POSITIONS

PROXENETA

-BASTA POR FAVOR, YA NO QUIERO OIR, YA NO QUIERO-

-Esa voz-

-Deku?-

Se escuchaban lamentos y sollozos, unos tan propensos cargados de dolor y agonía.

-Ese es Midoriya?- cuestionó Todoroki mientras buscaba el punto exacto donde salía el sonido.

-HAAAAA!-

Se escucho un gritó de desesperación que los dejó paralizados.

-BASTAA, YA BASTA!-

-Ese es Deku, es él- expresó aturdido Bakugo mientras examinaba el lugar donde se originaba- es su voz, ¿de dónde sale ese maldito sonido?-

-Por favor apaga eso, ya no quiero ver, te lo pido- sonó su voz mientras lloraba.

-Por qué tienen la voz de mi baby, no entiendo que pasa- dijo Mei confundida mientras buscaba lo mismo que el pelicenizo de forma angustiosa.

En un instante la habitación se inundó de gritos tortuosos del pecoso cuando fue torturado.

No escatimó el ojimorado en recolectar aquellas pruebas de lo que le hizo cuando le practico la lobotomía y lo sumergió en un estado de paranoia hasta dejarlo sin voz.

Los chicos se cubrieron los oídos para no escuchar aquellos sonidos horribles mientras buscaban con desesperación y angustia de donde salían.

-De dónde sacó esos sonidos, por qué se escucha que está sufriendo- habló Denki mientras empezaba a llorar por el sufrimiento que oía.

-BUSQUEN DE DÓNDE SALE ESE MALDITO SONIDO, HAGAN ALGO PARA DETENERLO!- gritó Bakugo mientras miraba en todos lados para destruir la fuente que los originaba.

Todo el mundo estaba perdido en los gritos que perdieron el objetivo de destruirlo o de salir de ahí, se estaban volviendo locos y la voz del peliverde siguieron.

-Ayúdenme- pidió cansado.

-Esto duele, duele mucho- sollozo.

-Acaba conmigo, te lo suplico-

-MATAME, MATAME DE UNA VEZ!-

-ACABA CONMIGO MALDITO, HAZLO!-

-Esto no es real, que es lo que estoy viendo-

-Lo siento, lo siento mucho-

-Yo nunca pedí esto, perdónenme-

Nadie podía tolerar lo que estaban escuchando, habían perdido el objetivo que buscaban en un principio y ahora estaban sumidos en la locura y la desesperación, llorando por lo que escuchaban, perdidos en sí, como vagar en un desierto donde la arena fuera dolor, sufrimiento, angustia y agonía.

Bakugo no lo toleró y se agacho en el suelo hasta tocar el piso con su cabeza mientras sus manos se aferraban a sus oídos.

-Cállate, cállate por favor, ya no quiero escuchar, por favor detente- pidió sin ser escuchado.

Mientras sus compañeros estaban perdidos en sí Denki fue la persona que aunque le costara con todo lo que pasaba a su alrededor, siguió buscando hasta que observó la mesa que había en el lugar, notó que había una llave y una especie de tarjeta, nadie presto atención en buscar una forma de salir de ahí que entendió como es que ninguno de sus amigos se fijo en esa parte de la habitación.

Tomó aquellas cosas y se dirigió a la entrada mientras cubría sus oídos y esquivaba a sus compañeros, aún así oía las cosas que decían.

-Mi baby, qué es lo que te están haciendo?-