Nefelibata ｢Albalia｣

8. Pruebas contundentes

Hace ya bastante tiempo que no visito este restaurante. Tanto, que apenas puedo recordar lo deliciosa que es la comida de Mamen. Estos cinco años definitivamente no me han sentado tan bien como yo esperaba. Puedo haber pasado mil aventuras en Madrid, pero Elche sigue siendo una parte importante para mí. A pesar de todo lo que ha sucedido, es como si pudiera adivinar todo lo que está ocurriendo adentro. Casi puedo ver los movimientos de puedo ver los movimientos de Mamen, aún estando ella fuera del alcance de mi vida. Al entrar al restaurante es como si todos los recuerdos se arremolinaran frente a mí. La música ambiental es de gran ayuda.

Muero de hambre.

-Vaya, vaya... Pareciera que los años te han sentado buen, Alba-.

Esa es la voz de Mamen, que se ha acercado a mí para servir un poco de café. Y para hacerme sentir culpable por no haberla saludado también a ella desde que llegué por no haberla saludado también a ella desde que llegué a la ciudad. Este remordimiento terminará por volverme loca.

-Hola, Mamen-.

-Hola, Alba. Encantada de volver a verte-.

-Lo mismo digo. Ha pasado tanto... ¿Cómo va todo?-.

-Todo es maravilloso. ¿Cómo fue tu estancia en Madrid?-.

-Oh, fue toda una aventura. Pero... Nada es tan bueno como estar de nuevo en Elche. Este es mi hogar-.

-Estoy segura de que así es-.

-Ayer vi de nuevo a Natalia. Ella ha cambiado tanto... Pero en el fondo sigue siendo la misma-.

Un halo de tristeza se cierne sobre Mamen al pensar en su hija. ¿He dicho algo que no debía?

-A Natalia le vendrá bien que tú hayas vuelto. Ha pasado por tantas cosas que ya casi no la reconozco. Ya sabes. Nuevos amigos, fiestas, alcohol, drogas, el pelo negro...-.

-Estoy segura de que, sea lo que sea, Natalia puede resistirlo. Imagino que debe seguir deprimida por haber perdido a Noelia-.

-Sí... Esa pobre chica...-.

-He visto los anuncios de desaparecida en Optopus Thory. Natalia está realmente decidida encontrarla-.

-Se ha obsesionado tanto con ese tema, que me preocupa que su vida entera quede marcada por ese asunto. A veces las cosas debes dejarse ir, ¿Sabes?-.

-Supongo que todo ha sido difícil para ambas desde que Mikel murió...-.

-Ambas lo extrañamos más que a nada en el mundo... Pero no hace falta deprimirnos por las cosas que no podemos cambiar. Mikel no hubiera querido eso. Así que, Alba, ¿Qué quieres comer?-.

No necesito pensarlo.

-Muero por comerme unos deliciosos crepes con nocilla-.

Mamen sonríe.

-De acuerdo. Espera aquí-.

La veo alejarse para volver a la cocina, y sólo así me doy cuenta de que Natalia está mirándonos desde la entrada al restaurante. Pareciera que se ha detenido en seco antes de seguir con su entrada épica. Me pregunto si habrá escuchado nuestra conversación. Lo último que necesitamos hoy es tener una discusión por haber hablado de esos temas difíciles en momentos inadecuados.

Natalia deja ir su molestia, al menos sólo lo suficiente para caminar hacia mí y sentarse en el asiento del frente, de esa manera tan poco convencional que la hace parecer un pequeño mono.

-Lo siento. -Me dice, aunque sé que no es así. -Me he retrasado un poco-.

-La puntualidad nunca ha sido tu fuerte-.