Bajé del escenario enérgico pero sofocado por las potentes luces de los focos, en busca de Namjoon. El castaño estuvo todo el tiempo a la izquierda del escenario, junto a los demás compañeros, disfrutando de las actuaciones que ofrecemos y, cuando acabé los escalones, me abordé sobre él, que me ofreció un amplio abrazo y mi toalla, la cual le había confiado, para secarme el sudor.
— Fantástico como siempre Jungkook — Chiya alzó los pulgares después de dejar pasar al siguiente.
Sonreí como agradecimiento y me acerqué a la barra para conseguir una botella de agua. Cuando regresé, Woosol me sorprendió pasando un brazo por mi cintura y me sonrió cuando bajé la cabeza sobresaltado. Yo copié su gesto e intenté prestar atención al chico que, en ese momento, hacía su solo, sin embargo y pese a que puse toda mi fuerza de voluntad, acabé con la mirada perdida en el público.
Sabía que Shiyi no vendría hoy, cosa que no era de extrañar dado que ha venido a verme muy pocas veces desde que... nuestra relación de amistad empezó a ir más allá. Su carrera es difícil y, a pesar de que lo lleva todo al día y es muy inteligente, tiene que pasar mucho tiempo estudiando. A veces me pregunto de donde sacará los ánimos como para hacer tal locura, pero debo respetar sus horarios al igual que hace ella con los míos.
Que no haya podido asistir hoy no significa nada, aunque me habría gustado mucho encontrarla en alguna de las mesas, mirando en mi dirección cuando haya acabado para certificarle a mi mente que, realmente, lo he hecho bien y no es solo mi intención de convencerme de ello.
— ¿Estás bien?
Gracias a esas dos simples palabras recobré la consciencia de lo que pasaba a mi alrededor, encontrándome a una sonriente Woosol con la cabeza ladeada.
— Perfectamente — las comisuras de mis labios ascendieron mientras que la miraba y luego presté atención al espectáculo.
Pero, como era de esperar, mi cabeza no estaba cien por cien concentrada en eso. Escuché una tenue melodía sobre todo el barullo y sabía con certeza que no podía tratarse de otra persona que no fuera la dueña de mi corazón. No es necesaria su presencia para decirme que lo he hecho bien.
Es curiosa nuestra historia.
Desde que cumplí la mayoría de edad tuve la oportunidad de escuchar, escasas veces, su bonita voz. Independientemente de si tiene más o menos control o conocimiento sobre el tema, la suya seguirá siendo la mejor para mí. Me enganché a su torpeza con los agudos, a su poco control de las respiraciones, a su tendencia a desafinar e, incluso, a la dificultad de mantener un tono constante; pero, por supuesto, con mi ayuda últimamente ha aprendido mucho y no tiene miedo de equivocarse frente a mi. Eso es lo que más feliz me hace.
Debo admitir que tal vez solo con ese detalle no caí rendido por ella del todo, pero sabía que era mi alma gemela, y quería encontrarla. Mandé muchisimas indirectas en mis canciones cada vez que podía, sin embargo, nunca fui respondido. Pasaban largos meses hasta que el extraño suceso se volvía a producir y es que todo cobró sentido aquél día en mi cama, donde hablamos largo y tendido sobre muchos temas, pero sobretodo el que nos unía.
Resultó ser que Shiyi no pudo oírme todas esas veces en las que me esforzaba por llamar su atención, sino que, de la misma forma que yo, me escuchó por primera vez luego de cumplir sus veinte años y mis sentimientos dañados, esos que creé pensando que yo no era algo importante que descubrir, desaparecieron. Después de todo, fue ella la que me siguió y corrió detrás de mí a la salida del trabajo.
Ella me encontró.
Y cuando la vi pensé que sería otra cliente con el objetivo de conseguir mi número. No quería nada con nadie que no fuera aquella persona que podía escuchar a la distancia, y ni me figuré que ella pudiera serlo; es por eso que fui tan áspero. Me arrepiento de haberla hablado así; se lo dije y, por suerte, me perdonó porque la he demostrado que no soy de ese tipo de gente.

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𝘐 𝘉𝘦𝘨 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘪𝘯𝘨 +¹⁸ «𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤»
Fiksi Penggemar» Historia basada en los POV's de TIKTOK: Donde Jungkook puede escuchar cantar a su alma gemela, y viceversa. «𝗟𝗮 𝗺𝘂𝘀𝗶𝗰𝗮 𝗲𝘀 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 - 𝗟𝗮𝘄𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗗𝘂𝗿𝗿𝗲𝗹𝗹» • Somos como el aceite y el agua...