Nefelibata ｢Albalia｣

10. Algo pasa en Optopus Thory

Entrar a Optopus Thory no es difícil. Convencer a mí misma de que no nos meteremos en problemas que me lleven a una expulsión, sí que lo es.

Apenas puedo creer que conseguimos entrar a los dormitorios sin que Javier se diera cuenta de nuestra presencia. Quizá no es más que paranoia mía, que me hace creer que él de alguna manera está siguiendo nuestro pasos. Supongo que tengo que acostumbrarme al hecho de que la tranquilidad se fue con la llegada de Natalia, y fue reemplazada con los delirios de persecución.

Básicamente, Natalia me ha traído a rastras hasta mi dormitorio, y apenas me ha dejado decirle el número de puerta. Nadie nos ha visto entrar, pues en este momento todas las chicas deben estar en clase o socializando en alguna parte. Pero Natalia parece no importarle en absoluto el hecho de poder ser descubierta. Tan sólo entra a mi habitación y cierra la puerta detrás de sí, para luego colocarse al centro de la habitación y cruzarse de brazos.

-Sí... Esto definitivamente huele a Alba Reche-.

Su mirada se posa en mi mural de fotografías. Frunce el entrecejo.

-Mierda, Albi, ¿Qué es eso?-.

Podría haberme sentido ofendida si tan sólo no me hubiese girado.

No puedo creerlo... Alguien ha entrado en mi habitación para dejar un mensaje en mi pared, con pintura roja que pasa justo sobre el mural de fotografías.

NADIE SE METE CONMIGO, PUTA

Mensaje recibido, Miki

-No puedo creerlo... Todo el mural está arruinado. ¿Tienes idea de cuán importantes eran para mí esas fotos?-.

-Te lo dije. Optopus Thory es una mierda. Aunque... Creo que podemos remediarlo-.

-¿Cómo?-.

-¿Tienes un rotulador en alguna parte?-.

No espera a que le responda. Tan sólo camina hasta mi escritorio y busca en los cajones hasta que encuentra lo que busca. Un rotulador permanente de color negro.

-Tú sólo espera. -Me dice con un guiño y sube a la cama para comenzar a trazar cosas en la pared, con el rotulador-.

Esto no será bueno para mí.

Natalia tarda casi veinte minutos en tapizar las paredes enteras con sus notas. HA tenido que usar cuatro rotuladores. El resultado final parece ser una copia de los letreros que ella ha dejado en su habitación.

Agujero a otro universo.

Misteriosa súper heroína.

Súper-Albi.

Al menos no son frases tan deprimentes y oscuras como los que ella ha colocado en su habitación. Incluso ha dibujado un par de mariposas que vuelan alrededor de las paredes. Con todas las paredes cubiertas de dibujos y frases, el mensaje de Miki ya no se ve tan amenazador.

-Mucho mejor. -Anuncia Natalia. -¿Qué te parece?-.

-Me gusta-.

-Pues esa cara tuya dice lo contrario. ¿Aún sigues teniendo mal estar?-.

-Es algo más. Nat, ya estoy metida en problemas lo suficientemente grandes como para que además pueda involucrarme en otras cosas jodiendo las paredes-.

-¡No seas tan aprensiva! Has sobrevivido a la visita de Damion, has estado jugando con la pistola, me has salvado de Miki, mi mierdrastro cree que ese porro realmente era tuyo, ¿Y lo que te preocupa es que te expulsen de esta mierda de escuela?-.

-No lo entiendes, Nat. Antes de ayer, yo no estaba involucrada en nada como esto-.

-Pues siempre hay una primera vez para todo. Ahora ven a recostarte y echarte una siesta-.