Nefelibata ｢Albalia｣

18. Evidencia

Tan sólo al ver la clase de caravana que conduce Damion puedo decir que vive en una verdadera pocilga. En realidad ha llegado al punto en el que hay polvo encima de otras capas de polvo. No puedo creer que Natalia realmente se relacione con tíos... Así.

Su caravana está aparcada justo afuera de Pequeña Semilla. Y como su eso no pudiese ser riesgo para nosotras, Natalia avanza sin parar hasta la puerta de la caravana e intenta forzarla.

Nada.

Damion debe estar en el restaurante.

-Mierda... De acuerdo, tengo un plan. Iré al restaurante y le diré a Damion que tengo su dinero y que tiene que venir conmigo. Y entonces tú entrarás a su caravana y... Rebobinarás cuando tengas la llave y... y... uh...-.

-Nat... Yo me encargo-.

-Tú eres la jefa. Mientras tanto yo buscaré un bocadillo para su mascota-.

De acuerdo. Ahora que Natalia está distraída, puedo buscar a Damion sin mayor problema.

Es desagradable andar a través de este pequeño tramo y descubrir que Joan tenía razón. Hay pájaros muertos por todas partes. Caen del cielo ocasionadamente, como si algo las hubiese matado allí arriba. Es aterrador, incluso. Si este caos causa eso en los pájaros, ¿Qué podría hacer con las personas una vez que esto empeore? ¿Podríamos empeorar más?

Tal vez tendría que concentrarme en evitar el tornado en lugar de jugar a los detectives con Natalia, ¿Qué caso tendría encontrar a Noelia, si su destino es morir junto con todo Elche?

En el restaurante hay dos cosas que me llaman la atención. En un extremo está Damion, y en el otro está Miki.

Sé que tenemos un poco de prisa, pero... ¡Damion puede esperar! ¿Qué está haciendo Miki aquí? Evidentemente se trata de la personificación de la impunidad. Alguien tendría que hacer algo para demostrarle que no puede significar sentarse allí, como si nada hubiera pasado, y pretender que es inocente. No después de haber sido el causante de todo.

-Miki-.

-¡Noelia...! -¡Maldita sea! Esto no puede ser verdad. -Oh, mierda... ¡Mirad lo que tenemos aquí! Alba Reche. Bonita ropa. Por cierto, gracias por haber hecho que me expulsen temporalmente-.

-De haberlo podido hacerlo, habría causado algo más grave que eso-.

-Nunca debiste decirle nada a la directora en primer lugar. ¡Yo no he hecho nada, maldita zorra!-.

-Pues yo espero que después de todo, lo que sucedió con Sabela no se desvanezca en el silencio-.

-¿Qué quieres decir?-.

-La drogaste-.

-Eres tan estúpida, Alba... Y aún así quieres creer que eres inteligente. No me molestes, idiota. No me quieres como enemigo, ¿O sí?-.

-Cálmate, ¿Sí? Estás en un restaurante-.

-Cierto... Pero sólo quiero que quede claro que ya eres una adulta, y que puedo hacer que tu vida entera se vaya a la mierda. ¿Está claro? Ahora muérete-.

Bien, tú ganas.

Lección aprendida.

No se puede dialogar con Miki si no has traído sedentes.

De acuerdo, Alba. Concéntrate. Debes conseguir las llaves de Damion.

¿Qué tenemos aquí? Es Damion, siendo un cerdo, comiendo un plato de cocido y bebiendo una cerveza. Un desayuno definitivamente balanceado, nutritivo y perfecto para iniciar el día.