24. Ángela

90 3 0
                                    

La bocina del coche de Miki se escucha por quinta vez consecutiva. ¿Qué clase de novio me he conseguido en esta realidad? ¿Acaso su culo pesa demasiado como para bajar del coche y llamar a la puerta? ¿Se supone que tengo que responder el llamado inmediatamente en cuanto se escucha la bocina por primera vez?

Natalia ha insistido en acompañarme hasta la acera, por lo que Miki debe esperar un poco más mientras Mikel traslada a Natalia a su silla de ruedas. Me es totalmente imposible seguir mirando cuando Natalia se queja por unos instantes. Creo que nunca podré terminar de acostumbrarme a que Natalia no pueda levantarse de la cama por sí misma. Finalmente puede echar a andar en su silla para ir conmigo hacia la salida. Y aunque Mikel pretende seguirnos, Natalia acepta que sea yo la que le da el pequeño impulso para salir por completo de la casa. Sonríe con calidez cuando puede sentir el viento golpeando contra su cara. Supongo que cuando una persona está en esas condiciones, le es más fácil apreciar los pequeños placeres de la vida.

La bocina se escucha con más insistencia.

-¿Quién es tu amigo? -Pregunta Natalia-.

-Nadie importante. -Le respondo despreocupada-.

-Puedo notar el cariño-.

Ambas reímos. La bocina insiste.

-Vendré a verte mañana. -Le digo a Natalia tras colocarme frente a ella. -Hoy me he divertido contigo-.

-En realidad, mañana debemos ir al hospital. Pero puedes venir por la noche-.

-Será como tú quieras. Aquí estaré en el momento que sea-.

-No quiero que termines gastando todo tu tiempo en mí. Estoy segura de que tienes mejores cosas que hacer. Está bien. No te culpo-.

La Natalia que conozco jamás habría reaccionado así.

-Tú eres lo único que me importa, Nat-.

No estoy segura de que tenga que añadir algo más. Ella me ha sonreído como si... como si... ¿Cómo puedo ser digna de que ella me tenga cariño? ¿Seguiría demostrándolo de esa manera si supiera que yo he causado todo esto?

Alejarme de ella siempre es la parte más difícil que he hecho en toda mi vida. Y cuando subo al coche de Miki y él me recibe con esa mirada despectiva, toda la felicidad desaparece de golpe.

Miki no ha cambiado en absoluto.

-Pero, ¿Qué mierdas te has hecho?-.

-Es sólo un cambio de imagen-.

-Entonces es verdad lo que África dice-.

-¿Qué es lo que dice África?

-Que ahora eres amiga de ese par de...-.

Una bofetada basta para hacerlo callar. Sé que pretende intimidarme con su mirada fúrica, pero no va a conseguirlo.

-Sabela y Noelia son mis amigas. Será mejor que comiences a aceptarlo-.

-Y será mejor que tú no vuelvas a pegarme-.

-¿Y qué si volvería a hacerlo?-.

-Vestirte como Noelia no te convierte en ella-.

Y pisa el acelerador sin decir más.

No puedo creer que realmente vaya en el mismo coche que Miki, o que alguna vez estuvimos juntos. Ahora sólo debo pensar en cómo puedo deshacerme de él. Después de averiguar a lo que se refiere con el cuarto oscuro, claro. Sé que Noelia está en perfectas condiciones en este sitio, pero... ¿Habrá alguna manera de ligar el cuarto oscuro con la Noelia desaparecida que nunca conocí?

Nefelibata 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora