35) Un traje

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No conseguía explicármelo.

Jimin y yo permanecíamos en la mesa exterior, en los jardines de la Facultad, observando la misma de muchas hoja sobre la que mi nota había sido escrita.

Un siete.

Yo apoyaba mis codos en esta y presionaba mis manos unidas frente a mi boca, mientras que el castaño pestañeaba preocupado por mi reacción, porque sí, aún no había mostrado algún rebote u oposición. Trataba de tomármelo como una broma, una equivocación tal vez a pesar de que mi nombre residía ahí, escrito a bolígrafo azul.

Sin duda, esa no podía ser mi nota.

— ¿Cómo es posible que yo tenga más nota? — susurra para sí, sin embargo, me hierve la sangre al escucharle. ¡Esto no ha sucedido en mi vida!

Lo miro sin expresión pero es suficiente para hacerle sentir bajo tierra. Estoy muy enfadada. ¡Mis trabajos siempre son de sobresaliente!

Suspiré y me levanté expresando mi mal humor en el golpe firme que di al metal. Por suerte, no me hice daño. De pie, respiré hondo varias veces y recogí los papeles, dispuesta a buscar al señor Jang en este rato libre.

— ¿A dónde vas? —se apresuró a cargar su mochila sobre su hombro y seguirme— Shiyi, es un siete, no un suspenso — trató de tranquilizarme pero no había forma posible de hacer eso en este momento.

Frente a la puerta cobriza de la que debía ser su próxima clase, pues lo vi por el cristal de esta, sentado y centrado en sus asuntos, me paré y me mentalicé de que no podía ser brusca y maleducada con un profesor. Jimin quiso detenerme una vez más pero yo no le escuché y llamé antes de entrar, por supuesto, sola porque Park no pintaba nada en esta conversación.

— Lo siento señor Jang. ¿Tiene un momento? Me gustaría consultar algo con usted — comencé.

[•••]

— Tres — oí.

— ¿Por qué estás contando? — me reí girando la cabeza en su dirección.

— Es que ya has revisado mi armario tres veces — me acompañó y se pegó a mi espalda.

— Porque no me puedo creer que no tengas trajes — levanté las cejas y solté, simulando tener asco, unos de sus vaqueros desgastados.

— Si tengo — los señaló.

— Los del trabajo no me valen. No son... Adecuados — pronuncié.

— ¿Por qué no? Son formales y no los uso tanto — utilizó un tono burlón pero iba totalmente enserio.

— Pero son sosos y simples.

— ¿Estás insultando mi estilo? — se defendió indignado, apresando mi cintura una vez que me giré riendo.

— Necesitaremos algo más único —pinché su pecho y recogí mi chaqueta bajo su vigilancia—. ¡Vamos! ¿A qué esperas? — señalé la puerta con prisa.

— ¡Acabas de llegar! ¿A dónde quieres ir? — gracias a mis expresiones casi no puede hablar y reír a la vez.

Solo quería meterle prisa para que siguiera riéndose de la situación ridícula. El sonido de sus carcajeos y su bonita sonrisa me eran suficientes para ponerme de buen humor y eso era algo que realmente necesitaba. Además, los últimos día he notado el cansancio en Jungkook, tal vez por el trabajo o por algún problema de insomnio, así que creo conveniente alegrarle un poco el día.

𝘐 𝘉𝘦𝘨 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘪𝘯𝘨  +¹⁸   «𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora