mi madre era europea y en ese sentido me había educado con una mentalidad mucho más abierta.

Mientras el jet privado acariciaba las nubes con sus alas conforme el piloto nos avisaba que faltaba menos de una hora para llegar a nuestro destino, observé a Hassan doblar la hoja del periódico, había pasado la mayor parte del vuelo leyendo y adelantando algunos asuntos de trabajo, apenas habíamos hablado pero lo cierto es que prefería que fuera así, tenía demasiado en que pensar y sobre todo convencerme a mi misma de mi decisión.

Aquello suponía el fin de todos mis sueños respecto al amor. Hacía siete años que no veía a Alexander D'Angelo, pero era el el perfil de chico en el que jamás pondría mis ojos.

Engreído. Petulante. Odioso. Prepotente... ¿Sigo?

No podía decir que fuera feo la ultima vez que le vi cuando estuvo de visita en casa y coincidimos durante una cena familiar, nuestros padres se veían con asiduidad, pero desde que él comenzó la universidad empezó a visitar menos los Emiratos y no acompañaba a sus padres en sus visitas, por eso llevaba tanto tiempo sin verle, pero dudaba que algo en él hubiese cambiado.

Tenía un año más que Hassan y siempre me había parecido mucho menos maduro que él.

En realidad no tenía la más mínima idea de a que me iba a enfrentar. ¿Tendría novia?, ¿Estaría prometido?, ¿Saldría con alguna chica de la que estaba enamorado? No me había planteado nada de aquello cuando tomé mi decisión y ahora un mar de dudas me abrumaba haciéndome creer que no era una buena idea, pero ¿Existía otra alternativa para arreglar la situación?

Era evidente que no, de lo contrario en aquellos veintisiete años la habrían encontrado y sin embargo aquí estábamos, viviendo una situación al borde del colapso por culpa de una herencia familiar que parecía estar maldita.

La Esencia de AzharDonde viven las historias. Descúbrelo ahora