Cuando Med finalmente acepta ir con sus amigos a un club nocturno, no pensó que se convertiría en la presa de un acosador, una persona que promete destrozar su vida por completo. Ahora, una de sus mejores amigas ha sido atacada y Med no puede expli...
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Nos miramos por un momento, impactados por esa revelación. Aria toma asiento en el borde de la cama junto a Jack y yo regreso la mirada a la pared.
—Sí vigilaban a Emily, es obvio que también a sus amigos. A nosotros. Por eso sabía cosas privadas que solo una persona observadora podría haber descubierto —puntuo, recostando mi espalda del muro—. Ella sabía exactamente qué decir cuando llegamos a su tienda.
Espiaba nuestras vidas.
—Aguarda —pide Aria, desubicada—. Si todas sus lecturas eran hechos, ¿por qué inventarse ese papel de espiritista?
—Puede que sea para crear una fachada, intimidar a las personas —dice Jack, pensativo.
Me acerco al escritorio y toma la cinta de grabación para reproducir el audio.
—Le sugirió a Emily que debía dejar de preocuparse y que pasara más tiempo en su departamento —inicio, captando las indirectas en la lectura.
—A mí me advirtió que pasaría por una experiencia que me cambiaría y que sería el centro de algo —cita Aria confusa.
Jack se conserva callado, Aria y yo sabemos que durante su lectura, esa indecisión que ocultaba a plena vista se refería a su rompimiento con mi amiga.
—A ti te advirtió que estabas en la mira de alguien —recuerda Jack—. Y nosotros ignoramos ese dato.
—¿Ya has pensado que haremos con la caja de pruebas?— indaga Aria con los brazos en jarra.
Entregársela a la policía no es una opción viable.
—Le daré algunas copias de las fotos y la grabación que obtuve de Liam a Angela para ver si le sirve —planeo—. Lo demás se quedará aquí y lo usaremos como plan de contingencia.
—Eso astuto.
Continuamos alternando posibilidades hasta que anochece y el cansancio nos vence. Decidimos pausar nuestra pequeña investigación para ordenar pizza y sentarnos en los muebles de la sala a comer con la tele en el canal donde transmiten Friends. No me interesa que repitamos la primera temporada, ni que la comida llegara fría o que el silencio reinara la mayor parte del tiempo. Somos conscientes de que las cosas entre nosotros han cambiado y por algún motivo, me siento ligera y diferente. La tranquilidad que disfrutamos se aleja del caso, del acosador y los secretos que he ocultado, de las mentiras que he contado.
¿De hacer sido sincera desde el principio, habría tenido esta sensación tan pacífica mucho antes?
No lo sé. Tampoco me importa. Me concentro en detallar las expresiones de Jack: mandíbula fuerte, ojos azules, cabello castaño claro y los hoyuelos que representan cada una de sus sonrisas. Él come con la vista en la pantalla como un niño pequeño viendo caricaturas. Traslado mi visión a Aria y a su pelo rubio liso, sus ojos brillantes, sus pómulos salientes y el tono de su piel. No sé por qué los observo de esta manera, quizás sea el hecho de querer recordar sus expresiones serenas.
