50. ¿Todo está bien?

81 6 1
                                    

Alba POV

Alguna voces son lo primero que mis oídos consiguen captar poco antes de que mi visión comience a aclararse. Sé que estoy en un sitio concurrido, y que por alguna razón estoy esperando a que una maraña de personas consigan organizarse para que yo pueda unirme a la fila que ahora mismo están formando. Hay una maleta a un lado de mis piernas, y junto a mí se encuentra nadie menos que la directora Noemi.

Basta con dar una mirada a mi atuendo para darme cuenta de que sigo siendo yo misma.

En mis manos se encuentran el billete para el vuelo que podría cambiar mi vida para siempre, como si todo lo que ha ocurrido últimamente no fuese suficiente.

San Francisco.

¿Eso significa que...?

Viajar entre realidades es confuso. Especialmente a la hora de aparecer en un nuevo sitio, sin tener idea de cómo es que he llagado aquí o de a dónde es que voy.

Es hora de obtener respuesta.

-Uh... Directora Noemi...-.

Ella me mira y esboza una sonrisa similar a la que utilizaría una madre cariñosa en esta situación.

-Alba... Estás pálida. ¿Estás nerviosa?-.

Lo estaría si supiera por qué debo estarlo.

-S-sí... Un poco...-.

-Tranquila. Podrás empezar a entrar en pánico cuando hayamos aterrizado en San Francisco. Aún puedes matar el tiempo cuando estemos en la sala de espera-.

-¿A-a qué hora sale nuestro vuelo?-.

-Un par de horas. Vamos bien de tiempo-.

-¿Y-y a qué hora llegaremos a San Francisco?-.

-Con tiempo suficiente para que puedas dormir antes del gran día. ¿Estás lista?-.

-N-no del todo... Apenas puedo creer todo lo que ha pasado en los últimos días...-.

Su semblante se ensombrece.

Bien jugado, Alba.

-Sí... Para todos ha sido difícil. Yo... Apenas puedo creer que semejantes atrocidades estuviesen pasando justo frente a mis ojos. Manu Guix parecía tan... Confiable-.

-Nos engañó a todos. No cabe duda de que él pudo haber utilizado este viaje para seguir cometiendo esos crímenes-.

-Por suerte, ya está donde debe estar. Ahora sólo debemos esperar a que las autoridades se encarguen de él, y de Miki Núñez-.

-Guix utilizaba a Miki-.

-Eso ya lo has dicho, Alba. Y Miki lo dijo también... Pero lo que necesita ahora es afrontar las consecuencias de sus acciones. Lo que hizo con Noelia Franco... Pobre chica. Era demasiado joven. Por suerte, actuamos a tiempo. Así podremos evitar perder a dos estudiantes de Optopus Throy-.

-Sabela...-.

-Sí... La señorita Ramil estará bien ahora que sabemos la verdad. Especialmente ahora que África ha sido expulsada. Todo, gracias a ti... Alba, aún no termino de entender cómo es que lo supiste-.

Mierda.

-B-bueno... Y-yo... E-estaba siguiéndole la pista a Noelia Franco...-.

-Salvaste incluso la vida de Natalia Lacunza. No cabe duda de que eres una heroína, Alba. Si pudieses encontrar alguna manera de premiarte, lo haría. Quiero decir... El viaje a San Francisco podría tomarse como un premio, pero no es algo que hagamos para agradecerte. Tú te lo has ganado, con tu propio talento. Además de ser astuta, inteligente, valiente y perspicaz, eres una gran fotógrafa-.

-Sí, bueno... M-mi mejor amiga me dijo una vez que todos los artistas son rechazados antes de ser aceptados. Supongo que... Sólo me arriesgué-.

-Y triunfaste. Mereces más de lo que todos podemos darte-.

Y es así como él terminar de decir todo lo que, al parecer, puede decirme.

Así que todo esto es lo que he causado. Logré encarcelar a Guix y a Miki. Han encontrado el cuerpo de Noelia. Sabela está vivía. Natalia está a salvo. Gané el concurso.

No hay tormenta acechando.

Todo está bien... ¿Todo está bien?

-¡Alba!-.

Noemi y yo nos giramos en cuanto escuchamos esa voz, que a su vez llama la atención de otras personas. Siento que mi mundo se ilumina en cuanto veo a Natalia entrar a toda velocidad al aeropuerto, para correr hacia nosotras como si no hubiera un mañana.

Mi punk pelinegra.

-¡Albi, espera!-.

Finalmente llega con nosotras, y la directora tiene la decencia de alejarse por un instante para darnos un poco de privacidad. Natalia se inclina hacia delante para recuperar el aliento, esbozando una divertida sonrisa.

-Nat, ¿Qué haces aquí?-.

-Me he... Me he quedado dormida... C-creí que no llegaría a tiempo...-.

-¿A tiempo...?-.

-Sí, sí... Lo sé. Nos despedimos anoche, pero... N-no quería dejarte ir sin desearte suerte-.

Espera un momento.

Nos despedimos anoche, ¿Y sólo hoy me deseas suerte?

Te odio, Lacunza.

-Tranquila. Creo que no la necesito-.

No después de todo lo que he hecho. No después de que, por primera vez, he hecho las cosas correctamente.

-¡Por supuesto que la necesitas! Joder, Albi... Atrapaste a un par de psicópatas, evitaste que uno de ellos me hiciera daño, resolviste el mayor misterio de Elche, y has ganado el concurso. Todo en un mismo día. Joder, hermana, ¡Eres la mejor! No cabe duda de que eres Súper Albi-.

-Eso creo... Desearía que pudieras venir conmigo a San Francisco. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvimos juntas...-.

-Serán sólo un par de días. Pero esta vez tendrás que prometer que me llamarás en cuanto hayas vuelto a Elche. De lo contrario, iré a Optopus Thory. No te gustará mis métodos para castigarte, creme-.

Parece tan feliz... Es tan distinta a la Natalia destrozada que vi por última vez después de encontrar a Noelia. ¿Será que esa diferencia se debe a que la Natalia que ahora tengo enfrente no desenterró a Noelia con sus propias manos?

-Lo prometo. Cuando vuelva, serás la primera en saberlo-.

-Bien-.

Me envuelve en un fuerte abrazo que me eleva a un par de centímetros del suelo, literalmente. Y cuando me libera, mis labios buscan los suyos por un instante hasta que conseguimos unirlos durante un intenso minuto. Al separarnos, Natalia no hace ningún esfuerzo para cubrir su sonrojo. Y yo me siento ridícula.

No has besado antes a la Natalia de esta realidad, Alba. No hay nada entre nosotras aún.

¿Cómo esperabas que ella reaccionara, estúpida?

Por suerte, Natalia sólo esboza media sonrisa.

Es así como te recuerdo, Natalia.

-Buena suerte, Friki. ¡Demuéstrales que eres la mejor! ¡Eres una súper estrella!-.

Y chocamos nuestras manos por un instante, en el que no hay visiones imprevistas ni más preocupaciones.

Finalmente lo he conseguido.

Es así como las cosas siempre debieron ser... ¿No?

Nefelibata 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora