Nefelibata ｢Albalia｣

25. El faro

No puedo seguir mirando. He tenido que dar la espalda a las cámaras y a las luces para poder tranquilizarme. Miki está apagando las luces. Guix hace otro tanto, encargándose de apagar las cámaras. Un par de lágrimas brotan de mis ojos y caen sobre mis pies. Se mezclan con el hilo de sangre que va extendiéndose desde el charco sobre el que está la cabeza de Ángela. El arma que usó Guix descansa a un lado del cuerpo desnudo y sin vida que ahora no es más que un montón de huesos y piel inservibles.

Me siento enferma.

Me siento enferma y me quiero morir.

-Al final, no ha sido tan mal. -Dice Guix cuando ya todo está totalmente apagado. -Ha sido una buena sesión-.

Nadie se fija en mis sollozos silenciosos. Es como si de repente me hubiera vuelto invisible. Guix sólo coge a Ángela por los tobillos para arrastrarla y llevarla hasta una habitación oculta. La lleva como si ella jamás hubiera sido un ser humano. En silencio, Miki sólo me coge del brazo derecho para conducirme hacia el túnel que nos trajo aquí en primer lugar. Subimos al coche y él enciende el motor. Yo sólo puedo mirar mis manos, que están simbólicamente manchadas con la sangre de Ángela. Y Miki no se da cuenta de ello. Podría romper en llanto ahora mismo, y a él no le importaría.

-Supongo que tendremos que esperar un poco antes de la siguiente sesión. -Dice Miki una vez que la granja comienza a quedarse atrás-.

Mi respuesta son sólo algunas lágrimas solitarias. Un sollozo silencioso tampoco consigue llamar su atención.

-¿Estás escuchándome, Alba?-.

-No quiero seguir con esto...-.

Él esboza una sonrisa cruel.

-Oh, vamos. Sólo un poco más. Manuel prometió que podríamos elegir a la siguiente modelo-.

-¿Esto es lo que le hicimos a Sabela...?-.

Ríe con maldad. ¿Qué clase de desquiciado es Miki?

-Tú misma tuviste la idea-.

-Eso no puede ser verdad...-.

-Deja de pensarlo tanto. Al final, nadie tiene idea de lo que hacemos. Estaremos bien-.

-Esto es un crimen... ¡Ellas no son modelos!-.

-¿Crees que Guix consiguió su fama sacando selfies con sus mejores amigos? Al menos podrías ser un poco más agradecida. Está enseñándonos sus secretos. ¿Sabes?-.

-Pues yo no seguiré formando parte de esto-.

-No tienes más opción. Y por tu propio bien, será mejor que dejes de lloriquear-.

-Guix mató a Ángela. ¿Y por qué? ¿Qué mal hizo ella?-.

-Intentó defenderse-.

-Por instinto natural-.

-Si la hubiéramos dejado ir con vida, Ángela había ido con la policía-.

-Entonces, ¿Sabela también pudo haber muerto?-.

-Sí. Tú lo sabes. La dosis no fue suficiente, pero al menos ella no tiene idea de lo que pasó en el cuarto oscuro-.

Esa voz que Sabela recuerda tuvo que ser la de Manu Guix, deleitándose al ver a Sabela drogada, martirizada y suplicando piedad.

-Lo que pasó en el cuarto oscuro tiene que terminar, Miki...-.

-No. Y será mejor que te mantengas con la boca cerrada-.

-¿Y qué si no puedo hacerlo?-.

-Entonces tendrás problemas. Quizá Guix no ve en ti lo mismo que había en las demás, pero yo sí. Y no me molestaría sacarte algunas fotos-.