AUGURIO

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No estaba orgulloso pues el orgullo no va acompañado con la culpa y el vacío cuando cometes actos que el mundo tacharia como atroces e imperdonables, así sentía al tener que cometerlos pero hacía años que empezó y la costumbre al igual que el deber podían seguir devorando ese sentimiento un poco más.

Observo desde la gran distancia su trabajo, veloz, limpio, pulcro y perfecto, no recordaba exactamente el momento en que se había convertido en un asesino tan impecable que le hacía causar cierto temor por seguir más allá de lo impecable y perfecto.

-Midoriya- habló Denki con impresión- como pudiste acabar con todos esos tipos en segundos, eso estuvo increíble!-

-Tú creés?- dijo no muy convencido.

-Claro, digo eso no quita que aún me den escalofríos cuando se trata de acabar con la vida de alguien, pero eso no evita que diga lo genial que eres!-

Los otros más hicieron lo mismo que el rubio, hablar de lo impresionante que fue hace un momento, haciéndolo sentir un poco menos precario y vacío.

No supo por qué quiso ver la cara de Bakugo y este lo observaba en silencio y con detenimiento, esperaba encontrar una expresión fría y de desaprobación de su parte por lo que hizo, pero el pelicenizo decidió sonreírle gentil, no pensó encontrar ese gesto de su parte.

En eso recordó que se le olvidaba algo y saco su comunicador.

-Toru estas ahí, como te encuentras?- preguntó con preocupación.

Tardó unos segundos un responder lo que causaron ciertos nervios.

-Estoy bien Midoriya, dime que tú eres el responsable de lo que pasó con los hombres de Momobami-

-Sí, yo fui el que acabo con todos, dime, te encuentras bien?-

-No, no me iba a encontrar bien hace unos segundos en los que pensé que ese hombre acabaría con mi vida- dijo algo monótona- pero- recalcó- estoy viva y a salvo gracias a ti, me acabas de salvar la vida, aunque aún estoy muy impactada y fuera de lugar por lo que vi, no sabes lo agradecida y feliz que estoy por que me hayas salvado, no mentiste cuando dijiste que me protegerias, gracias Midoriya-

Su interior sonrió por lo dicho, por lo menos algo positivo había salido de esa matanza que el mismo empuñó.

-No me agradezcas, me siento tranquilo al saber que estás a salvo-

Miró a los chicos y a Hitori quienes le sonreían al igual que el pelicenizo, volvió a dirigirse a la invisible.

-Bien, escondete en lo que llegamos contigo, si llegan algunos otros hombres de Momobami y ven la escena querrán encontrar a los responsables así que busca un buen escondite en lo que llegamos, no tardaremos demasiado-

-Si Midoriya como digas, los veré en un momento amigos-

Al cortar la llamada el pecoso se dirigió al cabo suelto que había dejado pendiente quién se había escondido detrás de Kirishima y Denki.

-Ahora que ya salvé a Hagakure, Hitori, puedes decirme que demonios se te metió en la cabeza para venir con nosotros a esta misión?- habló Izuku.

Todo el mundo se dio cuenta de la mezcla de preocupación y enfado en su voz haciéndolo ver más su muestra paternal.

Se asustó el menor por su actitud y se escondió más detrás del pelirrojo.

Podía permitirse mostrar su enfado y molestia, tenía la obligación como tutor de corregirlo pero la situación y el menor no lo dejarían hacerlo, así que como el océano después de un huracán, comenzó a apaciguarse, controló su temperamento y midió sus palabras en su cabeza.

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