4. ¿Nat...?

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Que le den a Julia y a su sexo textual con Raúl. Siendo totalmente sincera, el USB de Joan no es tan importante como para arriesgarme a entrar a la habitación de África. Ya podré conseguirlo después. Es decir, sé que África no está enfadada por lo que ocurrió con lo del cubo de pintura, pero... Yo se lo he tirado encima. No personalmente, claro, pero aún así lo he hecho. ¿Qué clase de persona soy, entonces? Usando estos nuevos poderes sacados del infierno para hacer el mal... Y pensar que por un instante tuve la intención de usar esta habilidad para hacer el bien. Si África no hubiese sacado esa foto mía... Oh, mi cabeza comienza a doler nuevamente. Tal vez sólo deba tomar un poco de aire fresco. Eso me hará sentir bien. Ya comienza a atardecer y hacer un calor agradable. Me pregunto si podré encontrarme con Joan para olvidar este día de locos. Al menos por un rato.

-¡No creas que soy ciego! ¡Veo todo lo que pasa aquí en Optopus Thory! ¿Entiendes lo que digo?-.

-No... Y déjame en paz...-.

Mierda. Ese maldito acosador, Javier López, está atormentando a Sabela. ¿Debería irme?

No... No se meterá con Sabela mientras yo pueda evitarlo. Ella ya ha sufrido suficiente.

-¡Oye! ¿Por qué no la dejas en paz?-.

La mirada de Javier se posa sobre mí en cuanto intervengo. Ese sujeto es un verdadero psicópata.

-Perdona, esto es trabajo del oficial del campus-.

-Perdona, pero no deberías estar gritándole a los estudiantes. O molestándolos-.

Sabela nos mira alternativamente, casi como si supiera que esto no terminará bien.

-Hey, Hey. Nadie está haciéndole daño a nadie. Estoy haciendo mi trabajo-.

-No es así-.

-Tú también eres parte del problema, Reche. Recordaré esta conversación-.

Y se aleja, no sin antes dirigirse a Sabela una furia mirada.

Alba Reche, uno.

Javier López, cero.

Sabela acude conmigo para darme un apretón de manos. Realmente se siente aliviada.

-Oh, Alba, eso ha sido una pasada. Creo que lo has asustado por una vez... M-me tengo que ir, pero te lo agradezco mucho. Significa mucho-.

-Cuando quieras, Sabela-.

Se aleja a toda velocidad, quizá para ocultarse de quienes la acosan con tanta insistencia.

Me sentí como una heroína al ayudar a Sabela, pero ahora Javier estará sobre mí...

¿Debería rebobinar para encargarme de mis asuntos?

No. Lo que hice ha estado bien. Kate no se merece este trato.

Sigamos el camino hacia el parquin. Joan suele estar allí.

Tengo que se honesta. Me alegro de haber intervenido entre Sabela y Javier. No puedo quedarme con los brazos cruzados mientras veo que abusa de las demás personas.

-No lo entiendo... ¿Cómo pudieron Raúl y África hacerme esto...?-.

Parece que Ángela ya ha descubierto todo acerca de Raúl. En realidad lo lamento por ella, pero no creo que sea correcto hablar con Ángela al respecto. Aunque ella parece tan deprimida que... No. Sólo quiero ver a Joan y terminar con este maldito día.

Lo lamento, Ángela.

¿Más carteles de Noelia Franco en los autobuses? Toda la ciudad se está convirtiendo en un cartel gigante de desaparecidos. Y en esa camioneta vieja tienen una caja llena de ellos. Pareciera que a esa persona realmente le gustaba tener su colección de carteles. Noelia Franco. Tal vez esa persona fue realmente unida a esa chica y... Pero esa no es razón para aparcar la camioneta sobre los espacios para discapacitados. ¡Eso realmente me molesta! Lo siento, discapacitados, pero mi coche necesita más este espacio. ¿Quién fue el idiota que dejó su coche aquí? Bastardo.

Nefelibata 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora