Salí de la ducha con suficiente tiempo como para untarme en una de las cuantiosas cremas que entre mi madre y yo gastamos, simplemente por probar. Escojo la que me parece que huele mejor y enrollo una toalla en mi cabeza y otra al rededor de mi cuerpo. Recojo todo lo que he descolocado y camino hasta la habitación, donde pongo mi teléfono a cargar mientras que escojo el atuendo que luciré esta noche.
Paso la mano sobre las perchas que hay en mi armario, buscando algo que concuerde con la idea que mas o menos había planeado. Saco una blusa negra de encaje con cuello de barco y su parte inferior combinada, una falda blanca con manchas negras.
Antes de ponerme los zapatos, prefiero arreglarme el pelo y acabar con toda su humedad. Finalizo con los accesorios y el maquillaje para preparar todo lo que tengo pensado llevar conmigo en un bolso. Me sobra media hora. Me encierro en mi cuarto y contesto los mensajes de Jimin a la vez que camino nerviosa de un lado a otro.
Jimin ❤
— Pásatelo bien.
Sonrío y contesto agradecida.
A lo lejos, distingo una tenue voz que relaciono con la de Kim. Como siempre, me pierdo en ella hasta que termina. Pienso que debe estar contento y en camino a mi casa, mientras que canta en el coche.
Jimin ha vuelto a escribirme y, sin querer, le he dejado en visto durante el lapso de tiempo que estaba hipnotizada.
— Shiyi, ¿qué pasaría si Seokjin no fuese tu alma gemela...?
¿Por qué lo preguntas? —
Justo a tiempo, pulso “enviar” en el teclado cuando llaman a la puerta. Con rapidez, cojo todo y desciendo hasta el primer piso, sin darle oportunidad a mi madre o a mi padre de interrogar al mayor. Les encanta hacer eso.
— Vas muy arreglada — comenta la adulta.
— Es una cena, no una fiesta — argumento. Kim espera a que me despida, parado en la puerta viendo el salón, mientras que mi padre lo mira sin causar ningún efecto sobre él.
Se desliza hacia un lado, siendo yo la primera en abandonar la estancia. Espero a que cruce la cancela del jardín y se adelanta para abrirme la puerta del copiloto. Muy amable.
— Te he escuchado antes —aviso consiguiendo su atención—. Ya sabes. Cantando. ¿Estás feliz?
Suelta un soplido de comprensión y asiente muy sonriente. Yo también lo hago para mi misma cuando sé que no soy objeto de sus ojos, porque me ha reemplazado por la carretera. Me informa de que sus padres ya estaban de camino y que nos encontraríamos allí. Me intimida el hecho de que parezca una presentación formal.
Pasamos por una gran avenida, rodeada de árboles y aceras anchas, hasta llegar al recinto, que lo ocupa más el parking que el propio restaurante. Hay gente en la entrada, encargada de dirigirte hasta el lugar donde hay sitios libres y, así, no perder tiempo en estar buscando. Noto que es un establecimiento muy demandado debido a la cantidad de coches que hay.
— Hay mucha gente — hablo sin quitar la vista del exterior.
— Esto no es nada. Hay garaje subterráneo también — roto la cabeza en su dirección con los ojos como platos y, suponiendo que me ha visto de reojo, se ríe.
Kim llega a un espacio libre y aparca. Desabrocho mi cinturón y me pongo la rebeca que cogí en el último momento antes de salir. El aire frío que reina en el ambiente nos da de cara hasta la puerta, que te permite notar el cambio de temperaturas. Yo paso primero y Seokjin me sigue muy de cerca, cierra la puerta y me señala el lugar por el que debo comenzar a caminar, pero prefiero que él vaya por delante.
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𝘐 𝘉𝘦𝘨 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘪𝘯𝘨 +¹⁸ «𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤»
Fanfic» Historia basada en los POV's de TIKTOK: Donde Jungkook puede escuchar cantar a su alma gemela, y viceversa. «𝗟𝗮 𝗺𝘂𝘀𝗶𝗰𝗮 𝗲𝘀 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 - 𝗟𝗮𝘄𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗗𝘂𝗿𝗿𝗲𝗹𝗹» • Somos como el aceite y el agua...