POSITIONS

BENDICIÓN

En aquella mañana después de la estallida de emociones e ideas quiso intentar algo nuevo con las personas que quedaban por estar a prueba, era tan extraño para él volver a pensar en tener y confiar en sus antiguos compañeros de clase, claro que las cosas nunca quedan igual pero la sensación de saber que podría volver a tener una relación amistosa y placentera con aquellas personas era dulce y rara a la vez.

Ya había tachado algo en su lista de tareas pues ya había contactado a las dos personas que se acercarían pronto a ellos, en su interior estaba alegre y agraciado por tenerlas cerca de nuevo y más por una persona que causaba un sin fin de sensaciones en su interior desde el momento en que lo vio, podría deducirse que tenía en mente una idea de cómo sería el ambiente una vez que llegara con él pero era emocionante ver que cosas podrían pasar, deseaba poder presenciar y conocer las actitudes y estragos de cierto alguien en la mansión.

Acaso sería divertido o un completo desastre descubrirlo, en un corto tiempo lo empezaría a descubrir.

El peliverde en su rutina despertó, se ducho y se cepillo los dientes, se vistió y se contempló en el espejo para presenciar la persona que era en ese momento, comparando, analizando e imaginando lo que era a lo que fue, todas las diferencias de su antiguo él a lo que sería en aquella mañana, era algo melancólico imaginarlo pero en ocasiones aunque fuera doloroso decidía hacer memoria y ver a ese adolescente soñador con ser héroe, acaso pudo enserio ser una gran persona heroica que salvara a los demás esperando solo hacer lo que creía correcto y necesario.

Rápido salió de su cuarto y se dirigió a la cocina para tomar algo rápido en lo que los demás llegaban al comedor para desayunar, tenían pensado una cosa para las pocas personas que quedaban, se le había ocurrido en un cierto momento y se lo había consultado a Manyuda quien aceptó complacido por lo que tenía en mente.

Mientras tomaba una taza de café y observaba su mano extendiendola en el aire para presenciarlo mejor notaba y apreciaba todas las cicatrices que tenía debido a los tiempos en lo que utilizaba el One for All, que curioso pensaba.

Estuvo así un momento hasta que comenzaron a llegar los chicos a la mesa y siguió tomando su café, cada uno fue saludando con palabras corteses como "Buenos días Midoriya", "Hola Midoriya que tal", "Hoy es un buen día no crees Midoriya", y otras palabras y saludos que solo respondía asintiendo, a excepción de los que ya había aceptado sus disculpas, quienes les respondía con suma tranquilidad.

El último en entrar fue Bakugo, quien desde el momento en que entró a aquella habitación destinada para comer su atención fue captada única y exclusivamente por una persona, por Deku.

Desde la entrada apreciaba su hermosa silueta recargada en una pared lateral cerca de una ventana resaltandolo con los cálidos y mañaneros rayos de sol, era y no dejaba de ser tan hermoso aquella vista, su cuerpo tranquilo pero vivo y firme a la vez en la espera de atacar, elegante y lleno de energía, lo veía tan cómodo aquella mañana tomando una taza de café mientras tenía la vista perdida en sus pensamientos, desde ese momento había pedido un deseo y que un sueño pudiera volverse realidad.

Poder tener aquella hermosa vista todas las mañanas cuando despertara.

Era cómodo estar así, divagar y beber aquella mañana, pero logró notar algo pues tenía una mirada clavada en él y enseguida la encontró sin pensar mucho.

Cuando lo descubrió a Bakugo observándolo detenidamente desde la entrada la mañana se volvió más cálida y dulce, fue tierno ver que las mejillas de ambos se habían ruborizado pero con más intensidad las de Katsuki que estaban teñidas de un carmín intenso, en cambio las suyas apenas mostraban un rosáceo hermoso.

Cada vez era más fácil aceptar que tenía sentimientos por el pelicenizo, para romper con aquella sorpresa ambigua Deku giro su cabeza para observar el exterior por la ventana, cosa que agradecío por dentro pues en sus interiores sonrió complacido.