33) Bar, club, o lo que sea

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— Jimin dice que si es posible encargar sushi — me dirigí a una de las señoras de la cocina.

— Claro señorita Shiyi —se detuvo a escuchar mi petición por parte de mi mejor amigo y asintió—. Enseguida lo encargo.

Era sábado, y el plan original era quedarme en casa, pero Jimin me convenció para ir a la suya y pasar la tarde y parte de la noche con él y Yoongi, quien no sabía que nos acompañaría hasta que lo visualicé. Sus padres están ocupados con asuntos laborales, lo que le da vía libre para infiltrar al mayor en su casa. Es gracioso como después de conocer más a fondo a Min, la forma de ser estirada y algo incomprensible del pequeño Jimin que conocí se transformó, para bien por supuesto. De hecho, su hobbie a los videojuegos es por cortesía suya.

Subo las tortuosas escaleras y regreso a la espaciosa habitación de mi mejor amigo.

— Ya está — informo. Jimin asciende su mano, mostrando el pulgar, como señal de “mensaje recibido”.

Me coloco con sigilo detrás de ambos, observando las animaciones de la gran pantalla. Yoongi va en cabeza y eso es lo que causa la cara mustia y cabreada del castaño. Cuando ambos cruzan la línea de meta y la partida da por finalizada, se enfrentan cara a cara en un debate, luchando por ser el más ingenioso, donde ya se sabe quien es el más habituado a criticar y a lanzar pullas.

— Si habéis terminado... —me interpongo entre ellos, tirándome literalmente al suelo bocarriba, con los brazos bajo mi cuello— Hagamos algo — pido.

— ¿Una partida? — ofrece Jimin intentando alcanzar el otro control, tumbándose, mientras que yo me posiciono sobre la mitad de su cuerpo, obstaculizándole a posta como forma de juego.

— ¿Quieres perder otra vez? — se mofa el restante.

— Ya te he dicho que solo has tenido suerte gato con botas — hace un movimiento que casi consigue tirarme y se asusta, agarrando mi cintura.

— Tu piensa eso enano — se sienta.

— Me encanta vuestra bonita amistad — aporto. Me retiro con cuidado y me siento con las piernas cruzadas entre ambos.

— No es tan bonita como la tuya con ese tal Jeon — se burla.

Yoongi no estuvo nunca al tanto de mi relación con Jungkook, hasta hoy. Fui tan inteligente que, en cuanto llegué, subí las escaleras dirección a donde me habían dicho que encontraría a Park y, en mitad del pasillo, comencé a gritar a los cuatro vientos mi anécdota con el moreno. Al entrar en la habitación cercioré la presencia de alguien más y deseé que me tragara la tierra porque en ningún momento se me informó, con anterioridad, que no estaríamos solos. Ante la descolocación del mayor, me vi obligada a recapitular y explicar.

— Yo que tú no la haría enfadar —lo señala con el dedo—. Tiene cara de inocente pero puede hacer que te maten y que nadie se entere — exageró.

Yoongi puso una cara de extrañeza, obviamente sin tomarse en serio esas palabras.

— ¿Qué más da? —mueve las manos, restando importancia a la advertencia— Por cierto, ¿a cuál Jeon te refieres? ¿Lo conozco? —interrogó— ¿Jeon Gangsoo? ¿Jeon Yunsik?

Negué varias veces, frunciendo el ceño porque no conocía a nadie con esos nombres.

— Jeon Jungkook — habla Park para levantarse luego y dar grandes pisotones en el suelo, intentando desentumecer sus piernas.

— ¡¿JEON JUNGKOOK?! —para mi sorpresa, si lo conocía, o quizás mucho más que eso por su reacción. Asentí despacio levemente asustada— ¿Con... El pelo largo y tatuajes? —alcé una ceja y repetí la acción. Min abrió la boca, perplejo, como si estuviera procesando la información con dificultad— ¿Estás enferma o algo? ¡Pensé que hablábamos de un tío rico de eso con los que os juntáis!

𝘐 𝘉𝘦𝘨 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘪𝘯𝘨  +¹⁸   «𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora