—Y, por último, hay diferentes actividades intelectuales, como jugar al ajedrez, la lectura, el completar crucigramas o interacciones sociales frecuentes, que parecen retardar la aparición y reducir la gravedad de esta. El hablar varios idiomas también parece estar vinculado a la aparición tardía de la enfermedad —dejé la carpeta negra sobre la mesa del catedrático, pasando la mirada rápidamente por las decenas de personas que estaban prestado atención a mi exposición—. ¿Alguna pregunta?
En seguida, al rededor de siete personas levantaron la mano, algunos de ellos mas intrigados que otros por satisfacer sus curiosidades pero al ver como Seokjin era parte de aquellos, desvié la vista hacia otro de mis compañeros.
— ¿Si? — señalé al chico del fondo.
— A parte de la pérdida de memoria, ¿qué otros síntomas pueden darse? — cuestionó bajando su mano al instante.
Yo sonreí con gentileza y me posicioné frente a la mesa, apoyándome en ella y cruzando los brazos sobre mi pecho.
— Bueno, podría darse también desorientación, cambios en la personalidad y en el humor, así como deterioro de la marcha. El Alzheimer es mucho más que simples perdidas de memoria, va mas lejos de lo que podemos llegar a imaginar y no se sabe hasta ahora que más, ya sea psicológica o mentalmente, puede ocasionar, puesto que no es fácil adentrarse en la mente de los pacientes, y eso ralentiza las investigaciones —contesté dirigiéndome de forma explícita a él. Asistió y sonrió al volver a sus anotaciones—. ¿Algo más?
— No, gracias. Eso es todo — respondió.
— Siguiente pregunta.
Moví los ojos en dirección contraria, hacia la izquierda, buscando a la chica que levantó antes la mano, todo por esquivar a Kim.
Con discreción, miré el reloj plateado de mi muñeca izquierda cada vez que terminé la respuesta a las cuestiones que se me planteaban. No quería darle el turno de palabra a Seokjin, por lo tanto esperaba que, una de dos, o se percatase de que no quería tratar con él, literalmente, en ningún ámbito o que la campana sonase a tiempo para marcharme y no verme obligada a hacerlo. De echo, agradecí internamente que el profesor hiciera una leve, pero extensa, aportación secundando mi deducción, con datos y hechos, la cual robó quince minutos de mi exposición, pero no tenía queja. Justo lo que quería.
Finalmente, la suerte se puso de mi lado y, después de escuchar como el catedrático daba por finalizada la clase, única y exclusivamente dedicada a mi investigación, y me felicitaba una vez mas por mi excelente trabajo, subí las escaleras del aula magna para recoger mi mochila con la carpeta oscura que contenía todo mi arduo trabajo pegada al pecho. Pocas cosas necesitaban ser guardadas y, cuando me dispuse a salir, mi teléfono vibró en el bolsillo de mis pantalones.
•••
— ¿Dónde he puesto mi teléfono?
Taehyung se levanta de la mesa con los brazos en alto y su mirada perdida en el suelo empedrado.
Todos giramos la cabeza hacia él y solo Hoseok y Taehul se agacharon para ayudarle en su cometido. Jimin y yo escaneamos rápidamente la mesa y los asientos pero, solo encuentro el objetivo cuando Kim se da la vuelta.
— Ehmm... ¿Taehyung? Está en tu bolsillo — señalo su pantalón deportivo.
Sin perder más tiempo, se echa mano a los traseros, generando un sonido sordo al impactar sus manos con su cuerpo, y supongo que la sonrisa avergonzada es el producto de la comprobación.
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𝘐 𝘉𝘦𝘨 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘪𝘯𝘨 +¹⁸ «𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤»
Fanfic» Historia basada en los POV's de TIKTOK: Donde Jungkook puede escuchar cantar a su alma gemela, y viceversa. «𝗟𝗮 𝗺𝘂𝘀𝗶𝗰𝗮 𝗲𝘀 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 - 𝗟𝗮𝘄𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗗𝘂𝗿𝗿𝗲𝗹𝗹» • Somos como el aceite y el agua...