42. Mamá...

90 5 0
                                    

Natalia POV

Tengo una lista de cosas que no quiero hacer jamás en la vida. Y pedirle ayuda a ese hijo de puta es una de ellas... Pero si no lo hago, si decido seguir a la deriva, jamás encontraré a Alba. Y tengo que hacerlo ahora, antes de que sea demasiado tarde.

El problema... es que ahora que estoy afuera de mi casa me siento como si en realidad no fuese parte de este mundo. ¿Qué se supone que debo decirle a Javier? ¿Cómo puedo pedirle que me ayude a encontrar a Joan Garrido, sin decirle toda la verdad acerca de lo que hemos descubierto sobre Noelia? No confío en él... ¿Cómo puedo contar con alguien que no me inspira ninguna clase de confianza?

Esto sería más sencillo sin tan sólo Alba estuviera aquí...

De acuerdo, Natalia. Piensa en un plan B.

Tal vez podría entrar en el ordenador de Javier para buscar entre sus archivos. Es un paranoico de primera, así que la posibilidad de que tenga de información sobre Joan es... muy alta.

Eso haré.

Pero, ¿Qué se supone que voy a decirle a mi madre si es que se da cuenta de que apenas puedo andar? La herida en mi costado es la peor tortura que alguien podría sufrir. Supongo que ahora sólo debo actuar natural, y esperar que mi madre no se fije en esa mancha de sangre que... ¿A quién voy a engañar? No podré ocultarlo por mucho tiempo. Y lo último que necesito es que mi madre también intente entrometerse. Ella no lo entendería, sin importar cuánto intente explicarlo. ¿Acaso en realidad le importaría saber que Alba y yo hemos encontrado a Noelia? Por supuesto que no. Lo único que hará será... Decirme que no debo interferir, y que Alba y yo jamás debimos ser parte de esto. Pero de no haber sido por nosotras, ¿Habríamos descubierto lo que Miki hizo?

Tristemente, tampoco puedo ir con la policía... Con el historial que tengo, esos idiotas preferirán ignorar todo lo que les diga. Y mientras no tenga la prueba contundente, el cuerpo de Noelia, no podré hacer nada. ¿Llevarlos a esa granja? ¿Qué me asegura que querrán acompañarme?

Mierda...

No importa cuánto lo piense.

Javier es la única opción, a pesar de que no quiera admitirlo.

-¡Natalia!-.

Toda mi repentina fortaleza desaparece en cuanto los brazos de mi madre me rodean, disparando la punzada de dolor más fuerte que he sentido en la vida. Sé que ella hubiese querido que yo me negase a abrazarla, y lo cierto es que eso quiero hacer. Al menos, eso quería hacer antes de que el dolor me hiciera tambalearme. Alterada, mi madre me conduce hasta un muro en el que puedo apoyar mi espalda. Instintivamente, llevo una mano al sitio de la herida.

Sangra.

N-no me siento bien...

-Natalia...¿Qué...?-.

R-resiste, Natalia...

S-sólo necesitas un momento para que tu visión deje de ser tan oscura...

E-estarás bien...

-¿D-dónde está Javier?-.

-Natalia, ¿Qué te ha pasado? Eso es sangre... ¿E-estás herida?-.

-M-maldita sea, mamá... ¡Necesito hablar con Javier!-.

-Déjame ver eso, Natalia-.

No puedo forcejear con ella, pues mis fuerzas me han abandonado por completo. Y mi madre se queda sin aliento, sin alma, en cuanto descubre la herida sangrante que se mantiene oculta debajo de los vendajes. Se aleja de mí al instante, con las manos manchadas con mi sangre. Ha palidecido tanto que creo que va a desmayarse... o puede ser que quien va a desmayarse sea yo.

-Natalia... ¿Qué ha pasado? ¿Quién te ha hecho esto?-.

-Maldita sea, mamá... Estaré bien-.

-No lo estarás. ¡Mira esa herida, Natalia! ¡Estás sangrando! Tengo que llevarte al hospital-.

-N-no... Mamá... N-no puedes... T-tengo que...-.

