POSITIONS

EDÉN

Seguía sentado observando la manera en que aún dormía mientras escuchaba las respiraciones de Suni e Hitori quienes descansaban en un sofá cerca y el sonido que producían los aparatos que mantenian vivo al pecoso.

Las horas más pesadas y duras de su vida, incluso cuando había luchado con villanos fuertes y difíciles, ningún adversario se le había hecho más endeble que el tiempo mismo.

-"¿Qué estarás soñando?-"

....

-Dime ¿Te sentías bien mientras matabas a todas esas personas a sangre fría?-

-No, nunca sentí algo como eso!-

-Sientes algún remordimiento por las cosas que hiciste?-

-Si, muchas veces-

-No es cierto, estas mintiendo-

-No miento, les juro que no lo hago!-

-Eres patético, las cosas patéticas como tu no merecen la pena que la gente voltee a verlas-

-Al menos ese hombre te dio un poco de tu merecido, mereces sufrir tanto como puedas-

-Yo lo merezco?-

-Si, infinitamente-

-Eso y más-

-Ya nunca quise convertirme en asesino, nunca quise tomar un arma, yo nunca quise empuñar un cuchillo y nunca quise matar a alguien, solo lo hice por que ya no tenía otro forma de vivir ni que hacer-

-Patético-

-Miserable-

-Basura-

No podía distinguir nada con los ojos, incluso no sabía si los tenía abiertos o cerrados, sus rodillas cayeron y se sentó exhausto en el suelo infinito escuchando todas esas palabras agraviadas, llenas de asco y enojo hacia él que era como volver a aquella vez en la academia, su último día como estudiante a héroe, cuando tenía una vida que para él era perfecta y plena.

Casi parecía que las cosas no habían cambiado, lo rodeaba un mar de emociones negativas hacia su persona pero con un contexto totalmente diferente.

-Estoy cansado de toda esta mierda- comenzó a llorar- pensé que podía cambiar mi futuro y termine por destrozarlo, no merezco y nunca merecí ser un héroe, no me gane el derecho a haber tenido amigos, ni familia, mucho menos tener a Kacchan y Hitori, no quiero, ya no quiero estar aquí, por favor perdónenme, por favor déjenme morir en paz-

Se lamentaba, se lamentaba demasiado como nunca antes en la vida lo había hecho.

-Déjenme, por favor-

Su llanto era lo único que podía percibir hasta que débilmente el sonido de una voz lo contraigo.

-Deku-

Se le hacia familiar aquella débil voz rasposa pero quizás era otra forma de martirizarlo y no presto demasiada atención al principio.

-Deku, Deku-

-Por favor, no sigan, no sigan con esto por favor- rogó sensible.

-Deku, Deku, por favor despierta-

-Déjame, tú no eres él-

-Deku despierta por favor, despierta-

Cada vez era más clara la voz prominente y observó en la profunda oscuridad un pequeño destello de luz.

-Despierta, carajo despierta-

Comenzó a moverse y camino con pasos temerosos al destello.

-Esa voz-