Mentiría sí dijera que fui valiente en ese momento y que tomé el control de la situación. En lugar de eso, mi única decisión acertada fue correr en dirección contraria, con el corazón latiendo a mil por segundo y la sensación de peligro que roza mi espalda.
—¡Ahh! ¡Auxilio!— grito, el eco resuena en las paredes.
Miro detrás de mí, él me viene persiguiendo, acercándose más y más, acortando la distancia que nos separa. El sonido de mis botas en la cerámica y sus grandes zancadas para atraparme se mezcla. Me alarmo, no pienso en cómo, cuando o el porqué de su aparición; mi cerebro se inunda de los posibles finales que podría tener este encuentro.
—¡Aléjate!— vuelvo a gritar.
Rodeo las esculturas, casi resbalo entre ellas. Aunque acelero todo lo que puedo, él sigue avanzando, cómo si su energía no se agotara y sus ojos rojos me provocan miedo puro. El pelo se mueve en mi cara y mi respiración es un desastre.
¿Dónde están las personas?
Faltando un pasillo para llegar al recibidor mis pies se enredan y caigo con brusquedad, me lastimo las manos y las rodillas. El dolor pasa a segundo plano cuando el hombre sombrío me alcanza y se abalanza sobre mí, su peso me aprisiona, su fuerza es descomunal.
—¡Ayúdenme, por favor!
Sus piernas quedan a los lados de mis caderas, sus manos heladas sujetan las mías contra el suelo. Mi cuerpo se tuerce, los ojos se me llenan de lágrimas. Muevo la cabeza a los lados inquieta.
—¡No me hagas daño!
Entro en estado de súplica.
—Querida Medara, cállate o tendré que lastimarte.— susurra cerca de mi cara, por alguna razón no puedo detallar la suya.
Me desconcierta.
—No quiero morir.— lloriqueo, mi labio tiembla.
—Nunca dije que iba matarte, solo quiero causarte dolor.
La garganta se me cierra, la piel me arde bajo sus garras.
—¿Por qué yo?— trago grueso, hay una risa ronca de su parte.—¿Por qué a mí?
Me siento tan débil, tan pequeña e insignificante. Esta interacción es demasiado impactante. Noto un detalle más, huele a licor y sangre.
—Me encanta tu agonía.
No estoy preparada para este contacto, no lo estaba la primera vez y no creo que pueda soportarlo. Mi pecho sube y baja, medito una manera de librarme de él.
—¿Por qué heriste a Emily?
Mi voz se quiebra, con la cabeza ladeada presiento una sonrisa terrorífica.
—¿Qué te hace creer que yo lo hice?
¿Qué?
¿Qué está insinuando?
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Med: Acosador
Mystery / ThrillerCuando Med finalmente acepta ir con sus amigos a un club nocturno, no pensó que se convertiría en la presa de un acosador, una persona que promete destrozar su vida por completo. Ahora, una de sus mejores amigas ha sido atacada y Med no puede expli...