11) Idiota

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- ¿Estás listo?

Namjoon irrumpe en mi camerino justo cuando estoy terminando de guardar la ropa que utilizo en el trabajo en mi bolsa.

- Casi, dame dos minutos - asiente y cierra la puerta.

Hoy era el décimo viernes -o eso creo-que lo acompañaba al subterráneo, que él suele frecuentar, donde se organizan batallas de baile, de canto y de rap. Cuando comencé a entablar una amistad con Kim siempre me preguntaba el porqué de sus prisas por salir del trabajo. Me costó bastante que me hablase sobre ello, pues en un lugar como éste no puedes hablar de tus hobbies tranquilo, sobretodo si no son algo... Formal. Me invitó a verlo por mí mismo y aluciné. Siempre me había gustado ir a conciertos de pequeño, pero ver gente compitiendo entre sí lo hace mucho más emocionante. Nam se apunta a veces, cuando se encuentra animado para ello y yo disfruto verlo. Alguna vez me presionó para que me apuntase, pues dice que le encantaría verme cantar o rapear en ese ambiente, pero mi respuesta siempre es negativa porque, cuando descubrí eso, lo que voy a denominar como "magia" ya estaba activo. No quería molestar a la persona que me pudiese escuchar, la cuál ahora sé que es Shiyi, a altas horas de la noche. Me limito a animar y a gritar como si no hubiese un mañana y, éstas, son unas de las razones por las que suelo amanecer sin voz. Suele durarme solo el fin de semana, pero cuando no es así, me veo obligado a pedir un permiso en el trabajo, pues me es imposible llevar a cabo mi labor. Solo me ha pasado dos veces, y no son seguidas.

Coloco un poco el desorden que he hecho para que la señora de la limpieza no tenga tanto alboroto y pueda irse a casa. Sé de sobra que todos estamos cansados. Me pongo la chaqueta y cojo la bolsa.

- Vamos - aparezco entre la puerta y mi amigo echa a andar.

- ¿Seguro no quieres participar? Si llegamos pronto quizás puedas apuntarte - tentador.

- No, lo siento Nam - niego seguro de mi decisión.

- Está bien - alza sus manos, sabiendo que por lo menos lo ha intentado, y las guarda en los bolsillos de su bomber negra oversize.

Cruzamos todo el salón vacío sin pisar la parte fregada hasta la puerta, donde Woosol y Chiya hablan sin preocupación de que las escuchemos. Pasamos por su lado, lo que aprovecho para decir "adiós" tanto en coreano como en chino para la última nombrada que, originalmente, es de allí, apartando el pelo largo negro de Woosol de su hombro jugando.

- Adiós guapos - responde siguiendo mi broma.

- Adiós guapas - dice Kim.

Ambas son encantadoras, con personalidades únicas y las mejores cantantes de este lugar. El buen royo que hay entre todos los trabajadores aquí es maravilloso, no tengo ninguna queja.

Sigo al alto hasta el aparcamiento para buscar su coche, el mío dormirá aquí una noche. Siempre lo hacemos así por si casualmente alguno se emborracha y hay que llevarle a casa, y con alguno me refiero a mí, que suelo acabar tomándome todo lo que me dan si bien Namjoon me dice que no lo acepte. Entro en el asiento del copiloto y tiro mi bolsa al asiento trasero. Cada vez hace más frío y en el telediario anuncian que se acercan nevadas justo en el tiempo festivo, lo que me quita las ganas de salir. Prefiero estar en casa.

Arranca y enciende la calefacción antes de desencajar su vehículo para luego ponernos en marcha. El local que esconde este tipo de espectáculos se encuentra en los suburbios, donde no molestamos demasiado. Podríamos meternos en problemas si alguien avisase a la policía. Me deleito con las vistas de la carretera impregnada en la noche, hay tráfico esporádico, quiero decir, hay mucho espacio entre coche y coche. Así sí da gusto conducir. Se me pasa por la cabeza la idea de escribir a Shiyi para desearle buenas noches. No tengo una razón por la cuál hacerlo, simplemente me apetece. Pulso "enviar" y apago el móvil, de todos modos no tendré cobertura en el subsuelo.

𝘐 𝘉𝘦𝘨 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘪𝘯𝘨  +¹⁸   «𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora