La caravana de Damion está aparcada en la playa, cerca de donde están esas ballenas encalladas. Hay algunas gaviotas igualmente muertas sobre la arena. Y si miro hacia el horizonte, a pesar de que no haya nada relevante allí, puedo imaginar a ese gigantesco tornado avanzando hacia la ciudad. La electricidad ya se siente en el aire. Y el hecho de que Natalia oculte el arma en la parte trasera de sus pantalones antes de buscar el dinero para poder pagar a Damion me hace sentir escalofríos. Creo que ahora sólo podré pensar en Sabela cada vez que vea un arma.
-¿Cuál es el plan?. -Me pregunta Natalia-.
No mataremos a nadie. Eso está decidido.
-Le pagarás a Damion lo que le debes. Y cuando tengas su atención, hablaremos con él sobre lo que sabemos hasta ahora-.
-¿Te refieres a las ecografías?-.
-No. Me refiero a lo que encontramos en el despacho de Noemi-.
-¿Eso de qué serviría?-.
-Tal vez Damion pueda ayudarnos a darle un sentido a toda esa información crítica. Y si no puede hacerlo, al menos podríamos asegurarnos de que nos ayude a descubrir lo que está pasando-.
-De acuerdo. En marcha-.
Ambas bajamos del coche y caminamos directamente hacia la caravana de Damion, del que brota el sonido del amortiguado ladrido de un perro. Natalia comparte conmigo una mirada de complicidad antes de llamar a la puerta de la caravana. Damion aparece al instante, mirándonos con auténtico desprecio.
Esto no será fácil.
-Vaya, vaya... Pero si son Zipi y Zape. ¿Qué es lo que queréis?-.
No estoy segura de si esa actitud se refiere a que él sabe que hemos entrado a registrar su caravana, o si acaso es su humor habitual.
Natalia duda en un primer momento, pero termina por aceptar que debe entregar el dinero. Damion lo coge de forma dudosa y se dispone a contar cada billete.
-Impresionante. -Concede él. -Por un momento creí que tendría que recurrir a otros métodos para hacer que me pagaras-.
-Soy una mujer de palabra. -Alardea Natalia. -Ahora estamos en paz-.
-No, en realidad. Pero esto es un buen comienzo-.
-Y ahora que tengo tu atención, Damion... Hay algo que Alba y yo queremos decirte-.
Directa y poco sutil.
Esa es mi Nat.
-¿Cuánto quieres?. -Pregunta él-.
-No queremos drogas. -Responde Natalia cruzándose de brazos. -Tenemos que preguntarte un par de cosas-.
Damion se queda callado un minuto entero para considerar su respuesta.
-¿Y por qué querría contestaros? Ya sabéis suficiente sobre mí, ¿O no?-.
-Esto no se trata sobre ti, Damion. -Intervengo. -Necesitamos tu ayuda-.
-Pues yo no quiero ayudar a Natalia. Ya me ha causado bastantes problemas. Y tú intentaste dispararme, ¿Lo olvidaste?-.
-Oye, déjala tranquila. -Espeta Natalia con violencia, asegurándose de que Damion deje de avanzar hacia mí. -Ella no te habría intentado disparar si tú fueses menos impulsivo-.
-Sea como sea, no quiero saber nada de vosotras. Salid de mi vista-.
-Damion, por favor. -Le digo cogiéndolo por el brazo para detenerlo antes de que él se oculte en su caravana. -Es sobre Noelia-.
ESTÁS LEYENDO
Nefelibata 「Albalia」
Misterio / SuspensoMi nombre es Alba Reche. Tengo Dieciocho años. Recientemente he vuelto de la gran ciudad. después de cinco años, he vuelto al lugar donde crecí. Elche. Estudio Fotografía en la escuela Optopus Thory. Mi nuevo hogar. ¿Que pasaría si pudiera cambiarlo...