-¡Ya basta, Natalia! No voy a permitir que incluso ahora pretendas que lo sabes todo y que puedes hacer cualquier cosa. Esto tiene algo que ver con lo que Alba y tú estabas diciendo ayer ¿No? ¿Qué pasó?-.

-¡Deja de ser tan entrometida, mamá!-.

-Dímelo, Natalia. ¿Qué pasó en el vertedero? ¿En dónde está Alba?-.

M-maldita.... ¿Es que no puedo tener un poco de privacidad?

-¡Gracias, mamá! Ahora entiendo que ni siquiera en ese sitio puedo librarme de ti-.

-¡Natalia Lacunza Sanabdon! ¡Cierra la boca y escúchame!-.

No entiendo cuál es la fuerza desconocida que me ha obligado a detenerme y a silenciar mis quejas. No recuerdo un momento en el que mi madre hubiese hablado con tanta firmeza, con tanto... valor. Pareciera que de repente ha dejado de ser la mujer que recuerdo... La mujer que incluso ahora sigue destruyendo a nuestra familia. Por su culpa murió papá, luego trajo a ese hijo de puta a nuestra casa... ¿Y ahora pretende impedir que yo ayude a Alba y que haga la justicia que Noelia merece?

La odio tanto...

-No sé en que momento cambiaste tanto, Natalia, pero no voy a permitir que sigas alejándote de mí. Desde que ye hiciste amiga de Noelia supe que algo extraño estaba pasando contigo... Hija, sé que has estado drogándote. ¡Javier me lo ha dicho todo! Y sé que has arrastrado a Alba a ese... ese... Natalia, anoche supe que Noelia murió. ¡Y también supe lo que tú pretendías hacer! No puedo ayudarte si no me dices lo que está pasando. H-hija... N-no quiero perderte como sucedió con tu padre-.

No te dejes engañar, Natalia...

Todo el mundo miente. Sin excepciones.

-N-no tengo tiempo para cursilerías, mamá... ¿Por qué no me ahorras tiempo y me dices dónde está el imbécil de tu esposo?-.

-Natalia, voy a llevarte al hospital-.

-No lo necesito-.

-Ni siquiera puedes mantenerte en pie-.

-¡Deja de entrometerte! ¡Estoy cansada de todo esto! ¡Desde que te casaste con ese idiota, no habéis hecho más que intentar de meteros en mi vida!-.

-Y crees que involucrándote con personas peligrosas vas a resolver algo?-.

-Tu decidiste casarte con un paranoico que pega a su hijastra y que agrede físicamente a mis amigos. Pero, ¿Eso te importa?-.

-Natalia, escúchame...-.

-¡No! ¡No importa cuánto lo intentes, tú no me escucharás a mí! ¡Lo único que te importa es lo que piensa o lo que siente Javier! ¡La única razón por la que me defendiste una sola vez fue porque Alba dijo todo lo que ya habías escuchado de mí! ¡Es ella la única que te importa!-.

-No es verdad, Natalia-.

-Ojalá yo también hubiera muerto... Ahora tengo algo importante que debo hacer, y sé que no podré contar contigo. Así que si pudieras decirme lo que ya te he preguntado, ambas podríamos volver a nuestras vidas-.

-Hija...-.

No tengo más qué decir.

Me gustaría que las lágrimas dejaran de brotar de mis ojos... Quiero pensar que se trata solamente de dolor... E-es sólo eso...

-¿Dónde está Javier, Mamá? Necesito hablar con él-.

Me mira con intensidad por un instante. Parece que le angustia mucho más el hecho de que yo siga presionando el sitio de la herida para acallar el dolor.

Y-ya no aguanto más...

-Javier está en la en comisaría, Natalia. Anoche...-.

-¿Anoche que, Mamá? No tengo tiempo para rodeos-.

¿Por qué siento escalofríos ahora que ella me ha mirado de esa manera tan... melancólica?

-Anoche arrestaron a Miki Núñez. Él intentó matar a Joan Garrido afuera de La Pequeña Semilla-.

¿Qué...?

Nefelibata 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora