Capítulo 2

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—12:03 am—

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—12:03 am—

Extraño.

Es la primera palabra que se me viene a la mente al ingresar al lugar donde, según Aria, la espera una espiritista para hacerle una lectura y adivinar su suerte.

La idea por si sola es un tanto ridícula, no obstante, aún siendo escéptica de este tipo de cosas pude sentir una vibra rara en el sitio y no fuí la única, Jack parece ligeramente convencido y Emily permanece a mi lado expectante.

Tras unos minutos de silencio pesado, Aria afirma:

—Debemos seguir por el pasillo, su centro está al pasar este vestíbulo.

Y vaya vestíbulo, me tardaría al menos un rato en enumerar todas las rarezas y talismanes colgados en las paredes; estantes con figuras particulares y todo el ambiente oscuro que logran crear.

—¿Es muy tarde para arrepentirse?— digo por lo bajo.

El de ojos azules me dedica un gesto torcido y Emily niega con la cabeza.

—Esperaba que lo dijeras.— se acerca con mala cara.— Los acompañamos hasta aquí, no tenemos que quedarnos.

Aria nos sonríe incrédula.

—No sean cobardes. No las obligo a quedarse, solo quiero que estén presentes durante la lectura.

Jack interrumpe.

—¿Cómo es que sabes tanto del tema? Nunca lo mencionaste.

No lo hizo, pero sí lo planeó por completo.

—No sabía que aceptaría recibirme, también fue una sorpresa para mí.— se acomoda su melena detrás y se cruza de brazos.— ¿Van a pasar conmigo o no? Estamos perdiendo valioso tiempo.

Emily da un paso adelante.

—Lo haremos pero bájale dos a tu intensidad, chica.

Aria golpea tres veces con los nudillos en la puerta artesanal y la respuesta no se hace esperar. Esta se abre, dejando ver a una señora de unos cincuenta y tantos con estatura promedio. Piel oscura y cabello rizado.

—No creí que vendrían tan rápido. Pasen, por favor.

Aria muestra un semblante amable, los demás nos centramos en mirar a la mujer para después compartir miradas confusas.

—Gracias por recibirnos, es un honor. Mi nombre es Aria Ferguson y ellos son mis amigos, espero que no sea inoportuno.

La anfitriona nos observa a cada uno, me recorre un escalofrío. Sé que ya ha pasado un par de veces en la noche y no creo que se detengan si sigo ignorando los malos presentimientos.

Med: Acosador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora